Clima
Las nubes de polvo sahariano tiñen de naranja el cielo de Atenas
El desierto del Sáhara libera entre 60 y 200 millones de toneladas de polvo mineral al año, cuyas partículas más pequeñas pueden desplazarse miles de kilómetros
Los atenienses han amanecido este miércoles con la Acrópolis inmersa en una neblina naranja de polvo procedente del desierto del Sáhara. El cielo de la capital de Grecia ha venido adquiriendo a lo largo de la jornada una tonalidad marciana a medida que las nubes de polvo se desplazaban por el Mediterráneo.
«Es uno de los episodios más graves de concentraciones de polvo y arena procedentes del Sáhara desde el 21 y 22 de marzo de 2018, cuando las nubes invadieron sobre todo la isla de Creta», explicó Kostas Lagouvardos, director de investigación meteorológica del Observatorio Nacional de Atenas.
Grecia ya había sido inundada por el polvo sahariano a finales de marzo y principios de abril, que también cubrió partes de Suiza y el sur de Francia. El Sáhara libera entre 60 y 200 millones de toneladas de polvo mineral al año. La mayoría de las partículas más grandes caen rápidamente a tierra, pero las más pequeñas pueden viajar miles de kilómetros, alcanzando potencialmente toda Europa.
Las autoridades aconsejaron a los ciudadanos con afecciones respiratorias que utilizaran máscaras protectoras o limitaran el ejercicio y el tiempo de estancia al aire libre hasta que se disipen las nubes de polvo, algo que, según las previsiones del servicio meteorológico griego, sucedería a última hora del miércoles con el cambio de los vientos.
Los vientos han traído cierto respiro, pero también han avivado incendios forestales fuera de temporada en el sur de Grecia. Según el recuento de los servicios de emergencia, desde principios de esta semana se han declarado 25 incendios forestales en todo el país, entre ellos uno cerca de una base naval en la isla de Creta que obligó a evacuar viviendas y una guardería.
Al menos tres personas fueron detenidas el lunes en la isla turística de Paros, en aguas del mar Egeo, por provocar presuntamente de forma accidental un incendio de matorrales. El fuego, sin embargo, pudo controlarse y no se registraron daños ni heridos graves.
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