Oriente Medio
Cisjordania sufre una situación explosiva a punto de estallar
Los enfrentamientos entre colonos y palestinos dejan más de 650 muertos el último año, mientras Israel multiplica sus incursiones militares
Un año después de la matanza de Hamás en Israel y del inicio de la guerra de Tel Aviv contra la organización islamista en Gaza, la situación en Cisjordania es cada vez más “explosiva”, como han advertido recientemente los responsables de Naciones Unidas. El territorio gobernado por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) -en manos de Al Fatah, partido secular y panárabe opuesto a Hamás- ha sido escenario de frecuentes operaciones terrestres y aéreas de las Fuerzas de Defensa israelíes (FDI) contra Hamás y otras organizaciones como la Yihad Islámica Palestina, las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa o el Frente Popular para la Liberación de Palestina.
Dos de los lugares más golpeados por los bombardeos e incursiones israelíes son los antiguos campamentos de refugiados palestinos de Yenín y Tulkarm (Nur Shams), ambos situados al norte del territorio cisjordano. Otras incursiones han tenido como escenario ciudades como Hebrón, Ramala, Qalqilya o Tubas.
Además, Cisjordania ha sido escenario de continuos choques violentos entre población colona judía -se estima que medio millón de personas viven en este territorio palestino de casi tres millones de habitantes y menos de 6.000 kilómetros cuadrados, al margen de al menos 200.000 en Jerusalén Este- y población local.
Conjuntamente las operaciones militares israelíes y la violencia protagonizada por los colonos judíos en Cisjordania -incluido Jerusalén Este- han dejado al menos 637 palestinos muertos, incluidos 75 niños, en el último año, también según datos de la ONU. Sólo entre octubre de 2023 y mayo de este año, Naciones Unidas ha registrado más de 800 ataques de colonos a palestinos.
Los ataques llevados a cabo por población palestina han provocado, por su parte, la muerte a 15 ciudadanos israelíes, entre ellos nueve miembros de las fuerzas armadas y cinco colonos, según datos de Naciones Unidas. Otros diez israelíes perdieron la vida en ataques perpetrados por palestinos de Cisjordania en territorio israelí.
A finales del pasado mes de agosto, las fuerzas israelíes llevaron a cabo una operación militar a gran escala de manera simultánea contra distintas facciones terroristas en los campamentos de Tubas, Tulkarem y Yenín que causó la muerte a al menos 16 palestinos. Fuentes militares israelíes aseguraron que el objetivo de la acción bélica eran los mandos del Batallón Tulkarem, un grupo islamista vinculado a la Yihad Islámica Palestina.
A la espiral de violencia vinculada a la guerra en la franja de Gaza se unen otros factores desestabilizadores del territorio gobernado por la ANP -una institución lastrada por la corrupción y cada vez peor vista por la población por su inoperancia- como el deterioro de
la situación económica en el territorio, en parte causada por las restricciones sobre la administración local impuestas por el Gobierno presidido por Benjamin Netanyahu.