En el complejo entramado político de Indonesia, surge con determinación la figura del ex general Prabowo Subianto, quien se perfila como futuro presidente del país, a pesar de su pasado turbio como hombre fuerte del ejército durante la dictadura. Su ambición inquebrantable de alzarse con el mando de la tercera democracia más grande del mundo y de liderar el emergente gigante económico, le ha llevado a un posible camino hacia la victoria en primera vuelta, captando el respaldo de una parte significativa del electorado indonesio.

En el marco de unos comicios de proporciones titánicas, el país vivió el miércoles una jornada histórica a pesar de las adversidades causadas por las fuertes tormentas e inundaciones, con más de doscientos millones de ciudadanos decididos a participar en lo que se denominó la "fiesta de la democracia". Cerca de 259.000 candidatos se lanzaron a la contienda, en una encarnizada batalla por los 20.600 codiciados puestos políticos diseminados a lo largo del vasto archipiélago de 17.000 islas. Sin embargo, el enfoque se ha centrado en la apasionante carrera por suceder al popular presidente Joko Widodo, cuya influencia es determinante para el futuro del país. Los resultados oficiales pueden tardar en publicarse hasta 35 días, el máximo plazo permitido por la ley.

La figura de Prabowo se erige como protagonista destacado, cuyo ascenso al timón es de vital importancia, ya que su liderazgo podría moldear el destino de una nación de considerable relevancia global. Los "recuentos rápidos", meticulosamente realizados por diversas organizaciones tras el escrutinio, sugieren que el militar ha logrado reunir los votos necesarios para evitar una segunda vuelta electoral en junio, donde se enfrentaría a Ganjar Pranowo o Anies Baswedan, sus contendientes más cercanos.

A pesar de sus ambiciones políticas, Prabowo ha experimentado varias derrotas consecutivas en su búsqueda incansable por el poder. De hecho, en 2009 se postuló para la vicepresidencia junto a la ex presidenta Megawati Sukarnoputri, apoyándose en su postura de línea dura y respaldado por su pasado en las fuerzas especiales indonesias, los Kopassus. Sin embargo, esta primera incursión resultó en un rotundo fracaso. No dispuesto a rendirse volvió a presentarse en 2014 como candidato principal, pero su oponente era "Jokowi", un político más joven y moderno, por lo que solo logró obtener el 46% de los votos, enfrentando así otro revés en la arena política.

En esta ocasión, el propio Jokowi sorprendió al brindar un apoyo tácito al veterano de setenta y dos años perteneciente a la antigua élite gobernante, en lugar de respaldar al candidato de su propio partido. Es significativo que Prabowo haya seleccionado como su compañero de fórmula a Gibran Rakabuming Raka, el hijo de treinta y seis años del líder y actual alcalde de la ciudad natal del mandatario, lo cual no parece ser una simple coincidencia.

Biografía

Conocido como el "general TikTok" por su afán de atraer el voto joven a través de las redes sociales, y a pesar de su rol como ministro de Defensa, Prawobo ha buscado reinventarse y ofrecer una imagen más conciliadora que lo distancie de su turbio historial. Sin embargo, el ex yerno del dictador Suharto enfrenta acusaciones de supervisar secuestros de activistas prodemocráticos y de ser el responsable de atrocidades en la provincia de Timor Oriental en la década de 1990, arrojando una sombra ominosa sobre su trayectoria.

Con todo, en los bastidores del ámbito político sus adversarios no dejan de señalar su pasado. Nacido en 1951 en el seno de una de las familias más opulentas del país, cuya prosperidad se forjó durante los años de la dictadura, su linaje ha sido objeto de escrutinio. Su abuelo, erigido como el fundador de uno de los principales bancos de la nación, el BNI, y su hermano, el influyente empresario Hashim Djojohadikusumo, quien ostenta un destacado puesto en la lista de los hombres más acaudalados de Asia según la prestigiosa revista Forbes, son pilares que han moldeado su entorno y cuya influencia se atribuye a su campaña política.

El futuro sucesor de Widodo se encontrará al frente de una economía en pleno auge, con un crecimiento impresionante y ambiciosos proyectos de infraestructura en marcha. Uno de los desafíos más destacados es la monumental tarea de trasladar la capital de Indonesia desde la congestionada Yakarta a la isla de Borneo, con un asombroso costo estimado que supera los 30.000 millones de dólares.

Indonesia goza de una ubicación geográfica estratégica y el hecho de pertenecer a organizaciones internacionales clave como las Naciones Unidas, el G20 y la ASEAN pone de relieve su importancia en los asuntos mundiales. En la región del sudeste asiático, donde las potencias mundiales se enfrentan desde hace mucho tiempo por cuestiones como la independencia de Taiwán, los derechos humanos, la presencia militar estadounidense y las acciones asertivas de Pekín en aguas disputadas, especialmente en el mar de China Meridional, este país representa un importante escenario tanto económico como político.

Bajo el liderazgo del presidente saliente, la política exterior de Indonesia ha adoptado una postura de evitar críticas abiertas tanto a Pekín como a Washington para mantenerse en un camino de no alineación con ninguna de las dos potencias. Este enfoque ha facilitado el comercio y las inversiones chinas en el país, incluido el desarrollo de un ferrocarril de alta velocidad de 7.300 millones de dólares financiado en gran parte por el gigante asiático. Al mismo tiempo, Yakarta ha intensificado la cooperación en materia de defensa y ha incrementado las maniobras militares con Estados Unidos.

Cómo gobernará Prawobo

Según los expertos, el nuevo líder posee una mayor destreza en asuntos de seguridad regional que su predecesor, por lo que se espera que adopte un enfoque más firme frente a las acciones marítimas de China, con el objetivo de posicionar a su país como un actor de gran relevancia en materia de seguridad a nivel regional y mundial. Y es que, como ferviente nacionalista de larga trayectoria, sostiene la convicción de que merece desempeñar un papel destacado en las instituciones globales, y no escatimará esfuerzos para asegurar una participación más activa en los principales foros internacionales, como el G20, las cumbres del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y otros eventos de envergadura similar.

Por otra parte, no hace mucho que ha manifestado su preocupación ante las acciones marítimas de Pekín, al elogiar el acuerdo AUKUS, una alianza trilateral entre Australia, el Reino Unido y Estados Unidos centrada en submarinos. No obstante, a pesar de su postura más enérgica, también ha expresado su intención de continuar con la estrategia de Jokowi de fomentar relaciones tanto con Washington como con Pekín, en aras de mantener un equilibrio diplomático.