Análisis
"El frente republicano contra la extrema derecha ya no existe en Francia"
Emiliano Grossman, profesor de la Universidad Sciences Po, alerta de que el país camina hacia la ingobernabilidad dado que es poco probable que uno de los tres bloques logre la mayoría en las legislativas
¿El buen resultado de Reagrupamiento Nacional (RN, heredero del antiguo Frente Nacional) en las recientes elecciones europeas se podrá trasladar fácilmente a las legislativas del 30 de junio y el 7 de julio, donde la participación electoral acostumbra a ser superior?
La participación superior es claramente desfavorable al RN. Típicamente en las elecciones europeas a los partidos «centristas» o de gobierno no les va tan bien. El problema es que el sistema partidario francés entró en una fase de recomposición importante en 2017 que aún no se terminó. Reagrupamiento Nacional hoy es uno de los principales partidos y seguramente tiene una mayoría relativa. El sistema electoral francés –mayoritario con dos turnos– exige poder primero llegar a la segunda vuelta (un voto de al menos el 12,5% de los electores inscritos) y segundo conseguir el apoyo de los candidatos que no se calificaron para la segunda vuelta. Hoy en día, la primera etapa parece fácil para el RN. La segunda etapa es lo que se está negociando estos días con Los Republicanos (LR) y el partido de Eric Zemmour (Reconquista). En principio, hoy en día una predicción de 30% de los escaños no parece irrealista (contra el 15% actualmente).
El presidente Emmanuel Macron aboga por el frente republicano contra la extrema derecha. ¿Hasta qué punto está desgastado después de tres elecciones presidenciales en 20 años en las que la ultraderecha ha pasado a la segunda vuelta?
El frente republicano ya no existe. La derecha hace tiempo que ya no tiene una posición clara al respecto. En 2017 y 2022 hubo muchos casos donde la derecha y también el partido de macron no retiraron sus candidatos en la segunda vuelta para apoyar a un candidato de izquierda con mejor perspectiva de victoria frente al RN. Al revés, la izquierda en varios casos también renunció a retirarse. Referirse a esa alianza histórica habla más de la desesperación del campo presidencial que de un teórico consenso republicano.
¿Qué hace del heredero político de Marine Le Pen al frente del partido, Jordan Bardella, un político tan popular en Francia?
Es un misterio para el estudiante de Comunicación Política que soy. No me parece ser particularmente experto sobre los temas clave o un buen comunicador. Debe de ser su juventud, su dinamismo: la buena persona en el buen lugar en el buen momento.
¿Los franceses ya no tienen miedo de que la ultraderecha llegue al poder?
Claramente, no. Hay que agregar que la ultraderecha moderó mucho su discurso y que ya no es tan ultraderecha. Le Pen «limpió» el partido de sus elementos neonazis y excluyó casi sistemáticamente todos los candidatos radicales que mostraron demasiada proximidad con la ultraderecha,
¿Ve inevitable una cohabitación entre el presidente Macron y Bardella como primer ministro y, en ese caso, en qué se diferenciaría de las anteriores con François Mitterrand y Jacques Chirac? ¿Macron trataría de mostrar las debilidades y incompetencia del Gobierno de ultraderecha?
La verdadera pregunta por el momento es si habrá una mayoría posible. La decisión de Macron aceleró el movimiento hacia un sistema partidario tripolar: un polo de «ultraderecha», un polo de centro/centro-derecha y un polo de izquierda. El polo del centro aparece como el más débil por el momento, pero hay mucha incertidumbre. En todo caso, si el RN y sus aliados no llegan a obtener una mayoría absoluta, lo que me parece probable, estaremos en una situación de ingobernabilidad desconocida en la historia de la V República francesa, con tres campos que se oponen entre ellos y un presidente de la República muy debilitado por su incapacidad de obtener una mayoría parlamentaria para apoyarlo.