Oriente Medio
Israel promete acabar con el "Bin Laden de Gaza", el líder de Hamás detrás de los atentados
Se cree que Yahya Sinwar permanece oculto en un centro de mando ubicado en los subterráneos de un hospital de la Franja
Yahya Sinwar, líder de Hamás y cerebro de los atentados del 7 de octubre, está en el punto de mira de las fuerzas armadas israelíes como el objetivo al que más prisa tienen por eliminar.
Tanto es así que Israel se ha comprometido públicamente a encontrar y matar al que han considerado el "Bin Laden de Gaza". Se cree que puede estar refugiado en un centro de mando que mantiene la organización terrorista palestina en los subterráneos de un hospital de la Franja.
El sábado el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, le acusó de estar actuando como un "pequeño Hitler en un búnker" al permanecer escondido mientras se suceden los enfrentamientos entre su ejército y los combatientes de Hamás. "No le importa su pueblo", criticó el mandatario.
Más tarde, el portavoz militar de Israel, el teniente coronel Richard Hecht, fue quien lo comparó con el desaparecido líder de Al Qaeda y cerebro de los atentados del 11S. "Yahya Sinwar es la cara del mal. Él es el cerebro detrás de esto, como lo fue Bin Laden", defendió el alto cargo.
Como parte del plan para encontrarlo, las autoridades de Israel han instado a los civiles que viven en la Franja -o vivían hasta verse desplazados por la violencia de los combates- a desvelar su paradero o a matarle y entregar ellos mismos el cuerpo del líder de Hamás para que así pudiera acelerarse "el fin de la guerra".
Este hombre, de 61 años, es el fundador de la rama militar de Hamás y de su servicio de inteligencia. Desde 2017 está considerado su líder indiscutible.
Cuando el ejército israelí lanzó a su búsqueda como consecuencia de los asesinatos del mes pasado, desde la organización islamista radical difundieron un video antiguo en el que aparecía arengando a a sus partidarios con un "de nosotros aquí en Gaza nunca obtendrán nada más que armas y fuego. (...) nada más que muerte y asesinato".
Nacido en un campo de refugiados, fue capturado y condenado a 426 años de prisión en 1989 por el asesinato de dos soldados israelíes. Logró la libertad tras ser uno de los más de 1.000 prisioneros que fueron liberados en un acuerdo de intercambio de presos al que se llegó en 2011 para asegurar la liberación de un soldado israelí que fue secuestrado.