Estados Unidos
El Supremo revive el veto de Trump
El Alto Tribunal suspende la decisión de un juez que permitía la entrada de 24.000 extranjeros en octubre. Estados Unidos cancela también los visados a Camboya, Eritrea, Guinea y Sierra Leona.
El Alto Tribunal suspende la decisión de un juez que permitía la entrada de 24.000 extranjeros en octubre. Estados Unidos cancela también los visados a Camboya, Eritrea, Guinea y Sierra Leona.
El Tribunal Supremo salvó de nuevo el veto migratorio de Donald Trump al suspender la decisión de un tribunal inferior que permitía la entrada de 24.000 inmigrantes a Estados Unidos en octubre. El Alto Tribunal emitió un comunicado de un párrafo en el que concedía la solicitud de la Administración norteamericana de un aplazamiento de la decisión del juez hasta que se dirima el futuro del veto migratorio, que prohíbe la entrada al país de seís países musulmanes sin un vínculo verificable «con una persona o entidad en EE UU».
El equipo legal del Departamento de Justicia se anota así un tanto al haber funcionado su estrategia legal. Los miembros cogen aire después del toque de atención del presidente Trump al fracasar en las demandas interpuestas ante diferentes cortes de Estados Unidos, por el veto migratorio rubricado el 27 de enero.
La orden ejecutiva del presidente norteamericano que hacía extensible a siete países musulmanes la prohibición de entrada en EE UU ((Irán, Irak, Libia, Somalia, Siria, Sudán y Yemen) fue tumbada en los tribunales ordinarios. Entonces, la Administración realizó una serie de cambios cosméticos, entre ellos, excluyó a Irak de la «lista negra», pero también fue suspendido por los tribunales. Hasta junio que la Administración Trump presentó un recurso ante el Supremo, que optó por levantar la suspensión del veto musulmán hasta que fallen sobre la cuestión. Por ello, esta decisión es sólo un golpe más dentro de la complicada batalla legal que empezó en enero. De hecho, los jueces de la Corte Suprema tendrán que escuchar a las diferentes partes, y valorar las motivaciones del presidente de Estados Unidos al aprobar el controvertido decreto en una sesión el próximo 10 de octubre. El nudo gordiano de la decisión que deben tomar los nueve magistrados del Alto Tribunal es si la prohibición de entrada de la Administración Trump respeta los principios constitucionales y no supone una discriminación por razón de religión.
En junio, los jueces del Supremo establecieron que Trump podía imponer una versión limitada, siempre y cuando no existiese una relación «bona fide» con Estados Unidos, en referencia a familiares, oferta laboral o aceptación en una universidad del país. En la interpretación del significado real de «bona fide» (fiable) los expertos legales han encontrado una grieta que les puede ayudar a neutralizar el decreto de Trump. Esto ha provocado que expertos juristas se embarquen en una discusión sobre hasta qué miembros de la cadena familiar se puede considerar que hay un nexo fiable.
En un principio, en la lista se incluyeron cónyuges, hijos, hermanos, primos, cuñados y tíos. Mientras, los abuelos se quedaron fuera de la primera lista hasta que la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito en San Francisco decidió hace unos días que la Administración no podía bloquear a los abuelos la entrada a EE UU.
Mientras, el Departamento de Estado anunció ayer que dejará de emitir visados a los ciudadanos de Camboya, Eritrea, Guinea y Sierra Leona, ya que alega que estos países no están permitiendo los regresos de aquellas personas que EE UU quiere deportar.
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