EE UU vs. China
EE UU reafirma frente a China su compromiso de defender a sus aliados en el Indo-Pacífico
Pekín exhibe su asertividad ante la postura de Washington sobre sus disputas marítimas con Filipinas
El canal de comunicación entre Estados Unidos y China sufre algunas interferencias, pero funciona. Y lo hace a pesar de los intereses contrapuestos que defienden las dos principales superpotencias del momento. La visita a Pekín del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ha servido para que la Administración Biden le haga saber a su interlocutor de cabecera en el gigante asiático, Wang Yi, que está obligada a defender los intereses de sus aliados –y los suyos propios– en la región del Indo-Pacífico.
El jefe de la diplomacia china, por su parte, ha aprovechado la reunión de alto nivel para advertirle al enviado del presidente Joe Biden que ese apoyo, en concreto el que Estados Unidos preste a Filipinas en las áreas en disputa del Mar de la China Meridional, puede desembocar en un choque frontal. Un escenario en el que ninguno parece estar interesado.
«Estados Unidos no debe utilizar los tratados bilaterales como pretexto para socavar la soberanía y la integridad territorial de China, ni debe apoyar o condonar las acciones ilegales de Filipinas», trasladó Wang Yi a Sullivan, según las declaraciones recogidas por el canal estatal chino CCTV. En respuesta, el consejero de Biden expresó «su preocupación por las acciones desestabilizadoras» de China «contra las operaciones marítimas legales de Filipinas en el Mar de la China Meridional», según el recoge el comunicado de la Casa Blanca. En lo que ya es lenguaje habitual en Estados Unidos, también «subrayó la importancia de mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán».
Las tensiones entre Pekín y Manila se han intensificado en los últimos meses y han estado marcadas por una serie de enfrentamientos en el Mar de la China Meridional, donde Pekín reclama gran parte de las islas y arrecifes pese a la sentencia de un tribunal internacional que rechazó estas pretensiones en 2016. Este mismo lunes, China anunció que había tomado «medidas de control» tras otro incidente con buques filipinos cerca de un atolón en disputa, el cuarto en una semana.
Según la cadena estatal china CCTV, Wang hizo saber a su interlocutor estadounidense que China estaba «firmemente comprometida a salvaguardar su soberanía territorial y sus derechos marítimos sobre las islas del Mar de la China Meridional». Japón y Filipinas, dos aliados de Estados Unidos, han culpado a Pekín de las tensiones en el Mar de China, y Tokio ha calificado a Pekín de «mayor perturbador» de la paz en el sudeste asiático.
El enviado de Biden también reiteró la «preocupación» de Estados Unidos por «el apoyo de China a la industria de defensa rusa» en unas conversaciones que calificó como «francas, sustanciales y constructivas». El viaje de Sullivan es el primero de un asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca a China desde 2016. Según la Administración Biden, refleja el deseo de mantener el diálogo entre las dos superpotencias, expresado en noviembre de 2023, cuando Biden y el presidente chino Xi Jinping mantuvieron un encuentro en California.
Durante las conversaciones entre Sullivan y Wang Yi, el enviado estadounidense reiteró «la importancia de una comunicación regular y continua» a nivel militar. El diálogo se centró en las posibles áreas de cooperación entre las dos potencias rivales, en particular la lucha contra el tráfico de fentanilo y el cambio climático.
En cuanto a otras cuestiones más polémicas entre Washington y Pekín, el Consejero de Seguridad Nacional afirmó que la Administración Biden seguiría tomando «las decisiones necesarias para impedir que tecnologías militares estadounidenses avanzadas se utilicen de forma que comprometan nuestra seguridad nacional». Estados Unidos ha tomado una serie de medidas para limitar el acceso de China a ciertas tecnologías punteras, para disgusto de Pekín, que lo considera una violación de las normas comerciales internacionales. Sullivan mencionó también el caso de los estadounidenses «detenidos sin motivo [en China] o a los que se prohíbe salir del país», afirmando que se trata de un asunto «prioritario».