La policía china ha detenido al adolescente que irrumpió el pasado jueves en el terreno de juego del Estadio de los Trabajadores de Pekín en mitad del partido amistoso que disputaron las selecciones de Argentina y Australia. El joven de 18 años burló a los guardias de seguridad y saltó al césped para abrazar a su ídolo, Leo Messi. No contento con eso, Di, como ha sido identificado por la Policía, cruzó el campo para saludar a otros jugadores de la albiceleste.

La respuesta de las autoridades no se hizo esperar. La Policía del distrito de Chaoyang, donde se encuentra el estadio, puso bajo “detención administrativa” al adolescente por interrumpir el partido. “Las normas son las normas”, señalan los agentes en un comunicado. “Los aficionados que crucen una línea serán castigados por la ley”.

Según la legislación china, este tipo de detenciones suelen conllevar una breve estancia en prisión y no implican juicio. El castigo por perturbar grandes eventos culturales y deportivos suele ser de hasta 10 días de cárcel. Di también tiene prohibido ver otros partidos similares durante un año, de acuerdo con la Policía, que incluyó en el comunicado una foto de una tarjeta roja de advertencia y otra que mostraba a varios guardias de seguridad persiguiendo al joven, que vestía la camiseta azul y blanca de la selección argentina, con el dorsal ‘10’ de Messi a la espalda.

Las imágenes que se hicieron virales a toda velocidad en las redes sociales chinas grabaron al adolescente saltando al campo, abrazando a Messi y chocando las manos al guardameta argentino Emiliano Martínez. Mientras, esquivaba a varios guardias de seguridad hasta que finalmente resbaló y fue expulsado del estadio.

El hashtag sobre la detención del adolescente generó casi 240 millones de visualizaciones en cuestión de horas en la red social china Weibo. Algunos usuarios elogiaron a Di por su valentía y por haber cumplido su sueño; otros, sin embargo, dijeron que el castigo era demasiado indulgente.

En una entrevista con una cadena de televisión local después del encuentro, Di dijo que se aprovechó de lo que la laxitud en la seguridad del estadio. “Messi, lo siento mucho, pero tenía muchas ganas de conocerte”, se excusó el joven. El astro argentino, que tiene más de ocho millones de seguidores en Weibo, no se ha pronunciado públicamente sobre su detención.