Guerra con Rusia

La UE responde con tibieza a la creación de un nuevo fondo de 40.000 millones de euros para armar a Ucrania

España no se compromete con nuevos fondos más allá de los 1.000 millones ya anunciados

BRUSSELS (Belgium), 17/03/2025.- European Commission Vice-President and High Representative of the European Union for Foreign Affairs and Security Policy, Kaja Kallas reacts during a European Foreign Affairs Council at the EU headquarters in Brussels, Belgium, 17 March 2025. (Bélgica, Bruselas) EFE/EPA/OLIVIER HOSLET
Kaja Kallas, en la reunión de este lunesOLIVIER HOSLETAgencia EFE

Los países europeos han acogido con reservas el plan presentado este lunes por parte de la máxima representante de la diplomacia comunitaria, Kalla Kallas, para seguir armando a Ucrania. Kallas ha pedido a los países europeos que se rasquen el bolsillo para movilizar entre 20.000 y 40.000 millones de euros este año.

Tras la invasión del país por parte de las tropas de Vladimir Putin, los países europeos utilizaron por primera vez una herramienta común para armar a un país, el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz. Pero, desde hace un año, marzo de 2023, la Hungría de Viktor Orban ha estado bloqueando la transferencia de nuevos desembolsos ,ya que rige la regla de la unanimidad.

Ante las amenazas de Donald Trump de retirar su apoyo a Ucrania, la necesidad de que la ayuda al país en guerra sea predecible se ha convertido en más acuciante que nunca. Por eso, Kallas ha presentado un nuevo instrumento que busca sortear posibles vetos y ser sufragado a través de una coalición de voluntarios. Esto permitiría a Hungría no aportar nada a este fondo, a cambio de dejar que el resto siga auxiliando a Kiev.

Pero la propuesta de Kallas ha sido acogida con tibieza por capitales que, en un principio, están a favor del apoyo a Ucrania como Roma, París o Madrid. Francia e Italia son reticentes a que el reparto de la ayuda se establezca según el peso del PIB de sus economías, tal y como ha planteado al alta representante. El Elíseo, por ejemplo, quiere más flexibilidad y que se contabilicen no solo los pagos sino también la ayuda en especie.

En cuanto a Italia, el gobierno de Meloni parece atrapado entre dos fuegos y quiere esperar los frutos de la llamada telefónica entre Trump y Putin este martes para negociar un alto el fuego, antes de comprometerse al desembolso de más dinero. “Es necesario explorarlo más a fondo, como están pidiendo muchos países de la UE, a la espera también de cómo evoluciona la situación”, ha asegurado este lunes Antonio Tajani.

Tras los últimos acontecimientos, Italia persigue la celebración de una cumbre entre la UE y Estados Unidos para restablecer la unidad. Según Tajani, “nuestro objetivo es mantener a Occidente Unido, porque si Occidente se divide, debilita y fortalece la autocracia. El juego no es entre Europa y Estados Unidos: es entre Occidente y las autocracias. Debemos intentar mantener unido a Occidente”.

Una postura que contrasta con la de Kallas, quien considera que Putin no quiere la paz ya que el Kremlin “está presentando como condiciones todos sus objetivos últimos que quieren conseguir de la guerra”. Mientras tanto, la UE sigue excluida de los contactos de alto nivel, si bien Kallas ha querido precisar que “ahora mismo no hay mesa de negociación porque Rusia no se está sentando en esa mesa de negociación”.

Por su parte, España es reticente a anunciar nuevas ayudas y saca pecho por los compromisos ya adquiridos. El Gobierno de Pedro Sánchez anunció hace semanas un nuevo paquete de ayuda de 1.000 millones de euros. “España no ha necesitado una propuesta de la Alta Representante para comprometer mil millones de euros para este año como ya lo hemos hecho en años anteriores, por lo tanto España va por delante dando el ejemplo”, ha subrayado el ministro José Manuel Albares.

En caso de que la iniciativa de Kallas salga adelante en su propuesta inicial, a España le correspondería en torno al 8,68% del fondos unos 3.000 millones. Sobre si nuestro país está dispuesto a llegar a esta cifra, el ministro ha esquivado pronunciarse al asegurar que “no hay ningún reparto en estos momentos”, ya que la creación del nuevo fondo se sigue debatiendo.