El Gobierno de China proclamó este viernes el nombramiento del excomandante de la Armada, Dong Jun, como nuevo ministro de Defensa del país. Su designación es consecuencia de la destitución de Li Shangfu, que ocupaba el cargo anteriormente y desapareció misteriosamente en medio de especulaciones sobre su presunta implicación en un caso de corrupción. Así, Pekín pretende reforzar su cúpula de defensa y enviar un claro mensaje de compromiso en la lucha contra la corruptela en sus filas.

La decisión llega en un momento en que el presidente de China, Xi Jinping, está modernizando las Fuerzas Armadas para convertirse en una potencia mundial dominante, un objetivo que ha alarmado a no pocos de sus vecinos.

El general Dong Jun, de 62 años, cuenta con una amplia experiencia en el Ejército de Liberación Popular, y asumirá esta importante posición tras la aprobación del Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo. La noticia ha generado especulaciones sobre las razones detrás de la destitución de Shangfu y las implicaciones que este nuevo nombramiento podría tener en el panorama militar.

El general Jun sirvió en varias divisiones navales clave a lo largo de su carrera, y llegó a ocupar el cargo de comandante máximo de la Armada en 2021. Su sólida trayectoria incluye servicio en la Flota del Mar del Norte, que ahora participa regularmente en ejercicios conjuntos con la Armada Rusa, la Flota del Mar Oriental, que se centra en posibles conflictos con Japón, así como el Teatro de Comando del Sur, encargado de supervisar el Mar del Sur de China. Esta vasta experiencia le sitúa como un líder veterano conocedor de las complejidades de la defensa marítima del gigante asiático y los posibles desafíos regionales.

Su predecesor desapareció misteriosamente de la vida pública a finales de agosto y no se ha dado ninguna razón oficial para su destitución. Cabe destacar que fue el primer ministro de Defensa chino en ser incluido en la lista de sanciones de Estados Unidos debido a supuestas ventas de armas procedentes de Rusia, y además es el segundo ministro del Gobierno chino que fue apartado abruptamente de su cargo este año.

Si bien el ministro de Defensa tiene menos autoridad directa en comparación con sus homólogos internacionales, su papel principal es actuar como representante público de las fuerzas militares del país. En realidad, el poder de mando recae en la Comisión Militar Central, presidida por el presidente Xi Jinping.

La última designación se produjo apenas días después de que Xi presentara al experto en submarinos Hu Zhongming como nuevo comandante de la Armada.

A medida que se desvelan los detalles de este intrigante movimiento político, la comunidad internacional observa cómo esta decisión repercutirá en la estabilidad y el equilibrio de poder en la región, así como en sus posibles implicaciones geopolíticas.

La Armada de China ha desempeñado un papel importante a medida que el Ejército de Liberación Popular ha ampliado su alcance diplomático en los últimos años. Este inesperado nombramiento llega además en un momento en que Washington y Pekín están dando pasos para retomar las comunicaciones militares de alto nivel, dado que los contactos se redujeron drásticamente después de la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, a Taiwán en agosto de 2022.

La semana pasada se rompió el hielo cuando el general Charles "CQ" Brown, presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, conversó con su homólogo chino, el general Liu Zhenli. Se trató de un avance que marca un hito significativo en la reanudación del diálogo militar bilateral.

Las tensiones entre los países han ido en aumento en el Mar del Sur de China y el Estrecho de Taiwán debido a la falta de líneas de comunicación confiables, lo que sin duda aumenta el riesgo de malentendidos o de que la situación se descontrole.

Como parte de los esfuerzos por aliviar esas tensiones, en noviembre ambos acordaron establecer los canales de comunicación militares por el bien común. Esta medida busca fomentar un diálogo directo y abierto entre ambas potencias, con el objetivo de prevenir conflictos y promover una mayor comprensión mutua.