La visita a Kyiv de Antony Blinken, además de enviar un mensaje simbólico a Moscú una semana después de que las tropas rusas abrieran un nuevo frente en Járkov, ha servido para redoblar el apoyo a la defensa de Ucrania por parte de Estados Unidos. El secretario del Departamento de Estado ha anunciado este miércoles desde la capital ucraniana un paquete de financiación adicional de 2.000 millones de dólares para ayudar a Kyiv a adquirir armamento estadounidense y de otros países, y para incrementar la capacidad de producción de su propia industria militar.

Los nuevos fondos se suman a los cerca de 61.000 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania que fueron desbloqueados el mes pasado en la Cámara de Representantes, explicó Blinken. «Hoy quiero añadir a eso [a la partida de ayuda aprobada en abril] 2.000 millones de dólares en financiación a ayuda militar al extranjero para Ucrania que hemos recabado en un fondo para la industria de defensa que es el primero de este tipo», anunció el jefe de la diplomacia estadounidense tras reunirse con el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitró Kuleba.

Blinken explicó a continuación que este nuevo fondo servirá en primer lugar para dotar a Ucrania de más armamento a corto plazo mediante la adquisición de material militar de Estados Unidos y de otros países. El dinero también financiará inversiones para expandir la capacidad de producción de la industria militar ucraniana de armamento para su propio Ejército y para ser exportado.

Blinken destacó el impacto positivo que estas inversiones en la industria militar tendrán para el emprendimiento y la innovación en Ucrania, y afirmó que el nuevo fondo de ayuda llega en un «momento crítico» como consecuencia de la «renovada agresión brutal de Rusia». El secretario de Estado de EE UU también insistió en que la Casa Blanca está «acelerando» el suministro de «municiones, misiles y defensas aéreas» a Ucrania para que su Ejército pueda estabilizar cuanto antes la situación en el campo de batalla.