Guerra

Batallón Azov, el sostén del Ejército ucraniano

Este grupo paramilitar integrado en las fuerzas de combate regulares está resultando clave en la defensa de Mariupol

Estados Unidos y la OTAN rechazaron las esperadas exigencias de Rusia por escrito para aliviar la creciente tensión en Ucrania ante una posible invasión rusa
Estados Unidos y la OTAN rechazaron las esperadas exigencias de Rusia por escrito para aliviar la creciente tensión en Ucrania ante una posible invasión rusaAndriy DubchakAgencia AP

La guerra en Ucrania lleva años gestándose entre la población civil. Mientras determinados sectores mantenían la esperanza y se convencían a sí mismos de que nunca ocurriría una escalada en el conflicto, un pequeño porcentaje de la población se preparaba para el peor desenlace posible. Era el batallón Azov. Aunque su presencia en los medios de comunicación internacionales ha sido más o menos significativa en los últimos tiempos, todavía se mantienen muchas incógnitas acerca de este grupo que supone una rama fundamental para la defensa civil de Ucrania.

La propaganda de Putin, la controvertida ideología de los componentes del batallón Azov, así y como su efectividad tanto en la guerra del Donbás como en el conflicto presente en Ucrania, hacen que este grupo se mueva entre dos extremos posibles: o les aman o les odian. Su ideología es del gusto de pocos pero su labor en esta guerra está resultando fundamental para mantener firmes las líneas de defensa ucranias.

El batallón Azov nace en la ciudad de Mariupol en mayo de 2014, donde ahora resisten al avance ruso. Azov fue la respuesta del político ucranio Andriy Biletsky a las fuerzas separatistas de corte izquierdista que se organizaron en las provincias de Donetsk y Lugansk, estas con la ayuda de Rusia. Su ideología se basa en el ultranacionalismo ucraniano y suelen ser definidos por los medios de comunicación como neonazis o de extrema derecha. De esta manera, su enseña compuesta por una runa Wolfsangel es prácticamente idéntica al que utilizó la 2.ª División Panzer SS Das Reich, el cuerpo de élite de las Waffen-SS que participó en algunos de los combates más importantes de la Segunda Guerra Mundial.

Su nombre nace del mar de Azov, que baña la ciudad donde este batallón fue creado, e inicialmente se ideó como una brigada de protección civil separada del Ejército. Fue después de los combates de 2014 (la unidad destacó en la segunda batalla del aeropuerto de Donetsk y la ofensiva de Mariupol) cuando el Gobierno ucranio comprendió que una victoria frente a un posible ataque ruso a gran escala no sería posible sin el apoyo de grupos del estilo del batallón Azov, y desde entonces han sido incorporados como cuerpos oficiales del Ejército.

Valentyna Konstantynovska, de 79 años, sostiene un arma durante un entrenamiento básico de combate para civiles, organizado por la Unidad de Fuerzas Especiales Azov, de la Guardia Nacional de Ucrania, en Mariupol, región de Donetsk, este de Ucrania,
Valentyna Konstantynovska, de 79 años, sostiene un arma durante un entrenamiento básico de combate para civiles, organizado por la Unidad de Fuerzas Especiales Azov, de la Guardia Nacional de Ucrania, en Mariupol, región de Donetsk, este de Ucrania,Vadim GhirdaAgencia AP

Cuando Putin excusa su guerra en la «desnazificación» de Ucrania, omite que de no haber comenzado Rusia su ofensiva en 2014 estos grupos jamás habrían sido integrados en el Ejército ucranio, principalmente porque ningún gobierno electo desde entonces tiene siquiera tintes que se aproximen a la extrema derecha. Cabe destacar que el tamaño de dicho regimiento antes del conflicto no superaba los 3.000 integrantes. La mayoría de los ucranianos no comulgan con su ideología original del batallón Azov. Sin embargo, cuando un país es atacado por un tercero se produce una explosión del sentimiento nacional. El día que Rusia comenzó la invasión a Ucrania, en las calles de Kiev podían verse largas colas de civiles esperando a alistarse en las diferentes brigadas de protección civil con ideologías de extrema derecha. Yuri, un joven de diecinueve años que esperaba con su macuto a la espalda, comentaba entonces que «yo no soy de extrema derecha, Dios santo, es que ni siquiera soy de derechas», pero a su vez afirmaba que «la única manera que tengo de combatir lo antes posible es alistándome en uno de estos grupos».

Los últimos años se ha producido una integración del batallón Azov entre la población gracias a los programas de entrenamiento civil que organizaban para enseñar a combatir a los ciudadanos, en caso de que se diera un ataque. En sus entrenamientos no se hacían proclamas políticas ni discursos pomposos, sino que se limitaban a adiestrar a los voluntarios en tácticas de combate urbano. Cuando les tachan de nazis ellos se definen como patriota: no confundir, dicen. No obstante hay actuaciones controvertidas como el vídeo en el que aparecen bañando sus balas en sangre de cerdo para enfrentarse a las tropas chechenas que arribaron a Kiev. En 2016 fueron acusados de torturar a prisioneros del Donbás. En 2019, 40 congresistas demócratas de EE UU solicitaron que el Gobierno estadounidense aprobase la denominación del batallón Azov como «grupo terrorista», petición que fue desestimada.