Análisis
"Los miembros de la OTAN deben prepararse para el posible aislamiento de EE UU"
Alistair Edgar, profesor de Ciencias Políticas en Wilfrid Laurier University, Waterloo (Canadá), analiza una cumbre dominada por la guerra de Putin y con la incertidumbre en torno al futuro de Biden
- La incertidumbre sobre la candidatura de Biden ha robado la atención de la cumbre de la OTAN. ¿Si Trump regresa a la Casa Blanca cambiará el rumbo de la Alianza?
- En primer lugar, permítanme decir que creo que la narrativa sobre las facultades de Biden parece ser el foco de los medios ahora, mientras que la letanía de mentiras de Trump durante el debate ha sido ignorada u olvidada como si eso no fuera también una condición o, más bien, un tipo de enfermedad. En su caso, el continuo aluvión de disparates y mentiras de Trump tiene a uno acostumbrado. Estamos familiarizados con la disposición de Trump a renunciar al liderazgo global estadounidense, a abandonar las alianzas y a acercarse a los dictadores que le gustaría emular. Si Trump ganara las elecciones, Putin estará encantado: China e India ya están del lado del presidente ruso, uno como aliado «sin límites» y proveedor de la maquinaria de guerra de Rusia, y ambos como grandes consumidores de petróleo ruso con descuento que ayuda a financiar la invasión y la guerra de agresión de Putin contra Ucrania. Si a esto le sumamos la abierta admiración de Trump por Putin y dictadores similares, su interiorización del discurso del Kremlin sobre Ucrania y su desdén por los aliados de Estados Unidos, su «plan» para poner fin a la guerra en Ucrania equivaldría simplemente a abandonar Ucrania y dejarle el campo libre a Putin.
- La OTAN también debe decidir en Washington su futuro para las próximas décadas. ¿Deben los socios prepararse para el posible aislamiento de Estados Unidos?
- Sí, los miembros de la OTAN -y de hecho cualquier otro aliado estadounidense- deberían tratar de reforzar sus propias defensas y vínculos respecto a un Estados Unidos liderado por los republicanos que no es digno de confianza. Esa fue una lección clave de la presidencia de Trump: cómo trata a quienes han trabajado para él y su equipo, incumplirá acuerdos pasados, abandonará o negará a sus antiguos aliados y a su grupo MAGA (no todos republicanos, pero ciertamente aquellos que se inclinan ante él) lo seguirá. Los miembros europeos de la OTAN ya aprendieron en su primer mandato que no pueden confiar en una Administración Trump como un aliado fiable.
- La cumbre de Washington ha puesto por tercer año consecutivo el foco en la guerra en Ucrania. La Alianza espera cerrar 40.000 millones en ayuda militar para el Gobierno de Zelenski. ¿Es la invasión rusa la prioridad más urgente a día de hoy?
- La invasión de Ucrania por parte de Putin es ciertamente la amenaza más urgente en temas de seguridad, y por lo tanto la prioridad, para la seguridad europea hoy en día, aunque también es sólo la expresión más obvia y brutal de la amenaza que la «visión» de la Rusia de Putin plantea a mayor escala, incluso en África y en campañas de guerra híbrida y virtual, ataques de «zona gris», ciberguerra y campañas de desinformación. A ese cóctel hay que sumar las alianzas con China y Corea del Norte, para ver la escala y el alcance de las amenazas que han acompañado a esa invasión. Por supuesto, otras crisis (Sudán, Yemen, República Democrática del Congo y otras) también continúan o empeoran, aunque la invasión de Ucrania y el conflicto en Gaza tras los ataques de Hamás del 7 de octubre han ocupado un lugar central en la atención internacional. Mientras tanto, hemos superado el objetivo de aumento de la temperatura global de 1,5 °C y nos acercamos a una crisis de cambio climático impredecible a medida que estos esfuerzos fracasan; y el desarrollo global se tambalea mientras el hambre y la migración aumentan.