Estados Unidos
EE UU amenaza con entrar en Siria ante la parálisis de la ONU
Trump reconoce que su actitud hacia Asad «ha cambiado» tras su último crimen. Rusia sostiene que el bombardeo tenía como objetivo un «almacén terrorista» con sustancias tóxicas y bloquea la condena al «rais» sirio en el Consejo de Seguridad.
Trump reconoce que su actitud hacia Asad «ha cambiado» tras su último crimen. Rusia sostiene que el bombardeo tenía como objetivo un «almacén terrorista» con sustancias tóxicas y bloquea la condena al «rais» sirio en el Consejo de Seguridad.
Estados Unidos abrió ayer la puerta a una intervención militar si la ONU no lo hace. «Cuando se falla de forma constante en actuar de forma conjunta, hay veces que los Estados se ven forzados a intervenir. Si Naciones Unidas no actúa, puede que nosotros sí», advirtió la embajadora de EE UU, Nikki Haley, ante el Consejo de Seguridad tras el ataque con armas químicas en Siria, que ha matado al menos a 72 personas. Ayer de reprodujeron en Nueva York las tradicionales divisiones que han impedido a la ONU frenar seis años de guerra en Siria. Desde Bruselas, el secretario general de la organización, Antonio Guterres, declaró que «están teniendo lugar crímenes de guerra en Siria», e instó a abrir una investigación que aclare lo sucedido en Idlib.
«Es hora de actuar con toda la firmeza posible. El mundo nos mira», señaló el embajador de Francia ante Naciones Unidas, François Delattre, antes de que la representante estadounidense levantase la sesión. Antes había empezado a circular un borrador de condena del ataque sirio con la petición de una investigación. En cambio, el representante ruso, Vladimir Safronkov, calificó de «inaceptable». Ayer, se valoraba la posibilidad de someter a votación en el Consejo el borrador presentada por Reino Unido, Francia y Estados Unidos y abocado al fracaso por el veto de Rusia, aliado del régimen del presidente Bachar al Asada.
Haley llegó a anticipar que «vamos a ver más conflictos en Siria si la ONU no interviene. Rusia utiliza la misma narrativa para desviar la atención. Rusia y Siria han perdido su legitimidad para hablar de paz. Los ataques de Asad contra los civiles continuarán si no se hace nada», criticó la embajadora, en línea con el tono duro recién adoptado por Donald Trump. El presidente reconoció que el ataque químico le ha «impactado» mucho y ha cruzado «muchas líneas, más que una línea roja» para él, y que su actitud hacia ese conflicto y el presidente sirio «ha cambiado». «Lo que pasó ayer [por el martes] fue inaceptable para mí», aseguró Trump junto a Abdalá de Jordania.
Mientras, el Kremlin dio ayer una versión muy diferente sobre lo ocurrido en Siria. Moscú rechazó las acusaciones de Occidente y subrayó que su aviación no participó en operaciones militares en Idlib. «Los aviones de las Fuerzas Armadas rusas no han efectuado ningún ataque en la zona en torno a la localidad de Jan Shijun, en la provincia de Idlib», dice un comunicado del Ministerio de Defensa de Rusia. Su titular, el general Igor Konashenkov, afirmó que el objetivo de la aviación siria en la zona fue un arsenal de armas «tóxicas» de los insurgentes que iban destinadas a Irak.
El Kremlin expresó su apoyo a las declaraciones de Defensa a las que, según dijo su portavoz, Dimitri Peskov, «no hay nada que añadir». Al mismo tiempo, Peskov señaló que Moscú seguirá apoyando a las fuerzas sirias. «Rusia y sus Fuerzas Armadas continúan la operación de apoyo a las operaciones antiterroristas para la liberación del país que conduce el Ejército de Siria», dijo. En cuanto a la discusión del incidente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Peskov aseguró que, «como mínimo, Rusia aportará de manera argumentada los datos que fueron desvelados por Defensa». Más tarde, la portavoz de Exteriores, Maria Zajarova, adelantó por qué Rusia iba a frenar el proyecto de la resolución que condena el supuesto ataque químico. «El texto presentado es categóricamente inaceptable. Su fallo está en que se adelanta a los resultados de la investigación y designa culpables sobre la marcha», explicó la portavoz.
Zajarova agregó que el documento «se caracteriza por su negligencia» y que plantearlo ante el máximo órgano de seguridad de la ONU es «simplemente indecente». La portavoz de Exteriores ruso acusó a Estados Unidos, Francia y Reino Unido de basarse en información falsa a la hora de proponer la resolución, y también puso en entredicho la veracidad de los vídeos sobre el presunto ataque que publicaron varios medios occidentales.
Entretanto en el terreno humanitario, la conferencia de Bruselas de apoyo a Siria y la región, a la que asistieron más de 70 delegaciones internacionales, comprometió ayer 5.630 millones de euros para ayudar a la población y a los refugiados sirios. Así lo anunció el comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, al término de la conferencia. La ONU había solicitado 7.500 millones de euros para cubrir las necesidades de asistencia y protección de la población en Siria, así como en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto en 2017.