Estados Unidos
El Supremo abre otra batalla en la carrera a la Casa Blanca
La muerte de un magistrado conservador del Alto Tribunal enfrenta a los republicanos con Obama por el control de una institución decisiva
La muerte de un magistrado conservador del Alto Tribunal enfrenta a los republicanos con Obama por el control de una institución decisiva
Podía gustar o desagradar, pero sus opiniones conservadoras forjaron las ideas de una generación y nunca pasaron desapercibidas. Así será recordado el juez del Tribunal Supremo Antonin Scalia, quien murió el sábado en un rancho de Texas a los 79 años. Su desaparición deja vacante un puesto de vital importancia en una institución del Estado que a veces ha tenido más relevancia que la del propio presidente de Estados Unidos. El Supremo está compuesto por nueve miembros, cuatro son de orientación demócrata, otros cuatro están decantados hacia el lado republicano y el noveno vota tanto progresista como conservador. La muerte de Scalia deja cojo al grupo conservador y se produce en plena campaña presidencial. Barack Obama ha anunciado que quiere proponer un sustituto, pero los republicanos son partidarios de dejar la decisión en manos del nuevo presidente, que tomará posesión en enero de 2017. Cabe recordar que la designación de los jueces del Supremo –cuyo mandato es vitalicio– tiene que estar avalada por el Senado, donde los republicanos son mayoría.
Scalia tenía una mente brillante, siempre le gustó llamar la atención de los medios de comunicación y jamás se arrugó ante las controversias que creaba al explicar sus posiciones en el Supremo. Fue nombrado para el cargo por el republicano Ronald Reagan en 1986 y contó con 98 votos de los cien miembros del Senado. Partidario de la pena de muerte y contrario al aborto y al matrimonio homosexual, una de sus intervenciones más recordadas fue la que propició el freno al recuento de votos en las elecciones presidenciales de 2000, tras el empate técnico entre George W. Bush y Al Gore, que daría finalmente la Casa Blanca a Bush.
Hasta ahora, Obama ha nombrado dos jueces del Supremo, los liberales Sonia Sotomayor –de origen hispano– y Elena Kagan, con quien Scalia compartía excursiones para salir a cazar. Tras la muerte del magistrado, el presidente de EE UU tendrá la posibilidad de desequilibrar el Alto Tribunal, que ha sido clave en proyectos como la legalización del matrimonio homosexual y un proyecto absolutamente personal para el propio Obama como fue la ley de reforma sanitaria, que extendió el derecho a la sanidad para millones de norteamericanos. El Supremo seguirá siendo clave si los republicanos –que han prometido desmantelar el legado del demócrata– llegan a la Casa Blanca tras las elecciones del 8 de noviembre.
Ayer, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, aseguró que Obama no debe nombrar a ningún juez para que sustituya a Scalia ante los pocos meses que le quedan en la Presidencia. Obama respondió con un comunicado en el que alabó el «estilo energético» y el «humor incisivo» de Scalia. «Será recordado como uno de los más significativos jueces y pensadores que jamás ha servido en la Corte Suprema», afirmó, antes de avanzar que va a nombrar un sucesor y avisar al Senado de que «tiene que cumplir con su responsabilidad de ofrecer a la persona elegida una justa vista y una votación a tiempo». Sin duda, la sustitución de Scalia será materia de discusión en la carrera a la Casa Blanca, un tema que ya ha aparecido en la campaña de los republicanos estos días atrás para criticar precisamente a uno de los miembros del Supremo, el conservador John Roberts, quien, saliéndose del guión, decidió votar en su día a favor de la ley sanitaria de Obama, endosando una derrota dolorosa a los republicanos.
El club de los nueve
- John G. Roberts, 61 años. Fue nombrado por George W. Bush en 2005.
- Anthony Kennedy, 79 años. Nombrado por el presidente Ronald Reagan en 1988.
- Clarence Thomas, 67 años. Designado por George H.W. Bush en 1991.
- Ruth B. Ginsburg, 82 años. Nombrada por el presidente Bill Clinton en 1993.
- Stephen Breyer, 77 años. Nombrado por Bill Clinton en 1994.
- Samuel Alito, 65 años. Le designó George W. Bush en 2006.
-Sonia Sotomayor, 61 años. Nombrada por Obama en 2009.
- Elena Kagan, 55 años. Llegó al Supremo en 2010 al ser nombrada por Obama.
- Antonin Scalia.
Tras su muerte, deja la plaza vacante. Era el juez más veterano del Supremo.
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