Entrevista
Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo: «La UE debe abrir en diciembre las negociaciones de adhesión con Ucrania»
La política conservadora sospecha que la mayor preocupación de los europeos antes de las elecciones «será la inmigración y, en ciertos países, quizás la economía»
Roberta Metsola, (Malta, 1979) es la tercera mujer que ejerce la presidencia de la Eurocámara. De la familia del PPE, estudió Derecho en la Universidad de Malta y fue una de las primeras estudiantes de su país en disfrutar del programa Erasmus. Fue el primer cargo de la cúpula comunitaria en visitar Ucrania tras el estallido de la invasión. Ha tenido que lidiar con el escándalo conocido como «Qatargate» por la presunta trama de sobornos de varios eurodiputados socialistas, entre ellos la vicepresidenta de la Eurocámara Eva Kaili. Hoy se votará en la comisión de Asuntos constitucionales una reforma de las reglas para que no vuelvan a repetirse casos de este estilo. Aunque ella reconoce que le hubiera gustado «llegar más lejos», la Eurocámara quiere controlar más de 5.000 reuniones y eventos que antes escapaban de su vigilancia. Metsola recibe a LA RAZÓN en su despacho del Parlamento Europeo en Bruselas junto a otros medios internacionales, en el comienzo de un curso político especialmente ajetreado que culminará con las elecciones europeas de junio.
¿Es realista la fecha de 2030 que el presidente del Consejo ha fijado para la entrada de Ucrania y los países de los Balcanes Occidentales en el club europeo?
El Parlamento Europeo ha sido muy claro. Fuimos los primeros en hablar del proceso de adhesión para Ucrania y Moldavia. Con mi experiencia en un país que estuvo 10 años esperando unirse a la Unión Europea, si das la luz verde para el siguiente paso, después el siguiente movimiento lo dará la otra parte. Por eso, hemos sido muy claros en que nos gustaría que las negociaciones de adhesión comenzaran tan pronto como fuera posible, incluso este año, especialmente si tenemos una recomendación positiva en octubre por parte de la Comisión Europea. La reunión del Consejo Europeo de diciembre debe ser sobre ampliación. Sobre la fecha, nosotros debemos también estar preparados porque este sistema a Veintisiete, que está funcionando o no según se considere, debe funcionar para 32, 33 o 35. Nadie en este Parlamento Europeo va a decir a un país como Ucrania que está sufriendo bombardeos que debe esperar y no es el momento. La fase de preadhesión no se debería subestimar: acceso al «roaming», mercado interior, cuotas… Si me preguntan sobre los Balcanes Occidentales y Moldavia creo que la Unión Europea es más segura si todos los países que están dando pasos reciben una respuesta. Si no, su población mirará hacía otro lado y ése es el peligro en muchos lugares. Por ejemplo, cuando se decidió no dar el acceso al espacio sin fronteras Schengen a Bulgaria o Rumanía en diciembre, es una de las razones por las que la extrema derecha está ahora en el 28%.
¿Pero el entramado institucional de la UE estará preparado en 2030? ¿Debe terminar la regla de la unanimidad?
Para el Parlamento Europeo deberíamos haber empezado un año y medio antes, porque cuando terminó la Conferencia sobre el Futuro de Europa hubo muchas promesas a nuestros ciudadanos de comenzar inmediatamente, lo que no sucedió. Pero me gustaría pensar que esto va a comenzar pronto. La última vez, hace 20 años, fue muy doloroso con la Constitución Europea. Pero no deberíamos empezar con el tema de la unanimidad. Si queremos fracasar, tan sólo tenemos que empezar con el debate de la unanimidad. Yo diría: cómo es nuestro mercado interior, se va a beneficiar o adaptar con el crecimiento a nuevos socios; cómo va a quedar afectada la libre circulación de personas con un gran movimiento en la localización de las fronteras exteriores europeas, cómo algunos países que se benefician de fondos pueden convertirse en contribuyentes netos; cuánto tiempo podemos extender nuestra red de itinerancia de datos o discutir las cuotas y tarifas para las manzanas de Moldavia. Es así cómo debemos liderar, como un continente que es fuerte porque ha utilizado poderes que antes no había descubierto y la voluntad de unidad que ya vivimos con pandemia y también el Brexit.
¿Percibe fatiga europea respecto al apoyo a Ucrania?
Hemos hablado de esto desde el principio de la guerra. Primero se dijo en verano, pero no lo veo todavía. Primero, por los ucranianos y la manera en la se están enfrentando a la contienda y, después, porque estamos mirando hacia adelante en cuanto a reconstrucción, sanciones y la provisión de armamento como drones o la situación en Bielorrusia. Puede que haya cierta fatiga según la lejanía geográfica, pero he estado en Portugal e Irlanda y no lo veo excepto en los extremos del espectro político.
La economía alemana se está enfriando. Algunos miembros de su partido piden una pausa regulatoria para impulsar el crecimiento.
Cada país al que voy pide algo diferente sobre moratorias, excepciones, normas fiscales, etc. Los primeros ministros de los países europeos nos dicen que no pueden hacer crecer el euroescepticismo. Me preguntaban antes del verano sobre la Ley de Restauración de la Naturaleza y si estaba bien o mal, pero la realidad es la que es en la comisión de medio ambiente y el pleno y no podemos cruzar una línea que la gente nos pide que no crucemos y creo que la cruzamos en el pasado. Antes de las elecciones europeas siempre me preguntan los mismo: los grandes proyectos legislativos, su coste y repercusiones. Debemos invertir en nuestra industria europea. Fui a Eslovaquia y no entendían la legislación [sobre el límite de emisiones] Euro 7, porque va a suponer la pérdida de puestos de trabajo en el país.
¿Cómo ve las alianzas tras las elecciones del Parlamento Europeo? ¿Podrá el Partido Popular Europeo alcanzar acuerdos con los conservadores de ERC [el grupo de los conservadores polacos y Vox] o son demasiado euroescépticos? En algunos casos propugnan la repatriación de algunas competencias europeas.
Es el clásico punto de vista conservador, también por ejemplo en el caso de los británicos y esto no sólo atañe a las fuerzas consideradas euroescépticas. Los conservadores proeuropeos dicen que no hay que ir demasiado lejos en las competencias y los conservadores belgas y holandeses de ERC opinan lo mismo. Hay diferencias políticas distintivas entre el Partido Popular Europeo y el ERC y eso no va a cambiar, pero si miramos lo que se vota sobre Ucrania, los conservadores han estado con el resto. Hay diferencias en el tema del Estado de Derecho y muchas diferencias cuando hablamos de asuntos sociales. Y en temas sociales hay una gran mayoría desde el centro derecha a la izquierda y eso no cambiará.
¿Cómo ve el auge de los populismos de cara a las próximas elecciones europeas?
Creo que hay que contrarrestar a los populismos, no ignorarlos. En el pasado el euroescepticismo creció porque los partidos del centro dieron sus votos por asegurados y tanto populares como socialistas debemos preguntarnos por qué hemos perdido poder. Debemos empezar a hablar a nuestras empresas, ser ambiciosos desde el punto de vista climático pero que esto no excluya el crecimiento económico, no siempre dar por seguro que siempre seremos más grandes. Desde la perspectiva de la izquierda, tenemos que hablar sobre dónde están esos sectores de la población que se sienten marginalizados e ignorados. Mi decisión ha sido siempre confrontar esta narrativa con ejemplos de lo que se puede hacer, pero admitir cuándo las cosas no funcionan y asegurar que no todo es perfecto. Un gran número de personas se sienten abandonadas por los líderes políticos.
Abandonadas o traicionadas.
Si los ciudadanos piensan que todos los políticos son lo mismo, por qué van a ir a las urnas. Me preocupa más la gente que no vota que aquélla que elige extremos.
¿Qué opina sobre el debate migratorio y las cuotas obligatorias de refugiados?
Mi sospecha es que en las encuestas de mayo la mayor preocupación será la inmigración y quizás la economía en ciertos países. Debemos encontrar una política que determine quiénes son elegibles. Podríamos evitar la reubicación obligatoria si tuviéramos un sistema que resolviera la imposibilidad de pedir asilo desde fuera del territorio europeo, lo que no tenemos todavía. Si somos firmes sobre quiénes pueden venir y quiénes no y estos se enfrentan a un proceso de retorno eficiente. Ahora mismo estamos poniendo en marcha menos expulsiones que hace cinco o seis años y entonces era tan sólo el 36%. También hay que ser severos con los traficantes.
¿Qué postura va a tomar la Eurocámara sobre el respeto al Estado de Derecho y los problemas en Hungría y Polonia?
Continúan las discusiones, veremos qué hace la presidencia española en el Consejo de Asuntos Generales pero estamos esperando una decisión en las próximas semanas o meses sobre el desembolso de los próximos fondos. Este Parlamento se enorgullece de ser el defensor del Estado de Derecho y lo que puedo asegurarle es que la Eurocámara será dura y hará las preguntas que tenga que hacer.
Hay muchos rumores sobre un segundo mandato de Ursula von der Leyen y también sobre usted. ¿Le gustaría ser la próxima presidenta de la Comisión Europea?
No voy a especular, creo que Ursula está haciendo un gran trabajo y debemos estar satisfechos con que la UE tenga liderazgo a todos los niveles. Este Parlamento está muy orgulloso también de formar parte de ese liderazgo cuando hay que acelerar o hacer una pausa, dependiendo de la ocasión. Siempre hay rumores, pero ahora estoy centrada en conseguir la reelección en casa para ganar mi escaño, ya que no es automático.
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