Elecciones en Francia
Le Pen, contra las cuerdas en televisión
La candidata del Frente Nacional, centro de las críticas del primer debate entre los once aspirantes al Elíseo.
La candidata del Frente Nacional, centro de las críticas del primer debate entre los once aspirantes al Elíseo.
Las dos tenían como difícil misión preguntar y conducir los intercambios entre los once candidatos a la presidencia de la República, un ejercicio inédito en la política francesa, que hasta ahora reservaba el debate a los dos ganadores de la primera vuelta en las elecciones.
Pero el debate a once mostró sus límites, al impedir que cada uno de los participantes explicara con claridad sus propuestas o atacara con celeridad y en el momento oportuno los fallos de sus contrincantes.
Aún así, hubo sus momentos jugosos, como cuando hablaron de la moralización de la política. El representante del Nuevo Partido Anticapitalista, Philippe Poutou, recordó que no existe la « inmunidad obrera », en relación a la inmunidad que disfrutan los parlamentarios y que ha permitido a la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, negarse a acudir a una convocatoria de los jueces que investigan los supuestos empleos ficticios de trabajadores de su partido en el Parlamento Europeo. « Cuando la policía nos convoca, nosotros vamos », asestó Poutou.
Este apartado de preguntas fue especialmente espinoso para el candidato de Los Republicanos, François Fillon, inculpado por los supuestos empleos ficticios de su mujer como asistente parlamentaria. « Como lo ha dicho usted mismo », dijo Fillon a Ruth Elkrief que recordaba sus problemas judiciales, « tengo derecho a la presunción de inocencia, y usted debería mostrar más prudencia », añadió negándose a responder a los periodistas que durante estos meses le han querido « callar » e « intimidar ». La mayoría de los participantes en el debate no insistieron en el tema a excepción de Philippe Poutou y la candidata de Lucha Obrera, Nathalie Arthaud que no encontraba « normal » que Fillon se acordara privilegios cuando ataca los de los conductores de trenes ni que Le Pen no acuda a la convocatoria de los jueces.
No fue la única ocasión en la que Marine Le Pen fue objeto de críticas. A diferencia de lo que se esperaba, el candidato de En Marcha!, no se convirtió en el hombre a abatir. El objetivo de los principales ataques fue Marine Le Pen, y no sólo en el apartado de la moralización política.
Emmanuel Macron y François Fillon arremetieron contra su política económica: « usted no tiene política económica », afirmó el candidato de la derecha y el centro, mientras que el candidato de En Marcha! fue más lejos y le acusó de proponer una « guerra económica » como es el « nacionalismo, « y el nacionalismo es la guerra », aseguró Macron, que llegó a reprochar a Le Pen transmitir mensajes « que ya se escuchaban en la boca de vuestro padre », en referencia al fundador del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen. Ante las protestas de Le Pen, el representante socialista, Benoît Hamon comentó que resultaba « divertido verla jugar a hacerse la víctima ».
Los candidatos a la presidencia de la República también debatieron sobre los temas económicos y de defensa.
En materia de defensa, o « cómo proteger a los franceses », las propuestas fueron de lo más variadas, desde Phililppe Poutou que terminará con todas las intervenciones militares en el exterior o desarmará a la policía para hacer frente a una « represión que se generaliza », a Nicolas Dupont-Aignan que invertirá 10.000 millones en el ejército para reclutar 50.000 militares. El candidato socialista, Benoît Hamon habló de la inutilidad de adoptar nuevos estados de emergencia para luchar contra el terrorismo, y Le Pen volvió a achacar a la falta de control de fronteras el que « un número importante de terroristas se hayan deslizado entre los inmigrantes ».
Los candidatos a la presidencia terminaron sus intervenciones explicando cómo pondrán en marcha el modelo social que proponen.
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