Elecciones europeas
La CDU rentabiliza el voto de castigo contra Scholz
Los comentarios nazis de su candidato y los vínculos con Rusia y China hunden en los sondeos a los ultras de Alternativa para Alemania (AfD)
Un total de 35 partidos se presentarán a las elecciones europeas por Alemania. Sus programas explican lo que defienden y lo que quieren lograr. Algunos son breves, otros presentan sus posiciones y objetivos en hasta 150 páginas, pero todos quieren convencer y hacerse con los votos. No obstante y a pesar del ímpetu que, en los últimos días, están transmitiendo los candidatos alemanes la mayoría de sus conciudadanos no están muy interesados por la cita electoral. Cuatro de cada diez votantes alemanes no irán a las urnas, según una encuesta de la televisión pública alemana ARD. En 2019, la participación electoral en las elecciones europeas fue de poco más del 61%.
Tal como están las cosas, la Unión conservadora tiene buenas posibilidades de convertirse una vez más en la fuerza más votada en Alemania. Por el momento, se anotan el 29% de la estimación de voto; bastante por delante del Partido Socialdemócrata (SPD) que suma el 15%; Los Verdes, por su parte, alcanzan el 14% y los liberales del FDP se queda en el 4%. Estos tres últimos partidos, que conforman el actual Gobierno de coalición, obtendrían peores resultados que en las elecciones de 2019. Al otro lado, el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), cuya campaña electoral europea –plagada de escándalos–, obtendría mejores resultados que hace cinco años, aunque no alcanzaría sus propias expectativas del 14%. La recién fundada Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) alcanzaría el 6% desde cero y los votantes del partido de izquierda Die Linke se quedaría con un 3%.
El hecho de que la BSW esté luchando por el favor de los votantes elegibles puede haber perjudicado a la AfD. No corren buenos tiempos para esta formación populista. Hace unos días, un Tribunal alemán dictaminó que los servicios de inteligencia podrán seguir tratando a la AfD como un partido potencialmente extremista, lo que significa que este organismo de seguridad mantendrá su derecho de someter a vigilancia a esta formación política, incluidas escuchas telefónicas. Al veredicto hay que sumar que Maximilian Krah, el principal candidato a las elecciones europeas por esta formación, dimitió hace poco más de una semana de la ejecutiva federal del partido. El detonante fue una entrevista que concedió al periódico italiano La Repubblica y que provocó la ruptura con otras dos fuerzas ultraderechistas: la Rassemblement National (RN) de Marine Le Pen, y La Liga de Matteo Salvini.
En la entrevista, Krah afirmó que no todos los miembros de las tropas de las SS durante la era nazi «eran criminales». Asimismo, unas investigaciones sugieren que sus principales candidatos para las europeas podrían haber recibido dinero ruso, a lo que hay que sumar el arresto de un colaborador del candidato principal al Parlamento europeo por sus presuntas conexiones con el espionaje chino. «No puede haber nada peor que esto», afirman algunos miembros del comité ejecutivo federal. Ya sea por el desastre que rodea a los principales candidatos o por el caso judicial perdido, las cifras de las encuestas de AfD están en caída libre, sobre todo porque no está claro hasta qué punto la nueva competencia de la BSW también está costando votos.
Sin embargo, nada está escrito: uno de cada seis votantes no descarta un cambio en su preferencia en el día de la votación. Cuando se les preguntó a los encuestados sobre las cuestiones políticas más importantes la mayoría se refirieron a las cuestiones de paz, sociales o la inmigración. Dada la cambiante situación de amenaza, asegurar la paz es más importante para los votantes con un 26%, que hace cinco años. Por el contrario, la protección del clima y el medio ambiente –el tema predilecto en 2019–, ha perdido significativamente su importancia para los votantes. Asimismo y al igual que hace un lustro los alemanes tenían una visión mucho más positiva de la Unión Europea, ahora solo cuatro de cada diez ciudadanos opinan que la pertenencia a la Unión Europea supone una ventaja para su país. Para el 19%, las desventajas superan a las desventajas.
No solo los partidarios de BSW y AfD, que se muestran escépticos o incluso negativos sobre la UE en su conjunto, ven con recelo los futuros acontecimientos. Uno de cada dos partidarios del SPD, de los Verdes y de la Unión también expresa su preocupación por el futuro de la UE. Por último, los encuestadores también preguntaron cómo valoran los votantes alemanes el futuro de la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, y apenas, cuatro de cada diez encuestados, apoyan las ambiciones de la líder conservadora.
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