El presidente de Estados Unidos llega al Congreso

El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha convertido en un arma arrojadiza de la oposición para cargar contra el Gobierno del PP. Si bien la reprobación ha surgido con matices en el caso de PSOE y Ciudadanos –en consonancia con el camino de entendimiento que ambos han emprendido esta legislatura con el partido en el Ejecutivo–, las críticas más virulentas llegaron desde Podemos.

Un ex inquilino de La Moncloa, José Luis Rodríguez Zapatero, cargó también contra «el racismo» de Trump. Un Zapatero bajo cuyo mandato se vivió precisamente el periodo reciente más complicado en las relaciones con Estados Unidos. Lo recordó ayer el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, quien apuntó que para España es «muy importante llevarse bien con sus socios y aliados», y señaló que «no siempre ha sido así» con Estados Unidos, en alusión implícita al encontronazo que protagonizó el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero en el desfile del 12 de octubre –el Día de la Hispanidad de 2003– al no levantarse al paso de la bandera americana. El equipo de Mariano Rajoy ha dado la vuelta a esta situación y no está dispuesto a echar por la borda la senda de cordialidad lograda con Barack Obama.

Un sentimiento que comparte Ciudadanos, cuyo portavoz en el Congreso de los Diputados, Juan Carlos Girauta, afirmó que España debe pedir al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que respete los derechos humanos, dado que «se extralimita sustancialmente en materia de Derecho Internacional», pero sin olvidar que ese país es «una gran potencia» y, además, «aliada» de España.

Por su parte, el portavoz del Grupo Socialista en la Cámara Baja, Antonio Hernando, coincidió con el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, en que España tiene que defender sus principios ante la Administración de Donald Trump, pero recalcó que hay que hacerlo con «más firmeza», porque considera que el Ejecutivo no está siendo contundente. En concreto, desde Ferraz se le pide al Ejecutivo la misma contundencia de la que ha hecho gala la canciller alemana, Angela Merkel. «Exigimos al Gobierno, sin estridencias pero con mucha firmeza, que conteste a las decisiones enormemente preocupantes del presidente (de EE UU), que suponen un verdadero cambio del orden mundial», fueron las palabras de Hernando. Por su parte, el diputado Eduardo Madina preguntará hoy al ministro de Dastis, en la sesión de control al Ejecutivo, sobre la reacción del Gobierno ante los aranceles que Trump quiere imponer a los productos mexicanos, así como por las demás decisiones «enormemente preocupantes y de hondo calado» que ha adoptado el presidente norteamericano.

El partido más combativo fue sin duda Podemos. Su líder, Pablo Iglesias, y el portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, calificaron de «vergonzante» la actitud que está manteniendo el Gobierno español ante las «barbaridades» aprobadas en sus primeras semanas por el nuevo titular de la Casa Blanca. A juicio de Iglesias, el problema quizás sea que el Ejecutivo de Mariano Rajoy comparte algunas de las «ideas» de Trump al mantener la «vergüenza» de un muro de concertina en la frontera con Marruecos o utilizar pelotas de goma para recibir «a personas que huyen de la pobreza». Por su parte, Errejón dijo sentirse «más orgulloso por las declaraciones de la alcaldesa de mi ciudad, Manuela Carmena, que por lo que hace el Gobierno, que dice que está a la espera», denunció.

En lo que puede entenderse como un dardo extensivo a España, otro ex presidente como Felipe González advirtió de que ve «demasiada cobardía internacional» a la hora de decirle a la Administración Trump que uno va a defender sus posiciones como país. Con Trump no se puede «estar siempre de apaciguadores», opinó González, informa Ep.