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La injerencia rusa se cierne sobre las elecciones europeas del mes de junio
Sale a la luz una presunta trama de sobornos en seis países europeos
La Eurocámara vive la cuenta atrás para las próximas elecciones europeas. (entre 6 y 9 de junio según los países) ,sumida en un clima de incertidumbre por el auge de partidos euroescépticos, y con los ojos puestos en las prioridades de la próxima legislatura que estará centrada previsiblemente en el impulso de la industria armamentística europea, con el telón de fondo de la guerra en Ucrania. En las últimas semanas asistimos a una retórica bélica por parte de los dirigentes europeos inédita en las últimas décadas. El mensaje casi unánime es que, si los europeos no son capaces de pararle los pies a Putin en Ucrania, dentro de unos años un país europeo puede ser invadido por Rusia y la guerra volverá al Viejo Continente.
Aunque a simple vista no lo parezca, en la capital comunitaria se cree que los dos temas están relacionados y que la maquinaria del Kremlin quiere desestabilizar al club comunitario a través de sus conexiones con los partidos menos proclives al proyecto de integración europeo. No sólo se trata de ejércitos de bots difundiendo noticias falsas a través de internet para desestabilizar las democracias europeas, sino también de eurodiputados siendo untados por la maquinaria de Vladimir Putin.
Hasta seis países europeos -Alemania, Francia, Bélgica, Hungría, Polonia y Países Bajos- parecen estar involucrados en una trama que se originó en un portal de noticias radicado en la República Checa, 'Voz de Europa', que ha difundido en los últimos años propaganda prorrusa a través entrevistas a políticos europeos, a quienes se les pagaba por ello.
Según las investigaciones deTomasz Piatek, periodista polaco, el portal perteneció primero al oligarca ucraniano prorruso Viktor Medvedchuk, arrestado en Ucrania y objeto de un intercambio por prisioneros de guerra ucranianos, debido a su amistad con Vladimir Putin. Después, este supuesto medio de comunicación fue posteriormente gestionado por un polaco, un agente de seguridad de profesión, que también se encargó de difundir noticias en contra de Ucrania.
Según la prensa checa, el portavoz de política exterior del partido alemán de extrema derecha Alternativa para Alemania y cabeza de lista al Parlamento Europeo, Petr Bystron, aceptó 25.000 euros a cambio de difundir información falsa para influir en la campaña electoral a los comicios. Unas acusaciones que el interesado niega.
El eurodiputado Maximilian Krah, del mismo partido, también se ha pronunciado tras ser relacionado con 'Voice of Europe'. Asegura que tan sólo ha concedido entrevistas a este portal de noticias, sin haber recibido a cambio ninguna contraprestación económica. El nombre de Krah también vuelve a aparecer en otro asunto que no huele demasiado bien. Uno de sus asistentes, Jian G, está acusado de facilitar al servicio de inteligencia chino información sobre decisiones del Parlamento Europeo y fue arrestado el pasado 23 de abril en la localidad de Dresde (Alemania) "Se le acusa de un caso especialmente grave de trabajar para un servicio secreto extranjero", asegura el comunicado de la Fiscalía alemana.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, declaró que si se demostraban las acusaciones , se trataba de “un ataque a la democracia europea desde dentro”.
“Quienquiera que emplee a un miembro del personal de este tipo también tiene responsabilidad por ello” aseguró la ministra como una mensaje directo al eurodiputado alemán que incluso ha sido interrogado por el FBI. Krah lo niega y ha acusado a las autoridades de estar calumniándole. También defiende a su asistente.
Pero la injerencia rusa no sólo termina en la República Checa y Alemania. Bélgica también ha aportado nuevos datos sobre este escándalo. El Primer Ministro, Alexander De Croo, ha explicado que servicios de inteligencia belgas han confirmado la “existencia de una red de injerencia prorrusa con actividades en varios países europeos” que está “sujeta a enjuiciamiento” en el país. “Los pagos en efectivo no tuvieron lugar en Bélgica, pero la injerencia sí”, aseguró De Croo en rueda de prensa antes de que este tema fuera abordado en la última cumbre europea.
De Croo se ha puesto en contacto Presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, así como con la Presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y ha solicitado también a Eurojust, la agencia comunitaria para la cooperación en materia de justicia penal, que "se reúna y discuta este asunto urgentemente".
De Croo también pretende que las autoridades europeas encargadas de este tema se pongan manos a la obra y examinar si los mandatos tanto de la Fiscalía Europea (EPPO) como de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) pueden permitir un "procesamiento" en el caso. El Gobierno belga también propone que, en caso de que el margen de maniobra de estos organismos no les permita intervenir, se estudie ampliar estos mandatos para que puedan adquirir nuevas competencias.
En su última sesión plenaria de la legislatura antes de las elecciones, el Parlamento Europeo aprobó una dura resolución en la que se piden castigos. El texto propone una investigaciones internas concienzudas sobre los posibles casos de injerencia; cursos de formación obligatorios sobre seguridad para eurodiputados y personal y mecanismos de habilitación de seguridad adecuados, además de un mayor control a la hora de contratar personal, ya que los asistentes de los eurodiputados son puestos de confianza.
La resolución también incluye “supuestos contactos intensos y el número de reuniones entre los agentes responsables de la injerencia rusa en un grupo secesionista catalán”. El texto recuerda en concreto, las revelaciones sobre encuentros de Carles Puigdemont con un antiguo diplomático ruso en vísperas del referéndum ilegal de Cataluña del 1 de octubre de 2017.