Defensa
Por qué Finlandia y Suecia han acelerado su solicitud de adhesión a la OTAN
Helsinki podría pedir su ingreso en junio, lo que aumentaría la presión sobre el Gobierno sueco en plena precampaña electoral
La invasión rusa de Ucrania ha conseguido que Suecia y Finlandia reconsideren su histórico no alineamiento a alianzas militares y se planteen llamar a las puertas de la OTAN. “¿Cómo puede ser esto si no un enorme error estratégico para Putin?”, se pregunta un alto funcionario estadounidense en declaraciones al diario británico “The times”, al tiempo que vaticina que el Gobierno finlandés solicitará oficialmente su ingreso a la Alianza Atlántica en junio y poco después le seguirá los pasos el sueco. De ser así, los aliados podrían invitar formalmente a los dos países nórdicos a sumarse a la organización en la Cumbre de Madrid del 29 y 30 de junio.
Si bien Finlandia y Suecia mantienen contactos permanentes en materia de seguridad y comparten una alianza militar, la discusión sobre el ingreso a la OTAN, un tema tabú en la política de ambos países durante décadas, no lleva los mismos tiempos. Los Parlamentos finlandés y sueco debaten cómo deben adaptar sus políticas de seguridad y defensa ante la amenaza rusa, pero el clima preelectoral en Suecia, que acude a las urnas el 11 de septiembre, influye en la posición de los partidos, especialmente los socialdemócratas de la primera ministra, Magdalena Andersson, que han abierto este lunes un debate sobre seguridad que podría modificar su histórico rechazo a la Alianza.
En la vecina Finlandia, en cambio, con 1.340 kilómetros de frontera común con Rusia, el proceso se ha acelerado porque hasta un 62% de la población se muestra favorable a la adhesión. De ahí que la primera ministra, la también socialdemócrata Sanna Marin, instara en el congreso del partido de principios de abril a tomar una decisión rápida. “Las puertas de la OTAN ahora están abiertas y Finlandia debería decidir sobre una solicitud en primavera”. “Rusia no es el vecino que pensábamos que era”, constata Marin. “Ese entorno de seguridad, al que también pertenecía Rusia y sobre el que construimos una estabilidad, ya no existe”, señaló en su discurso.
“Aquí no hay lugar para [la ingenuidad] de ojos azules”, advirtió Marin. “Finlandia es parte de Occidente y Estados Unidos es un socio extremadamente importante. Nuestros contactos con Estonia son extremadamente estrechos”, explicó.
Este miércoles, el Gobierno finlandés presentará un importante informe sobre política de seguridad y defensa al “Eduskunta” (Parlamento) para someterlo al debate entre los partidos. “Este informe dará al Parlamento la posibilidad de discutir todos los aspectos de un posible ingreso en la OTAN, u otras opciones de seguridad. Y, luego, en función de ese debate, el Gobierno sacará las conclusiones junto con el presidente de la República [Sauli Niinistö]”, resumió este lunes en Bruselas el ministro de Exteriores finlandés, Pekka Haavisto.
Finlandia mantiene sus estrecha coordinación con Suecia, si bien ambos países respetan los tiempos políticos respectivos y su soberanía para decidir sobre sus alianzas internacionales. “Mantenemos una excelente cooperación con la ministra de Exteriores sueca, Ann Linde. Hemos estado compartiendo información y compartiendo calendarios esta semana en Finlandia”, explicó Haavisto.
El presidente finlandés, en todo caso, aboga porque ambos países tomen la misma decisión. “Creo que es importante tratar de llegar a la misma opinión”, afirma Niinistö, que comparte la dirección de la política exterior finlandesa junto al Gobierno y al Parlamento. “Es muy importante que discutamos continuamente con el Gobierno sueco y los legisladores suecos”.
Hace unos días, el tabloide finlandés “Iltalehti” informaba de que el Comité de Política Exterior y de Seguridad (TP-Utva) decidirá que Finlandia solicitará el ingreso en la OTAN a principios de mayo una vez que el Parlamento dé su plácet.
“Si el presidente o yo expresamos opiniones firmes sobre el tema, sería el final del debate... Creo que es muy importante que las instituciones centrales de Finlandia participen en el debate en curso”, anima Marin.
Por su parte, en Suecia, los partidos políticos están rápidamente redibujando sus posiciones sobre la OTAN a la vista de lo que sucede en el país vecino y, sobre todo, de cara a las elecciones de septiembre. El líder de la oposición, Ulf Kristersson, pide abiertamente al Gobierno que solicite a la adhesión a la Alianza. Hasta ahora, solo prometió hacerlo él mismo si se convertía en el nuevo primer ministro tras ganar las elecciones y contaba con mayoría en el “Riksdag” (Parlamento).
Precisamente, este lunes la decisión de la dirección del partido ultra Demócratas Suecos (SD) de autorizar a su líder, Jimmie Akesson, a apoyar la adhesión crearía una mayoría en el Parlamento favorable apoyada por todo los partidos de centro derecha. “Si Finlandia avanzara muy rápidamente, algunas personas hablan de junio, eso realmente llevaría el problema a un punto crítico”, advertía Akesson este domingo al diario “Svenska Dagbladet”. “Entonces, a mi juicio, debemos comenzar este proceso lo antes posible”.
Los socialdemócratas, que en el congreso de noviembre en que Andersson fue elegida su nueva líder se pronunciaron oficialmente contra la integración en la OTAN, ha abierto un debate interno para analizar las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania sobre su política de seguridad y defensa.
Este debate “está dirigido en parte a los representantes electos, en parte a los miembros que están interesados en los temas de política de seguridad, para que podamos obtener una comprensión más amplia de lo que ha sucedido en nuestro mundo y conocer las ventajas y desventajas de nuestra actual línea de política de seguridad, dice el secretario de los socialdemócratas, Tobias Baudin, a la agencia TT.
La primera ministra sueca, que en un principió descartaba cualquier adhesión por contribuir a la inseguridad en Europa, se muestra ahora abierta a esta posibilidad si llega a la conclusión de que es la mejor salida para el país.
Peter Hultqvist, el ministro de Defensa y uno de los líderes del SAP más reticentes a la integración en la OTAN, promueve como alternativa una alianza militar entre Finlandia y Suecia respaldada por Estados Unidos.
Mientras, desde las juventudes socialdemócratas se mantiene la oposición a cualquiera alineamiento militar de Suecia. “Si Finlandia avanzara muy rápidamente, algunas personas hablan de junio, eso realmente llevaría el problema a un punto crítico”, aseguró a la cadena pública SVT este fin de semana. “Suecia debería aumentar la cooperación con la UE, no unirse a la OTAN”, defiende.
La oposición más numantina a la Alianza Atlántica se encuentra, en cualquier caso, en el Partido de la Izquierda, cuya líder, Nooshi Dadgostar, aseguró hace un mes a la cadena pública SVT que “mi opinión es que estamos mucho más seguros en Suecia si militarmente no estamos alineados”. Dadgostar pidió a la derecha a no solicitar la adhesión si no existe consenso nacional: “Me preocupa que tengamos un amplio consenso. Que hagamos esto juntos como pueblo y nación”.
Desde Bruselas, la Alianza Atlántica se muestra favorable a abrir sus puertas a dos países con los que ya mantiene una estrecha cooperación militar desde 1994 y que cuentan con Ejércitos completamente alineados con los estándares de la organización. “Son ellos los que deben decidir, por supuesto, pero si lo solicitan, espero que 30 aliados les den la bienvenida”, aseguró el secretario general, Jens Stoltenberg.
Sobre el temor a un posible ataque ruso durante los meses que tarden los 30 aliados en ratificar el tratado de adhesión de Suecia y Finlandia (entre seis meses y un año), Stoltenberg prometió ofrecer a los dos nuevos socios garantías de seguridad. “Si presentan la solicitud, nos sentaremos y encontraremos una manera de abordar ese problema. Creo que un proceso de adhesión para estos países puede ser bastante fluido, sabemos que ya están muy cerca de la OTAN”.
En este sentido, el jefe de la diplomacia finlandesa subraya que “hay una importante cumbre de la OTAN en Madrid en junio. Por supuesto, la OTAN se pregunta si Finlandia y posiblemente Suecia habrán presentado sus solicitudes de membresía antes de eso”. “Ahí llegamos a una situación en la que podemos necesitar cooperación”, asegura Haavisto.
Desde Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, volvió amenazar ayer con que si Finlandia y Suecia se unieran a la OTAN, Rusia tendría que «reequilibrar la situación» con sus propias medidas.
El 25 de febrero, un día después de la invasión de Ucrania, la portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, Maria Zajarova, advertía a Finlandia y a Suecia de “consecuencias militares y políticas perjudiciales”.En posteriores declaraciones al diario británico “The Guardian”, Zajarova destacaba que “consideramos el compromiso del Gobierno finlandés con una política de no alineación militar como un factor importante para garantizar la seguridad y la estabilidad en el norte de Europa”.
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