Elecciones en Francia
La derecha francesa consagra a Wauquiez como su nuevo líder
Triunfa en las primarias con un discurso identitario y conservador.
Triunfa en las primarias con un discurso identitario y conservador.
La derecha francesa elige liderazgo para plantar cara a quien ha logrado descomponer a los grandes partidos de Francia, el presidente Emmanuel Macron. El partido heredero de De Gaulle, Chirac y Sarkozy ensaya su enésima reinvención sin ninguna garantía de éxito. Con los socialistas desnortados y el Frente Nacional lleno de líos internos, Los Republicanos (LR) quieren zanjar de una vez por todas sus disputas después del calvario del candidato fallido François Fillon, eliminado en la primera vuelta de las últimas presidenciales tras su escándalo de empleos ficticios.
El encargado de sacar a la formación conservadora del túnel es Laurent Wauquiez, halcón del ala más conservadora del partido, de 42 años, que se dispone a tomar el relevo después de ganar en primera vuelta el proceso de primarias con el 74,6% de los votos. La decisión fue adoptada entre un censo de más de 200.000 militantes, que fueron invitados a pronunciarse a través de un voto electrónico que arrancó el sábado y terminó anoche, algo sin precedentes en Francia ya que cualquier miembro del partido podía votar desde un móvil u ordenador a través de unos códigos personales. Según la dirección de LR, sólo 99.597 personas participaron.
Con todos los líderes históricos del partido (Sarkozy, Juppé, Fillon...) fuera de juego por distintos motivos, la elección se hizo entre perfectos desconocidos del gran público. Frente al derechista y vencedor Wauquiez, concurrieron la ex fillonista Florence Portelli (39 años y 16% de los sufragios), y el candidato jupeísta Maël de Calan (36 años y 9% de apoyos). Tres figuras jóvenes con poco tirón que han sudado para poder llenar de militantes pequeñas salas de conferencias en una campaña anodina y con muy poca repercusión mediática.
Con la elección de Wauquiez comienza ahora un largo recorrido en el que no va a tener nada fácil su posicionamiento frente a Macron tras la fuga de nombres de Los Republicanos a las filas macronistas, emulando a figuras como la del primer ministro, Edouard Philippe. De ideales muy conservadores en temas sociales, Wauquiez fue portavoz de uno de los gobiernos de Sarkozy, ministro delegado para asuntos europeos, y preside actualmente la región Auvernia-Ródano-Alpes, cargos medios que no le han otorgado una gran repercusión hasta el momento. Sus guiños a los votantes del Frente Nacional para reconstruir un gran polo de derechas que plante cara a Macron le han valido una imagen de duro y antipático entre gran parte de la opinión pública, algo que llevan tiempo anunciando los que piensan que hay que hacer una oposición más constructiva en algunos asuntos junto a la mayoría presidencial de En Marcha. Wauquiez es, ante todo, un duro del partido que habla sin complejos de las «raíces» y la «identidad cristiana» de Francia, un país que, advierte, «no es un territorio abierto a todos los vientos financieros y migratorios». Ahora, los militantes deben decidir si confían en esa línea identitaria, alejada de las raíces del gaullismo clásico, para liderar el enésimo intento de Los Republicanos en tiempos del hiperpresidente Emmanuel Macron.
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