OTAN

Órdago de Biden a Erdogan: Turquía se juega 40 cazas F-16 tras quedar fuera de los F-35

Ankara no recibirá los aviones de combate estadounidenses de Lockheed Martin si no da el visto bueno a la adhesión de Suecia a la OTAN

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden (c), saluda al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan (i), ante el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden (c), saluda al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan (i), ante el secretario general de la OTAN, Jens StoltenbergJuan Carlos HidalgoAgencia EFE

No fue una conversación cómoda. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llamó al flamante ganador de las elecciones turcas, Recep Tayyip Erdogan, para felicitarle por la victoria, pero en la charla, el mandatario turco mencionó la petición de compra que su gobierno lanzó en 2021 para que EEUU venda a las Fuerzas Armadas hasta 40 aviones de combate F-16 y ochenta kits para modernizar la actual flota de cazas americanos que forman la columna vertebral de su fuerza aérea.

La respuesta de Biden fue muy clara, según ha comentado la Casa Blanca. El mandatario norteamericano le sugirió a su interlocutor que solo dará luz verde a la operación cuando Ankara levante el veto sobre Suecia para su incorporación a la OTAN. Turquía, uno de los miembros más importantes de la Alianza Atlántica, obstaculiza la adhesión del gobierno sueco debido al apoyo que, según Turquía, se presta desde Estocolmo a movimientos considerados terroristas por Erdogan y en particular al independentismo kurdo.

Estados Unidos dejó a Turquía en 2019 fuera del programa internacional del F-35 de Lockheed Martinporque las autoridades turcas compraron a Rusia el sistema de defensa de misiles S-400. Washington consideró que es incompatible transferir a un tercer país que incorpora tecnología militar rusa con el caza de quinta generación. Para compensar a Ankara por esta pérdida, EEUU ofreció la posibilidad de vender F-16 en una operación valorada en 20.000 millones de dólares. Ankara todavía quiere los aviones F-35 o al menos los 1.400 millones de dólares que aportó al programa.

Sin embargo, Ankara podría quedarse también sin los F-16. El Departamento de Defensa de EEUU ya aprobó la transferencia de estas aeronaves, pero hay algunos senadores del Partido Demócrata y Republicano de EEUU que han pedido el aplazamiento de la venta de los F-16 a Turquía en una carta dirigida a Biden en febrero; en ella dejan claro que hasta que no se apruebe la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN no habrá venta de cazas.

En su mensaje de felicitación con Erdogan, Biden dijo: "Me dijo que todavía quiere trabajar en algo sobre los F-16. Le dije que nosotros queríamos un acuerdo con Suecia, así que vamos a dejarlo hecho. Por eso, volveremos a estar en contacto", reveló Biden.

Turquía ha estado desarrollando en los últimos años su propio caza TF-X KAAN, que según defiende la industria turca es capaz de competir con el F-35. El otro motivo de orgullo nacional turco es el Hurjet, un caza que podrían reemplazar parcialmente a los F-16 estadounidenses. Las dos aeronaves son de fabricación nacional, con lo que Ankara espera ganar en autonomía en el sector de la avión de combate.

El presidente de la industria de defensa, Ismail Demir, ha apuntado recientemente en la misma dirección al hablar sobre la crisis del F-35 con EEUU. "Estoy de acuerdo en no comprar los F-35 incluso si los estadounidenses nos lo suplicaran. El KAAN puede ser mejor que el F-35". El general de brigada retirado Özgür Tör ha afirmado en una entrevista con "Turkiye" que el f-35 fue diseñado para ser un avión invisible, pero "no se logró exactamente". El militar afirmó que la razón es que rendimiento continuo del F-35 monomotor provoca un calor de hasta 2.000 grados. Dicho calor desprende una huella térmica que debilita la capacidad de invisibilidad.