El odio a los judíos se ceba en sus tumbas

Primero vinieron en forma de llamadas a organizaciones judías. Después, profanaciones en diferentes cementerios judíos en Missouri, Pensilvania o Nueva York, entre otros lugares de Estados Unidos

Empezó a anochecer cuando llevaban horas arreglando los destrozos del cementerio judío profanado en Filadelfia. A medida que se iba la luz del día, venía más gente con bebidas calientes y comida. Judíos, cristianos, musulmanes y cuáqueros. Terminaron el día con un servicio religioso para responder a estos ataques. Primero vinieron en forma de llamadas a organizaciones judías. Después, profanaciones en diferentes cementerios judíos en Missouri, Pensilvania o Nueva York, entre otros lugares de EE UU, donde hay más población judía que en Israel. Durante los mismos días también se han atacado mezquitas. Se han pintado sus fachadas e incluso se han provocado fuegos. En el caso de la de Tampa, se recibió una ayuda que en principio se podía considerar inesperada. Pero muy similar a la de los cementerios judíos: donaciones en sumas extrañas de 18, 36, 72 dólares. Cuando se comprobaron los nombres de los donantes, supieron de dónde venían. Eran de judíos, que habían aportado cifras de dinero en múltiplos de 18, con el que se desea al receptor una larga vida. Mientras, la comunidad musulmana también ha ayudado a recaudar 65.000 dólares para rehabilitar un cementerio judío. Al mismo tiempo, un rabino le prestó las llaves de su sinagoga a los musulmanes de Texas, que había sido quemada en un fuego provocado. De momento falta información sobre si estas llamadas y los ataques están coordinados. Sin embargo, destaca su aumento desde las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.