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Polémica

Batalla campal en el funeral de la periodista de Al Yazira

Choques brutales en Jerusalén entre policías y palestinos que daban su último adiós a la asesinada Shireen Abu Aqleh

Funeral ATEF SAFADIEFE

Cuando los asistentes al funeral de la periodista Shireen Abu Aqleh apenas habían iniciado la procesión hacia el cementerio en Jerusalén, la policía israelí cargó con dureza. Los concentrados, que ondeaban banderas palestinas y entonaban versos en su recuerdo, fueron golpeados con porras y gases lacrimógenos.

Unas diez mil personas marcharon por la ciudad santa para rendir homenaje a Abu Aqleh, que recibió un balazo en la cabeza durante una incursión del ejército israelí en Jenín el pasado miércoles. La convocatoria se inició en el Hospital de San José en el barrio de Sheikh Jarrah, donde se produjo la carga. Entre la tensión desatada y los golpes, el ataúd de la reconocida reportera de Al Jazeera casi cayó al suelo.

Pese a ello, la procesión siguió adelante, y los presentes entraron a la ciudadela amurallada por la puerta de Yafo. Le acabaron dando sepultura en el cementerio protestante del Monte Sión, junto a las tumbas de sus progenitores. En la etapa final del recorrido los agentes no hicieron acto de presencia: ondearon las banderas nacionales y se cantó en recuerdo de la “mártir Shireen”.

Las autoridades israelíes eran conscientes de que la marcha captaría la atención mundial. Enlas imágenes retransmitidas, no se percibió actitud agresiva de los presentes. Pero según el comunicado policial, “se lanzaron objetos y piedras contra los agentes, que tuvieron que repeler a los alborotadores y realizar arrestos para permitir que continuara el funeral”.

Según testimonios de un testigo palestino, “nos atacaron brutalmente porque llevábamos banderas palestinas y queríamos portarla (Shireen) a hombros hasta la ciudad vieja”. La Media Luna Roja informó que trataron a 33 palestinos heridos, seis de los cuales hospitalizados. La tensión continuó en los estrechos callejones de la ciudad vieja, con algunos lanzamientos de objetos a agentes.

Al atardecer, familiares y allegados de Abu Aqleh le dieron su último adiós, en un ambiente marcado por la tristeza y la furia. Arif Hammad comentó que “era un icono palestino. Explicó nuestra historia a todo el mundo. Lo dio todo”. Otros catalogaron la pérdida de “tragedia humana incomprensible”.

El verdadero motivo de la muerte de la reportera, que trabajaba en el canal catarí desde 1997, sigue generando polémica. Según afirman los colegas que presenciaron lo ocurrido, recibió un disparo de un francotirador israelí, y aseguran que estaban alejados del lugar desde donde disparaban milicianos palestinos. La versión de la portavocía militar hebrea es opuesta. Inicialmente defendieron que podría haber sido impactado por una bala perdida palestina, y el jueves agregaron que podría tratarse de un disparo errado de un soldado que trataba de abatir a un hombre armado.

En Burquín (zona de Jenín) murió ayer un agente de operaciones especiales israelí por disparos de palestinos. El comando irrumpió en la aldea para implosionar la vivienda familiar de un activista de la Yihad Islámica.