Demanda de Sudáfrica
Israel declara en el tribunal de La Haya que “no todos los conflictos son genocidas”
El asesor jurídico del Ministerio de Exteriores israelí, Tal Becker, asegura que Sudáfrica muestra "una historia extremadamente distorsionada"
En el segundo día de audiencia del juicio en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de las Naciones Unidas en La Haya, Países Bajos, fue el turno de Israel de defenderse de la acusación de genocidio promovida por Sudáfrica.
El primero en tomar el podio fue el asesor jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, Tal Becker, quien dijo que Sudáfrica presentó el jueves "una historia extremadamente distorsionada".
“Las acciones militares de Israel en Gaza son actos de autodefensa contra Hamás y otras organizaciones terroristas (…) Si ha habido actos que pueden caracterizarse como genocidas, entonces han sido perpetrados contra Israel. Si hay preocupación por las obligaciones de los estados bajo la Convención sobre Genocidio, entonces es en relación con sus responsabilidades de actuar contra la agenda de aniquilación orgullosamente declarada por Hamás, que no es un secreto y no está en duda”, dice Becker.
Dijo que Israel está comprometido a cumplir la ley en la guerra, "pero lo hace frente al absoluto desprecio de Hamás por la ley".
Sostuvo también que el “sufrimiento atroz” de los civiles, tanto israelíes como palestinos, es el resultado de la estrategia de Hamás, mientras que las exigencias de Sudáfrica de que Israel detenga la guerra dejarían a Israel indefenso.
El profesor Malcolm Shaw, el letrado británico líder de la defensa israelí, señaló que los civiles sufren en todos los conflictos armados "especialmente cuando un bando ataca a los civiles y no se preocupa" por el bienestar de los civiles de su propio bando.
“No todos los conflictos son genocidas. El crimen de genocidio en el derecho internacional y en la Convención sobre el Genocidio es una manifestación singularmente maliciosa y se destaca entre las violaciones del derecho internacional como el cenit del mal, el crimen de los crímenes, la máxima maldad”, argumentó Shaw.
“Si las acusaciones de genocidio se convirtieran en moneda común en los conflictos armados dondequiera que ocurrieran, la esencia de ese crimen se perdería”.
Sobre las declaraciones incendiarias de algunos ministros israelíes, incluido el primer ministro, Shaw dijo: "Producir citas aleatorias que no se ajusten a la política gubernamental es, en el mejor de los casos, engañoso". Y mostró otras citas de Benjamin Netanyahu en las que afirmaba que se debía prevenir un desastre humanitario e indicaba posibles soluciones para el suministro de agua, alimentos y medicinas a Gaza, por ejemplo. Recalcó también que solo el pequeño gabinete de guerra determina la política israelí en la contienda y lo que digan los demás políticos, si bien no hay que ignorarlo, no es relevante para la presente acusación.
Ataques dirigidos a objetivos militares
Shaw también citó las directivas del Ejército vigentes desde el 7 de octubre, en una de las cuales dice: "'Los ataques se dirigirán únicamente contra objetivos militares, respetando los principios de distinción, proporcionalidad y tomando precauciones en los ataques para reducir los daños colaterales'; esto es una directiva que vincula a todas las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)”.
La doctora Galit Raguán tomó el podio y al tribunal que la conducta israelí de advertir a los civiles palestinos que evacuen las zonas de guerra y proporcionar ayuda humanitaria demuestran que ni siquiera hay plausibilidad en las afirmaciones de genocidio de Sudáfrica. Y mucho menos son la causa del genocidio, como argumentó la acusación.
Raguán ofreció pruebas de estas prácticas, así como del uso generalizado por parte de Hamás de la infraestructura civil en Gaza. Explicó que es esta estrategia militar deliberada de Hamás la verdadera fuente de daño civil en Gaza y no cualquier supuesta campaña genocida.
Enumeró esfuerzos israelíes para facilitar la ayuda humanitaria, incluidas ambulancias, incubadoras para hospitales, el suministro de alimentos, agua y medicinas, el establecimiento de cuatro hospitales de campaña y dos hospitales flotantes en el Mar Mediterráneo, y dijo que esto desmiente totalmente la noción de que Israel está tratando de destruir al pueblo palestino en Gaza. Añadió que Hamás roba ayuda humanitaria.
“¿Israel retrasaría su operación terrestre durante semanas, invertiría enormes recursos para decirle a los civiles dónde, ¿cuándo y cómo [evacuar] y abandonar las zonas de combate?”, pregunta Raguán, diciendo que, si Israel estuviera buscando cometer genocidio, no “mantendría un equipo dedicado de expertos cuya única función sea entregar ayuda, a pesar de haber sido atacados” el 7 de octubre.
Aceptar la acusación y envalentonar a los terroristas
El doctor Guilad Noam, al presentar los argumentos finales, dijo a la corte que si acepta las afirmaciones de Sudáfrica eso envalentonaría a los grupos terroristas y les proporcionaría cobertura para cometer crímenes contra la humanidad en el futuro.
"Aceptar la solicitud del solicitante debilitaría los esfuerzos para castigar el genocidio y, en lugar de que [el tribunal] sea un instrumento para prevenir los horrores terroristas, lo convertiría en un arma en manos de grupos terroristas que no respetan la humanidad ni el Estado de derecho", dijo Noam.
Conceder la solicitud de medidas provisionales de Sudáfrica, que pide el alto el fuego en Gaza, “sería una señal para los grupos terroristas de que pueden cometer crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad y luego buscar la protección de este tribunal”, concluyó.
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