Estados Unidos
Trump releva a la fiscal general de EE UU tras negarse a defender su veto
Yates ordenó hoy a los abogados del Departamento de Justicia que no defiendan en los tribunales el veto a inmigrantes y refugiados impuesto por el presidente, Donald Trump.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, relevó del cargo a la hasta ahora fiscal general, Sally Yates, después de que se negase a defender en los tribunales el veto a inmigrantes y refugiados impuesto por la Casa Blanca.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, relevó hoy del cargo a la hasta ahora fiscal general, Sally Yates, después de que se negase a defender en los tribunales el veto a inmigrantes y refugiados impuesto por la Casa Blanca el pasado viernes.
"Yates traicionó al Departamento de Justicia al negarse a hacer cumplir una orden diseñada para proteger a los ciudadanos de Estados Unidos", apuntó la Casa Blanca en un comunicado.
Yates es una fiscal de la era del expresidente Barack Obama y seguía en el cargo a la espera de que el Senado estadounidense confirme al nominado de Trump para la Fiscalía General, el senador republicano Jeff Sessions.
Trump nombró como nueva fiscal general en funciones a Dana Boente, hasta ahora fiscal para el distrito este de Virginia.
"Ha llegado el momento de ponernos serios para proteger a nuestro país. Imponer un escrutinio más duro a individuos que viajan desde siete países peligrosos no es extremo. Es algo razonable y necesario para proteger a nuestro país", agregó la Casa Blanca.
En el comunicado, la Casa Blanca también calificó a Yates como "débil"en lo que a seguridad fronteriza se refiere y "muy débil"frente a la inmigración ilegal.
En una carta enviada a los abogados y fiscales del Departamento de Justicia, Yates dijo no estar "convencida"de que la orden ejecutiva de Trump fuese "legal"por lo que les ordenaba no defenderla frente a las demandas interpuestas contra ella.
Boente, la nueva fiscal general en funciones, se declaró "honrada"de servir a Trump hasta que Sessions sea confirmado.
"Defenderé y haré cumplir las leyes de nuestro país para asegurar que nuestra gente y nuestro país estén protegidos", agregó.
Yates dijo no estar "convencida"de que la orden ejecutiva de Trump sea "legal".
La fiscal general en funciones de Estados Unidos, Sally Yates, ordenó hoy a los abogados del Departamento de Justicia que no defiendan en los tribunales el veto a inmigrantes y refugiados impuesto por el presidente, Donald Trump.
En una carta enviada a los abogados del Departamento de Justicia, Yates dijo no estar "convencida"de que la orden ejecutiva de Trump sea "legal".
Yates es una fiscal de la era del expresidente Barack Obama y sigue en el cargo a la espera de que el Senado estadounidense confirme al nominado de Trump para la Fiscalía General, el senador republicano Jeff Sessions.
"Soy responsable de velar porque las posiciones que tomamos en los tribunales sean consistentes con la solemne obligación de esta institución de buscar la justicia y defender lo que es correcto", afirmó la fiscal general en funciones en la misiva.
"En este momento, no estoy convencida de que la defensa de la orden ejecutiva sea consecuente con estas responsabilidades ni estoy convencida de que la orden ejecutiva sea legal", agregó.
Por eso, Yates ordenó a los abogados del Departamento de Justicia que no defiendan la orden ejecutiva en las demandas interpuestas en su contra en Virginia, Nueva York, Massachusetts, el estado de Washington y California, como mínimo.
"Mientras siga como fiscal general en funciones, el Departamento de Justicia no presentará argumentos en defensa de la orden ejecutiva, a menos y hasta que esté convencida de que sería apropiado hacerlo", concluyó Yates.
El presidente Trump, que no se ha pronunciado aún sobre la decisión de Yates, tiene competencias para despedirla, pero el cargo quedaría entonces vacante hasta la confirmación de Sessions.
Trump ha causado una enorme controversia y ha soliviantado a medio mundo con la orden ejecutiva que firmó el pasado viernes, como herramienta para luchar contra el terrorismo yihadista.
El decreto ley suspende el ingreso en EEUU de todos los refugiados durante 120 días, así como la concesión durante 90 días de visados a siete países de mayoría musulmana con historial terrorista -Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán- hasta que se establezcan nuevos mecanismos de vigilancia más estrictos.
Obama rompió precisamente hoy su silencio al afirmar que "no está de acuerdo con la noción de discriminar a los individuos debido a su fe o religión", de acuerdo con su portavoz, Kevin Lewis
EFE
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