Argentina
Fracasa en la ONU intento palestino por forzar la retirada de Israel
El Consejo de Seguridad de la ONU rechazó hoy una propuesta de resolución para exigir a Israel la retirada de los territorios palestinos, una iniciativa que lleva meses negociándose y que tenía pocas posibilidades de triunfar.
Ni siquiera fue necesario que la propuesta terminara con el veto de Estados Unidos, como ya se anticipaba en caso de que se aprobara por al menos nueve, puesto que le faltó uno para llegar a ese mínimo, aunque la votación arrojó algunas sorpresas.
Fue el pasado 26 de septiembre cuando, ante la Asamblea General de la ONU, el líder palestino, Mahmud Abás, anunció que pediría al Consejo de Seguridad una resolución para exigir un plazo para la retirada israelí de los territorios ocupados a las fronteras anteriores a la guerra de 1967.
Desde entonces han sido intensas las negociaciones para alcanzar ese texto, que llegó a contar con el apoyo de Francia, aunque el borrador final fue defendido exclusivamente por el grupo árabe en la ONU y presentado formalmente por Jordania.
El texto final exigía, entre otras cosas, la retirada israelí de los territorios palestinos antes de fines de 2017, fijando un plazo en el que insistió Abás cuando viajó a Naciones Unidas.
Estados Unidos ya había anunciado previamente que no estaba de acuerdo con la propuesta y se esperaba que, en caso de que fuera aprobada, la vetaría, ejerciendo el derecho que tiene ese país junto con Rusia, China, Francia y el Reino Unido.
Pero EE.UU. no tuvo que utilizar ese veto porque la propuesta recibió sólo ocho votos a favor.
El representante palestino ante la ONU, Riyad Mansur, invitado a la sesión, lamentó la decisión y acusó al Consejo de Seguridad de ser “incapaz” de asumir sus responsabilidades y estar “paralizado” para apoyar los esfuerzos mundiales que buscan la paz en Oriente Medio.
Mansur dijo que a partir de la decisión del Consejo, y ante la situación “insostenible y precaria” que se vive en la zona, “los dirigentes palestinos deben ahora analizar los siguientes pasos, y mañana se reunirán para decidirlos”.
Entre las naciones que apoyaron la propuesta se encontraba Francia, que había trabajado con Jordania para definir un borrador de resolución y buscar el consenso del Consejo de Seguridad antes de que llegara a su mesa.
El embajador galo, François Delattre, fue uno de los ocho representantes que emitió el voto a favor, uniéndose a Argentina, Chad, Chile, China, Luxemburgo, Rusia y, por supuesto, el país que llevó la propuesta, Jordania.
Delattre reconoció que el texto que llegó al Consejo no era “ideal” y tampoco se mostró conforme con el método utilizado, teniendo en cuenta que Francia quería asegurar el éxito de la iniciativa antes de que fuera votado.
“Hubiéramos preferido un enfoque consensuado”, agregó.
Pero Francia lo apoyó, dijo, convencido de que “hay que actuar con carácter urgente”, teniendo en cuenta que hasta ahora no se ha podido iniciar una negociación “creíble”.
Votaron en contra Estados Unidos y Australia, cuyos representantes insistieron en que la propuesta no estaba en línea con sus deseos de forzar una solución para el conflicto entre israelíes y palestinos por medio de negociaciones directas.
Pero entre los países que se abstuvieron se encontraba el Reino Unido, que suele coincidir con Estados Unidos en las decisiones del Consejo de Seguridad.
Tampoco fue apoyada la propuesta por Nigeria, que ha tenido simpatías con la causa palestina, ni por Ruanda, cuyo representante había dicho a los periodistas antes de entrar en la reunión que “votaría”, aunque al final se abstuvo.
En la hora y cuarto que duró la sesión no quedó claro por qué el grupo árabe decidió arriesgarse a llevar una propuesta ante el Consejo de Seguridad que tenía tan escasas posibilidades de triunfar.
El impulso para llegar a esa votación en Naciones Unidas ha venido los últimos días desde la dirección palestina de Ramala y no desde los pasillos de la ONU, donde los representantes árabes eran conscientes de las dificultades.
Horas antes de la reunión, los periodistas le preguntaron a la embajadora jordana, Dina Kawar, por qué se llevaba la propuesta a votación sin haber asegurado su éxito.
“Es una buena pregunta”, respondió Kawar, pero en lugar de contestarla le pasó la palabra al representante palestino, que estaba a su lado, quien se explayó en las urgencias que venía anotando Ramala.
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