Balcanes

La “guerra de las matrículas” amenaza con avivar la tensión entre Serbia y Kosovo

Pristina exigirá a la minoría serbia adoptar las placas kosovares a partir del 31 de octubre

Un hombre pasa junto a un mural de Vladimir Putin en una calle de Belgrado donde se lee «Kosovo es Serbia»
Un hombre pasa junto a un mural de Vladimir Putin en una calle de Belgrado donde se lee «Kosovo es Serbia»Darko VojinovicAgencia AP

El Gobierno kosovar insistió este martes en que el 31 de octubre todos los serbios que viven en Kosovo tendrán que empezar a usar en sus coches las matrículas oficiales del país, y no las emitidas por Serbia, y rechazó ampliar ese plazo de nuevo.

“Ya hemos pospuesto el plazo del 30 de septiembre al 31 de octubre. (...) Apelo a todos los ciudadanos a que cambien las matrículas por las legítimas”, declaró primer ministro de Kosovo, el ultranacionalista Albin Kurti, según el portal kosovar Koha.

Los medios locales llevan días informando de que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) han pedido a Kosovo que dé diez meses más para cambiar de matrícula, y evitar choques y tensiones.

En los últimos doce meses ha habido varios momentos de conflicto, incluso con despliegue de tropas en la frontera, debido a la exigencia de Kosovo de que los miembros de la minoría serbia usen los documentos oficiales kosovares.

Bajo la mediación de la UE, ambos países acordaron desbloquear su disputa con el reconocimiento mutuo de los documentos de identidad y aplazar hasta el 31 de octubre la aplicación de la norma sobre las matrículas.

Los 10.000 serbios de Kosovo que se estima poseen esas matrículas se niegan a aceptar la medida.

La pasada semana, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, pidió a los líderes de Serbia y Kosovo “garantizar la estabilidad y la seguridad”, ante el vencimiento del plazo.

La antigua provincia serbia de Kosovo, poblada por una mayoría albanesa, proclamó en 2008 su independencia, que Serbia no reconoce, y ambos países mantienen un difícil diálogo bajo el amparo de la UE para normalizar sus relaciones.