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Nigeria pide en la calle el rescate de las niñas y seguridad en las escuelas

Profesores y estudiantes tomaron hoy las calles de Nigeria para pedir la liberación de las más de 200 niñas secuestras hace más de un mes y una mayor seguridad en las escuelas, atacadas repetidamente por la milicia radical islámica Boko Haram.

Durante la jornada de hoy, el Sindicato de Profesores de Nigeria (NUT, en sus siglas en inglés) animó a los colegios e institutos del país a cerrar sus puertas y unirse a las diferentes protestas organizadas en los 36 estados nigerianos.

El sector educativo ha sido golpeado duramente por Boko Haram que, además de secuestrar a las menores, ha asesinado a 173 profesores en diferentes ataques terroristas en los estados de Borno y Yobe, en el noreste de Nigeria.

"Estamos decididos a continuar la campaña, mientras lloramos la muerte de nuestros colegas, hasta que las niñas sean devueltas vivas y los autores de este crimen atroz sean llevados ante la justicia", dijo el presidente del NUT, Michael Olukoya.

En Abuya, una marea de camisetas rojas con el famoso lema "Bring back our girls"("Traed de vuelta a nuestras niñas"), recorrió las calles de la capital nigeriana con la intención de llegar a la residencia oficial del presidente del país, Goodluck Jonathan.

Sin embargo, un gran número de policías y soldados armados con fusiles, porras y gases lacrimógenos protegieron la residencia presidencial e impidieron la llegada de la protesta.

Allí, cientos de manifestantes protestaron por la "lenta"respuesta del Gobierno en el secuestro de las más de 200 niñas a manos de Boko Haram el pasado 14 de abril en una escuela de Chibok, en el estado de Borno.

El jefe del NUT en Abuya, Hassan Jibiri, subrayó que Jonathan, al no recibirles, "perdió una gran oportunidad para dirigirse a los ciudadanos sobre un asunto crucial".

Pese a las labores de búsqueda del Ejército nigeriano, apoyado principalmente por la ayuda internacional de Estados Unidos y Gran Bretaña, todavía se desconoce el paradero de las menores, a las que el grupo armado amenazó con vender si las autoridades no excarcelaban a miembros de la secta recluidos en cárceles del país.

Además de pedir la liberación de las niñas, el sindicato solicitó a los gobiernos federal y estatales una indemnización para las familias de los profesores asesinados, a fin de poder "aliviar su miseria".

Ante esta demanda, el gobernador del Estado de Borno, Kashim Shettima, prometió que el Gobierno se esforzará para compensar a los familiares de las víctimas.

"El dinero no es una indemnización, sino una especie de apoyo a las familias afectadas", afirmó hoy Shettima, en declaraciones recogidas por el diario nigeriano "The Vanguard".

Otra de las peticiones del sindicato fue que se proporcione un seguro a los estudiantes y a los profesores en las zonas más conflictivas del país, principalmente en el norte, donde los integristas tienen su bastión.

En palabras del sindicato, "esto es necesario, teniendo en cuenta el entorno político vulnerable en el que operamos".

Boko Haram, que significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer un Estado islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.

En los últimos días, una oleada de supuestos ataques de Boko Haram ha causado al menos 148 muertes en el país.

El martes, la explosión de dos coches bomba en un concurrido mercado de la ciudad de Jos (centro) causó al menos 118 víctimas mortales; y un día después, otras 30 personas murieron en un ataque en la localidad de Shawa, en el estado septentrional de Borno.

En una cumbre celebrada en París el pasado sábado bajo el auspicio del Gobierno francés, Nigeria y sus países vecinos declararon la guerra al grupo terrorista, para lo que contarán con el respaldo de Francia, Estados Unidos y el Reino Unido.

Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder y fundador de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha provocado más de 4.000 muertos.

Habitado por unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus diferencias políticas, socioeconómicas, religiosas y territoriales.