Capitolio
Los republicanos toman el control del Senado y ganan la batalla en la Cámara de Representantes
Los recuentos en California y Nueva York son la única esperanza demócrata para detener el poder absoluto republicano en la Cámara
El Partido Republicano se ha hecho con el control del Senado de Estados Unidos después de obtener varios escaños ocupados por demócratas y retener los que ostentaban los suyos y arrebatar de un zarpazo la mayoría demócrata de estos últimos cuatro años. Sorprendentemente, el estado de Nebraska fue el que aupó al partido de Donald Trump gracias a la victoria de la republicana Deb Fischer sobre el candidato independiente Dan Osborn. Asimismo, las victorias en Virginia Occidental y Ohio han supuesto el tiro de gracia para las expectativas del partido que todavía lidera Kamala Harris, el cual también ha sido derrotado por el siempre polémico senador de Texas, Ted Cruz, y su homólogo en Florida, Rick Scott.
Más aún, todavía queda por decidir la elección para el Senado en Montana. Allí, el demócrata Jon Tester está batallando con el polémico Tim Sheehy, un rico veterano del Ejército elegido por Trump que, en más de una ocasión, ha hecho comentarios racistas y despectivos sobre los nativos americanos, los cuales son la clave del electorado en el oeste. Lo peor de todo es la derrota de los demócratas en Ohio, puesto que los coloca a un paso de perder el control total del Senado. Por otro lado, ahora una de las incógnitas es saber quién encabezará el nuevo Senado republicano. “El senador de Dakota del Sur, John Thune, el segundo republicano, y el senador de Texas, John Cornyn, que anteriormente ocupó ese cargo, son los favoritos para reemplazar a McConnell en una elección de votación secreta programada para cuando los senadores lleguen a Washington la próxima semana”, según informó AP.
De momento, la única alegría demócrata es que, por primera vez en su historia, los estados de Delaware y Maryland han elegido a dos mujeres negras, Lisa Blunt Rochester y Angela Alsobrooks, como representantes de sus circunscripciones. Asimismo, en Nueva Jersey, el aspirante Andy Kim se convirtió en el primer coreano-estadounidense en ser elegido para el Senado, derrotando al empresario republicano Curtis Bashaw. Y la legisladora Sarah McBride será la primera persona transgénero elegida para el Congreso.
Sin embargo, no todo está perdido para los demócratas. A partir de ahora todo su foco se centrará en mantener sus escaños en los estados del muro azul (Pensilvania, Michigan y Wisconsin), donde los de Harris todavía siguen luchando para evitar una debacle absoluta en el Senado, y otra en la Cámara de Representantes, donde las proyecciones tampoco les son favorables. Dichas contiendas son cruciales porque determinarán qué partido tiene la mayoría y el poder de impulsar o bloquear la agenda del futuro presidente Donald Trump, o, si el poder en la Casa Blanca será un camino de rosas para el nuevo líder estadounidense, o se enfrentará a un Capitolio dividido.
Aunque habrá que esperar varios días para saber el resultado final en la Cámara de Representantes, los republicanos están en vías de ganar varios estados que podrían ayudarles a ampliar su mayoría, motivo por el que ahora la disputa estará centrada en Nueva York y California, donde los demócratas están intentando recuperar diez escaños para detener la embestida republicana. Sin embargo, la debacle es más que evidente, como evidencia el hecho de que el partido de Donald Trump ha vencido en el distrito de Pensilvania, donde se encuentra la ciudad de Scranton en la que nació el presidente saliente Joe Biden.
Estas no son las únicas batallas electorales por el control de la Cámara, puesto que diversos escaños en Maine, Nebraska y Alaska todavía no han sido decididos y se espera que el recuento todavía tarde varios días. La única oportunidad para que los demócratas no declaren una de las peores derrotas de su historia es obtener al menos siete escaños para conseguir el control de los 435 de la Cámara. Sin embargo, sus oportunidades parecen cada vez más difíciles ya que los republicanos han ganado en Colorado, Iowa, Nueva Jersey y Virginia. Por ello, el Partido Demócrata confía que los resultados en Nueva York y California, donde el recuento podría llevar varios días, y que tradicionalmente han sido de su órbita política, puedan brindarles el control de la Cámara de Representantes y evitar la vergüenza absoluta después de que Kamala Harris fuera vencida holgadamente por Donald Trump.
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