Muerte de Berlusconi
El litigio por la herencia de Berlusconi: en juego el futuro de Mediaset, Fininvest o Forza Italia
Los cinco hijos de ‘Il Cavaliere’ están en todas las quinielas por retomar su patrimonio mediático, comercial y político
La muerte este lunes a la edad de 86 años del que fuera tres veces primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, marca el fin de una era en la siempre caótica política transalpina y activa la cuenta atrás para el reparto de un patrimonio inabarcable, cuyos tentáculos se extienden por varios sectores económicos.
La herencia que deja el ya difunto líder de Forza Italia, la tercera fuerza del Gobierno de coalición que hoy preside la ultraderechista Giorgia Meloni, rondaría los 6.800 millones de euros, según las estimaciones, un activo que pasará a ser repartido.
El polémico empresario milanés, que dio el salto a la arena política en 1994 con su famoso discurso de “La discesa in campo” al calor del caso Tangentopoli, un grave escándalo de corrupción que minó la credibilidad de los partidos tradicionales, creó de la nada grandes corporaciones como Mediaset y el banco Mediolanum, a las que sumó después otras compañías, como la editorial Mondadori. También estuvo presente en la industria del fútbol, primero como presidente del laureado AC Milan y después del modesto Monza, al que mantuvo en Serie A.
Fininvest, otra empresa surgida desde cero, se sitúa en el corazón de su emporio empresarial, en la que registraba un volumen de 4.900 millones de activos netos, según los datos de 2021. Era la joya de la corona, la compañía que le situaba como el tercer italiano más acaudalado después del también empresario Giovanni Ferrero y el diseñador Giorgio Armani.
Pero su patrimonio iba incluso más allá, con la tenencia de numerosos bienes inmuebles y vehículos. Entre sus propiedades destacan las villas y palacios de la Costa Esmeralda o la Certosa de Porto Rotondo, esta última valorada en 259 millones de euros. Il Cavaliere contaba, además, con los derechos de un centenar de películas históricas, como “Peppone-Don Camillo” o “Los tres días del Cóndor”.
Ahora, queda inaugurado el juego de sillas para la sucesión y el reparto de la herencia. No está claro aún cómo se repartirán sus acciones en Fininvest. Podría ser a partes iguales entre sus cinco hijos, con lo que cada uno de ellos recibiría un 12,24% adicional. Los dos hijos mayores ocupan, por el momento, los puestos más prestigiosos del grupo: Marina es presidenta de Fininvest y Mondadori, Pier Silvio es consejero delegado de Mediaset. Pero el escenario puede cambiar.
Los cinco vástagos de Berlusconi serán los herederos directos de su emporio empresarial. Barbara, Luigi, Eleonora, además de Marina y Pier Silvio, están, por lo tanto, en las quinielas. Será más complicado resolver quién toma las riendas de Forza Italia.
La formación conservadora busca el sustituto que Berlusconi nunca llegó a designar en vida en un panorama incierto. En este escenario, el vicepresidente del partido y ministro de Exteriores, Antonio Tajani, podría dar un paso adelante. Aunque el nombre de Marina también gana fuerza.
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