Georges Salines, padre de Lola, asesinada en Bataclán: «Salah Abdeslam no va a hablar. Nunca»

Georges Salines no sabía que su hija estaba en Bataclan la fatídica noche de los atentados coordinados de París, pero ahora, un año después, conoce exactamente el lugar en el que se encontraba: “En la primera planta, en la pista, frente al escenario”. Ese mismo 13N, comió con ella, una joven prometedora que trabajaba en una editorial.

Fueron los últimos minutos que pasó con Lola, esa noche su vida se apagó por culpa de tres yihadistas franceses miembros del Estado Islámico. Este médico, es el presidente de 13N: Fraternité et Verité, la asociación de víctimas que más personas ayuda (600) y ha escrito un profundo libro, que le ha servido de terapia: “”L’Indicible de A à Z”, éditions du Seuil”. Salines, a pesar de toda la aflicción que se concentra en este primer aniversario reconoce no tener odio.

-Me imagino que aún no se ha recuperado de la pérdida, ¿pero cómo ha asumido todo lo que ha pasado? ¿Cómo ha sido este primer año?

-Con mucha dificultad. Lo asumes porque lo tienes que asumir. Pero le aseguro que ya que he decidido vivir, lo estoy haciendo lo mejor que puedo. Estoy muy involucrado en saber la verdad, en tratar de ayudar a otras víctimas, en luchar por sus derechos, por eso fundé la organización 13N: Fraternité et Verité y también escribí el el libro “Lo indecible (en castellano)” para ahondar en las palabras que no podía pronunciar al principio. Mi hija, la vida, el terrorismo, la política...

-Creo que es alucinante cómo ha transformado sentimientos como el odio, la ira y el miedo en algo positivo como escribir un libro, ayudar a los otros... ¿Cómo ha sido esta evolución?

-No sé exactamente cómo ha sido. Creo que ha sido natural en mí, no soy alguien que odie, no me enfado fácilmente, siempre estoy calmado y pienso mucho. Honestamente, creo que la única manera de combatir el terrorismo es estar muy orgulloso de nuestros valores como la democracia y la libertad, el diálogo... Esto es muy importante porque uno de las maneras en que el Daesh recluta es aprovechándose de los jóvenes musulmanes que se sienten marginados, rechazados por la sociedad... Un factor muy importante en la lucha antiterrorismo es la inclusión.

-¿Está satisfecho con la investigación por parte de las autoridades francesas?

-De momento estamos a mitad de camino del juicio. Que va a ser largo y por ahora, los jueces me han dicho recientemente que la investigación no se ha completado, está a la mitad. Todavía tenemos mucho que averiguar, por ejemplo esta semana pasada se supo que Ossama Ahmad Atar es el principal líder de la red de los yihadista de París. Aun tenemos que esperar, pero estoy bastante confiado en que sabremos mucho más de la organización terrorista que orquestó los ataques.

-¿Y la respuesta de las autoridades de los ataques?

-A este respecto, qué exactamente ocurrió durante la noche del 13 al 14 de noviembre, aun hay tres cuestiones que no se han respondido y para ello se ha creado una comisión. Sabemos a grandes rasgos cómo se sucedieron los hechos pero, por ejemplo, no tenemos precisión de qué pasó entre las 22:00 y las 22:20. Desde que Sami Amimour fue disparado por un agente de Policía y él explotó su cinturón bomba. La mayor parte del tiroteo ocurrió antes. Sin embargo, se dispararon unos 60 tiros entre las 22:00 y 22:20 y no sabemos con exactitud si alguien murió después de las diez de la noche. Tampoco, conocemos con exactitud el momento en el que algunos de los heridos finalmente murieron. Por tanto, ¿se pudo haber sido más rápida la operación para garantizar la seguridad en Bataclan? ¿Y el rescate? ¿Se hubieran salvado algunas vidas? Es decir, todavía quedan asuntos sin resolver. Son relativamente marginales, realmente casi todo el mundo murió entre las 21:47 y 21:59. En los primeros doce minutos se dispararon más de 500 tiros, y ahí es donde la mayoría de las víctimas falleció.

-Y el hecho de que los yihadistas del Bataclan fueran franceses que habían estado en Siria, ¿no le molesta?

-Sí. Casi todos, se fueron a Bélgica, los ataques se planearon desde Molenbeek, Bruselas, y se orquestaron en Francia. Obviamente, hubo una brecha de seguridad en Europa. Esta gente viajó a Siria y muy fácilmente se podría haber intercambiado información entre las policías de los distintos países. No fueron eficientes y esto se tiene que arreglar.

-Salah Abdeslam sigue en la cárcel pero se niega a hablar. Sus abogados ya no le van a representar. ¿Son estas malas noticias para ustedes? Este joven sabe con exactitud qué sucedió...

-Él sabe muchísimo, tuvo un rol muy importante en los ataques y sería mucho mejor si hablara, pero... Afortunadamente, hay muchos otros detenidos que sí están largando, así que la investigación sigue avanzando. Además, con toda la información de los móviles, las tarjetas de memoria, los ordenadores... Se podrá reconstruir y obtener el panorama general, a pesar de que Salah Abdeslam no hable. Que no hablará.

-¿No cree que colabore?

-No lo creo, no hablará nunca.