Buenos Aires
La frágil salud de la presidenta: ahora padece de la cadera
La mandataria deberá someterse a un tratamiento de fisioterapia debido a un cuadro "compatible con una bursitis del trocante izquierdo", una inflamación de la bolsa sinovial de la cadera, según un parte médico difundido ayer.
Fernández ingresó el miércoles por la noche en el Hospital Austral de Buenos Aires con síntomas de "lumbociatalgia", dolor en la parte inferior de la espalda, y tras ser sometida a estudios radiológicos y de resonancia magnética nuclear en el Hospital Austral de Buenos Aires, se le diagnosticó una bursitis del trocante izquierdo.
El equipo traumatológico del hospital especificó que a la jefa de Estado argentina "se le ha indicado tratamiento fisiokinésico y será controlada periódicamente para constatar su evolución".
Los dolores en la zona lumbar no son nuevos para la presidente Cristina Kirchner y pueden aparecer ante cualquier cambio brusco de rutina como significó el viaje para participar de la cumbre de la Celac en La Habana, el primero al exterior luego de su operación por un hematoma en la cabeza.
El cuadro pudo estar originado por los dos viajes en avión que realizó la mandataria. Y no fue un periplo más; estuvo cargado de emociones: El encuentro con Fidel Castro, discurso encendido en la Cumbre, además de las vicisitudes del viaje mismo. Muchos médicos traumatólogos y especialistas de columna sostienen que el estrés emocional es una de las principales causas de las dolencias lumbares.
Pero sobre todo lo que estresa a la presidenta son los vaivenes económicos. El Banco Central podría quedarse sin reservas en menos de un mes con posibilidad de quiebra. Con un peso devaluado y la inflación por las nubes, el país se asoma al abismo, una vez más.
"En el caso de la Presidente, después de un proceso convaleciente y de reposo como le planteó la cirugía cerebral, un viaje en avión que implica subir y bajar escalinatas, tiempos de espera sentada y dormir en posiciones que no son las correctas, además por supuesto de la tensión en sí misma de una cumbre de presidentes puede perfectamente disparar una compresión del nervio ciático y provocar la bursitis del trocánter izquierdo", explica a LA RAZÓN, Barroso Griffiths, reconocido quiropráctico argentino.
El poder desgasta
En 2011, Fernández fue diagnosticada con cáncer y fue sometida a una cirugía para removerle parte de la tiroides. Aunque después se supo que nunca padeció de cáncer. Recientemente la presidenta argentina de 60 años fue objeto de numerosas especulaciones sobre su salud, tras una ausencia de más de un mes en actos públicos desde diciembre pasado. Antes, en octubre, una operación por un hematoma subdural la alejó de la vida pública por un período similar.
Desde su retorno, Cristina Fernández desarrolla una actividad muy moderada. Aunque los portavoces oficiales afirman que la mandataria está saludable, los últimos estudios médicos muestran que la mandataria sufre problemas de corazón. Unos informes que han encendido las luces de alarma del entorno más intimo de la presidenta. Concretamente sus hijos Florencia y Máximo se turnan para acompañar a Cristina durante el ejercicio de sus funciones, por temor a que su madre corra el mismo destino que el ex presidente, Néstor Kirchner.
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