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Guerra en Gaza

«Es un día oscuro para los medios»: la ONU y las asociaciones de prensa reaccionan a la prohibición de Al Yazira en Israel

La Asociación de Prensa Extranjera de Israel (FPA) acusa a Netanyahu de unirse a «un dudoso club de gobiernos autoritarios» que han vetado a la emisora qatarí

Los israelíes ya no podrán sintonizar Al Yazira. La pregunta es cuántos lo hacían. El Gobierno de Benjamín Netanyahu ha aprobado este domingo el cierre del canal de televisión qatarí en el país por dañar la seguridad nacional de Israel con su cobertura informativa de la guerra en Gaza. Israel ha impedido en los últimos siete meses el acceso independiente de periodistas en el castigado enclave palestino, sin embargo, a pesar del veto, Al Yazira ha mantenido uno de los mayores despliegues de medios y periodistas en el interior de Gaza. Y lo ha pagado caro. Informadores palestinos de la cadena qatarí, como Hamza Wael Dahdouh o Mustafa Thuria, han muerto en bombardeos israelíes. Otros, como Wael Dahdouh, el padre de uno de ellos, ha sido testigo de la muerte de la mayoría de sus familiares en ataques aéreos de Israel.

El conglomerado de medios de comunicación Al Yazira Media Network ha condenado «este acto criminal que viola los derechos humanos y el derecho básico de acceso a la información» y ha reafirmado «su derecho a seguir proporcionando noticias e información a su audiencia mundial». La cadena, propiedad de Qatar, afirma que la prohibición de Al Yazira «amenaza con aumentar las tensiones» con Doha, que ejerce como mediador de las negociaciones en curso entre Israel y Hamás para encontrar una salida a la guerra.

La ley, aprobada en abril en la Knesset y este domingo por unanimidad en el seno del Ejecutivo israelí –aunque los ministros del Partido de Unidad Nacional, presidido por Benny Gantz, se ausentaron–, concede al ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, la potestad de prohibir el funcionamiento del canal en plazos renovables de 45 días. Según el informe del servicio de seguridad interior, el Shin Bet, las emisiones de Al Yazira perjudican la seguridad del Estado. Los informes del Mossad, del Ejército israelí y del censor militar no incluían de forma explícita, pero respaldaban las restricciones. Karhi no ha querido esperar, y por eso, inmediatamente después de sacar adelante la denominada «Ley Al Yazira» en el Consejo de Ministros, ordenó a un grupo de inspectores de su Ministerio que acompañara a la Policía israelí para registrar las oficinas del canal de televisión en el Hotel Ambassador de Jerusalén Este e incautar todos sus equipos.

La acción no ha sido bien recibida por las asociaciones de prensa. La Asociación de Prensa Extranjera de Israel (FPA, por sus siglas en inglés), que representa a los periodistas que cubren el país y los territorios palestinos para medios extranjeros, ha declarado que, «con esta decisión, Israel se une a un dudoso club de gobiernos autoritarios que han prohibido la emisora». Según la organización, la medida debería preocupar a todos los que apoyan una prensa libre. «Es un día oscuro para los medios. Es un día oscuro para la democracia», zanja el comunicado.

En esta línea, la oficina de Derechos Humanos de la ONU instó al Gobierno israelí a «anular la prohibición». Reporteros sin Fronteras (RSF), por su parte, denuncia una medida que interpreta como un intento de «silenciar la realidad» de lo que ocurre en Gaza. La ONG quiso recordar a los tres periodistas de Al Yazira que murieron como consecuencia de ataques israelíes en Gaza, Cisjordania y Líbano: el mencionado Hamza Wael Dahdouh, Shireen Abu Akleh y Samer Abu Daqqa, respectivamente. RSF aboga por suspender de forma inmediata una «ley de censura» que representa «un precedente aterrador» para el ejercicio de la labor periodística en Gaza y parte de un ejercicio de Israel «para silenciar por todos los medios al canal por su cobertura sobre la realidad del destino de los palestinos en Cisjordania y Gaza».