Alemania
Los extremos políticos rentabilizan en Brandeburgo el malestar con el Gobierno de Scholz
La populista de izquierdas y prorrusa Sahra Wagenknecht aspira a ser la llave del nuevo Gobierno
Al igual que en Sajonia y Turingia, la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y la populista Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) confían en ser los triunfadores de las elecciones regionales que se celebran este domingo en el Estado alemán de Brandeburgo.
El candidato de la AfD, Hans-Christoph Berndt, se muestra muy confiado ante la jornada electoral. «Queremos convertirnos en la fuerza más fuerte y así poner fin al mandato de Dietmar Woidke», el primer ministro socialdemócrata este «Land» alrededor de Berlín, que suma ya once años en el cargo. Los datos le acompañan. En los pasados comicios de Brandeburgo de 2019, la AfD obtuvo el 23,5% de los votos y quedó en segundo lugar detrás del Partido Socialdemócrata (SPD). Ahora, las últimas encuestas, les sitúan en el 27%, solo por detrás de los socialdemócratas. Woidke ya ha anunciado su retirada si el AfD queda hoy por encima de los socialdemócratas.
Berndt, de 68 años y clasificado por la Oficina Estatal para la Protección de la Constitución como «claramente de extrema derecha» es, desde octubre de 2020, el líder del grupo parlamentario de AfD en el Parlamento regional de Potsdam. Doctor en Medicina, no es especialmente conocido ni popular en esta región y de ahí que, durante la campaña electoral, se apoyara en otros líderes de su formación como Alice Weidel, la colíder del partido.
Ahora bien, aunque ningún partido quiere hablar con el AfD sobre posibles pactos tras los comicios, Berndt no descarta conversaciones con cualquiera que consiga representación en el Parlamento regional, incluso con Los Verdes. «No debería haber cortafuegos», aseguró. A puerta cerrada, los integrantes de este partido no ocultan el hecho de que la discusión sobre los «cordones sanitarios» les beneficia. Si ahora no llegan a formar Gobierno, lo harán en las próximas regionales de 2029, aseguran convencidos.
Por su parte, la BSW espera un resultado de dos dígitos. Lo que está claro es que, después de las elecciones en Sajonia y Turingia, seguramente este partido «fundado en enero de 2024–, acceda al Parlamento regional de Brandeburgo. Como era de esperar, durante la campaña electoral, la BSW confió exclusivamente en su fundadora y homónima, Sahra Wagenknecht, dejando a su principal candidato, Robert Crumbach, juez laboralista y ex miembro del Partido Socialdemócrata, en un papel secundario. También, como era previsible, las cuestiones locales jugaron un pequeño papel en los discursos de Wagenknecht. A ella le preocupan las grandes cuestiones como la guerra y la paz, la migración irregular y, por supuesto, los temas nacionales.
Un resultado realmente positivo de este partido en Brandeburgo sería una clara señal para el Gobierno federal. De hecho, en Sajonia y Turingia, el BSW de Wagenknecht ocupa una posición clave para la formación de Gobierno, si se quiere dejar fuera a la ultraderecha y de ahí que las futuras conversaciones se estén manejando en Berlín. Lo mismo podría pasar tras las elecciones en Brandeburgo aunque, si el SPD de Woidke tiene un buen desempeño, este debería ser suficiente para reeditar una coalición con la CDU y Los Verdes. La duda ahora está en si los ecologistas serán capaces de superar el objetivo del 5% para acceder al Parlamento regional. Si los Verdes abandonaran el hemiciclo, entraría en juego la BSW. Una cosa es segura, mientras el cortafuegos de los demás partidos siga a favor del AfD, no habrá forma de eludir la alianza con Wagenknecht en el este alemán.
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