Nuevo orden

Putin elogia los esfuerzos de Xi Jinping para lograr una paz en Ucrania

La inquebrantable alianza sinorrusa defiende "la justicia y un orden mundial democrático frente al caos global".

En su primer viaje al extranjero después de haber sido investido para un quinto mandato en el Kremlin, Vladimir Putin aterrizó el jueves en Pekín en una misión que está siendo estrechamente vigilada. Con esta visita de Estado Putin espera asegurar el respaldo de la segunda economía mundial en su prolongado esfuerzo bélico en Ucrania, al tiempo que busca apoyo financiero que le ayude a contrarrestar el aislamiento internacional al que se enfrenta, debido a las sanciones impuestas por Occidente. Los “viejos amigos” han destacado sus lazos como una fuerza estabilizadora para preservar la paz mundial, presentándose como una alternativa a la influencia occidental y como voces unidas en un mundo caracterizado por la incertidumbre y el caos.

En medio de una atmósfera cargada de expectación, Putin fue recibido con todos los honores militares en el Gran Salón del Pueblo, la solemne sede de la legislatura ubicada junto a la plaza de Tiananmen, en el corazón de la capital. En el encuentro subsiguiente, Xi expresó sus felicitaciones a Putin por su reelección y juntos celebraron el 75 aniversario de las relaciones diplomáticas que se forjaron entre la antigua Unión Soviética y la República Popular China, tras el ascenso al poder de esta última en una guerra civil en 1949.

"Pese a algunos altibajos, nuestras relaciones han ido fortaleciéndose y han resistido la prueba del cambiante panorama internacional. Somos un buen ejemplo para otras potencias en cuanto a respeto y franqueza. El desarrollo de nuestros lazos favorece a la paz, la estabilidad y la prosperidad de la región y del mundo", aseguró Xi en la cita a puerta cerrada. El anfitrión recordó que se han reunido "más de cuarenta veces", una cifra notablemente superior a sus encuentros con otros mandatarios internacionales.

En este escenario de diplomacia teñida de "realpolitik", los líderes subrayaron su compromiso con la resonada relación "sin límites", un pacto sellado en 2022 justo antes de que Rusia iniciara su controvertida invasión en Ucrania. En su intervención, Xi señaló que «siempre trabajará con Rusia como buen vecino, amigo y socio» para salvaguardar «la equidad y la justicia», mientras ambos firmaban una declaración conjunta para profundizar en la cooperación estratégica. En respuesta, Putin destacó que «juntos defendemos los principios de justicia y un orden mundial democrático que refleja las realidades multipolares, y se basa en el derecho internacional».

Conscientes de los desafíos y las presiones que enfrentan, los aliados reafirmaron su determinación de trabajar capitalizando sus respectivas fortalezas y de seguir construyendo una asociación sólida basada en su visión compartida, por lo que plasmaron este compromiso en una declaración conjunta. Ahora, todas las miradas se dirigen hacia las acciones concretas que emprenderán para materializar esta visión y fortalecer aún más su relación, mientras aspiran a intensificar la colaboración en el ámbito militar, ampliando el espectro de ejercicios conjuntos y consolidando la cooperación en materia de seguridad.

Tanto Pekín como Moscú han enfatizado la importancia de evitar cualquier acción que pueda prolongar las hostilidades y llevar a una escalada descontrolada en el conflicto en Ucrania. Ambos interlocutores creen que, para resolver definitivamente dicha crisis, “es necesario eliminar las causas profundas, adherirse al principio de indivisibilidad de la seguridad y tener en cuenta los legítimos intereses y preocupaciones en materia de seguridad”. En vísperas de la visita, Putin declaró que está dispuesto a negociar sobre el conflicto. “Estamos abiertos al diálogo, pero deben tener en cuenta los intereses de todos los países implicados, incluido el nuestro”. La gira de Putin se produce en un momento en que las fuerzas de su país han impulsado una ofensiva en la región ucraniana de Kharkiv, en el noreste del país, la incursión fronteriza más importante desde que se inició la invasión a gran escala, obligando a casi 8.000 personas a huir de sus hogares.

Desafío diplomático

La invasión de Ucrania ha planteado un desafío diplomático para China, que se encuentra en una posición incómoda al tener que equilibrar sus intereses geopolíticos y su política de no injerencia en los asuntos internos de otros países. En febrero de 2023, Pekín dio a conocer un plan de paz de doce puntos para resolver el conflicto, que fue rápidamente rechazado por Kiev y Washington por considerarlo inviable.

A pesar de las solicitudes del Kremlin, el régimen comunista ha rechazado públicamente brindar ayuda militar para respaldar la guerra liderada por Moscú. Esta negativa se debe en parte a la preocupación de desencadenar una fuerte reacción por parte de Estados Unidos y Europa. Dada la tensión existente por temas como el comercio o los derechos humanos, un apoyo militar al Kremlin podría agravar aún más estas relaciones y socavar su credibilidad en el escenario mundial. Los expertos señalan que la guerra ha tenido un impacto limitado en las relaciones bilaterales, ya que sus lazos militares y simulacros conjuntos no han mostrado signos de deterioro desde la invasión.

La asociación estratégica emergente entre las naciones, que no mantienen una alianza formal ni una obligación de defensa mutua, ha generado profunda preocupación en Washington. Durante una visita de estado a Estocolmo en septiembre de 2023, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes estadounidense, Michael McCaul, la calificó como la amenaza "a gran escala" más grave que Europa y el Pacífico han enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial.

Esta asociación económica ha sido objeto de un minucioso escrutinio por parte de Occidente en los últimos meses. El líder chino regresó la semana pasada de una gira por tres países europeos, donde rechazó las críticas occidentales a los lazos de su país con Moscú, mientras aprovecha las importaciones rusas de energía y el acceso a vastos recursos naturales, incluidos los envíos constantes de gas a través del gasoducto Power of Siberia.

El salvavidas del Sur Global

La resiliencia de la economía rusa frente a las sanciones occidentales se ha visto impulsada por su búsqueda de nuevos horizontes en el Sur Global, con un enfoque especial en Asia y, en particular, en su estrecha relación con China. El comercio bilateral entre ambos países superó los 240.000 millones de dólares el año pasado, eclipsando no solo las relaciones económicas y comerciales previas con la UE, sino también reviviendo en gran medida la industria militar rusa a través de importaciones clave como máquinas herramienta, piezas de aviones no tripulados y semiconductores procedentes de China.

Por otra parte, ambas potencias se han alineado en instituciones multilaterales para oponerse a la influencia estadounidense en el mundo. Del mismo modo, han creado sus propias asociaciones, como los BRICS (junto a Brasil, India y Sudáfrica) y la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), para recabar el apoyo de los países en desarrollo. Desde su primera cumbre en 2009, el grupo BRICS ha sido un instrumento especialmente eficaz de influencia mundial, y su objetivo es promover la desdolarización para desafiar el dominio mundial del dólar estadounidense. A partir de 2024, Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos se han unido oficialmente al grupo.

Asimismo, las superpotencias han demostrado una tendencia a apoyarse mutuamente, o al menos a no oponerse, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde ambas son miembros permanentes con derecho a veto. Desde 2004, ninguno de los dos ha vetado una resolución del Consejo de Seguridad sin contar con el respaldo del otro. Si bien tienen intereses diferentes en Asia Central -con Rusia centrada en apoyar la seguridad y estabilidad política de las antiguas repúblicas soviéticas aliadas, y China enfocada en fortalecer los lazos comerciales y el desarrollo económico- han logrado evitar conflictos entre sí y han colaborado para mantener la seguridad regional a través de la OCS.