Francia
Brigitte Macron se pronuncia en contra de la “ortografía inclusiva”
La primera dama y exprofesora de francés se opone a que el idioma se altere deliberadamente para apaciguar a una minoría
Brigitte Macron ha advertido contra ‘le wokisme’ masacrando el idioma francés por parte de los consejos de la izquierda que intenta hacer cumplir términos neutrales en cuanto al género.
La primera dama, de 69 años, exprofesora de francés, sumó su poderosa voz a las furiosas guerras culturales entre quienes defienden ferozmente el idioma y sus formas masculinas y femeninas, y quienes quieren hacerlo más inclusivo.
La esposa de Emmanuel Macron, a quien le enseñó literatura y teatro cuando era un adolescente, aseguró que está orgullosa de la lengua francesa y no quiere que los académicos despiertos o los consejos de derecha la arruinen.
La educadora dijo que está del lado de la ‘mayoría silenciosa’, incluido el defensor oficial del idioma, la Académie Française, que no quiere ver que el idioma se altere deliberadamente para apaciguar a una minoría.
Brigitte aseguró que no se opone a que los adultos decidan cambiar de género, pero no quiere verlo en la gramática.
La famosa universidad de la Sorbona y el consejo socialista de París ahora están a favor de una ortografía inclusiva que convierte el ‘lenguaje del amor’ en un lío de guiones y letras apenas descifrable.
Por ejemplo, un maestro que se dirige a una clase de niños y niñas podría decir ‘chers étudiants’, porque la forma masculina tiene prioridad en la gramática cuando se usa para un grupo mixto. Pero en francés inclusivo moderno, eso se convertiría en ‘Cher-es étudiant-es’ cuando se escribe.
Dicho lenguaje ya ha comenzado a aparecer en documentos comerciales y del consejo. También se ha creado el neologismo ‘iel’ para evitar tener que usar el masculino ‘il’ o el femenino ‘elle’ que significan él, ella o eso.
La palabra ‘iel’ no significaba nada hasta que los progresistas la acuñaron como un híbrido de las dos formas, y la primera dama criticó el término el año pasado.
Ndiaye, una académica progresista que estudió previamente el racismo en EE UU mientras estaba en la Universidad de Virginia, cree que ‘hay dos pronombres, il y elle. El lenguaje es hermoso. Y dos pronombres están bien”.
Los tradicionalistas creen que los nuevos términos muestran cómo la cultura estadounidense se está infiltrando en el francés, que durante décadas ha estado tratando de resistirse a ser dominado por el inglés.
Este martes, Brigitte Macron visitó una escuela con su homóloga ucraniana, Olena Zelenski, y su ministro de Educación, Pap Ndiaye. Su nombramiento a principios de este año indignó a la derecha del Gobierno de coalición de Macron, señalando que el ministro había acusado a Francia de “racismo estructural” y diciendo que la Policía “participa en prácticas racistas”.
Pese a su progesismo Ndiaye, apoyó la posición de la prinera dama: “Ella es una exmaestra de literatura, por lo que es una veterana”. “Intercambio ideas con ella regularmente sobre muchos temas”, reveló.
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