24 liberados
Biden atribuye el intercambio del prisioneros al éxito de la diplomacia y la amistad entre países
Gracias al acuerdo, 16 prisioneros políticos, periodistas y otras personas, incluidos cinco alemanes, fueron intercambiados por ocho rusos encarcelados en EE UU, Alemania, Noruega, Eslovenia y Polonia
En las últimas horas tuvo lugar uno de los mayores intercambios de prisioneros entre Estados Unidos, sus aliados y Rusia desde el final de la Guerra Fría. En total, bajo el acuerdo, 16 prisioneros políticos, periodistas y otras personas, incluidos cinco alemanes, fueron intercambiados por ocho rusos encarcelados en Estados Unidos, Alemania, Noruega, Eslovenia y Polonia.
Uno de ellos fue el periodista vasco Pablo González, quien permanecía encarcelado desde hace más de dos años y cinco meses en Polonia acusado de espiar para el Kremlin.
González tiene la doble nacionalidad, rusa y española, y tras la liberación fue llevado a Guernica, donde reside. Su detención se había producido en la frontera de Polonia con Ucrania pocos días después de comenzar la invasión de Rusia, en febrero de 2022, acusado de espiar para ese país.
"El intercambio ha sido posible gracias a intensas negociaciones entre las partes implicadas" y a un "exhaustivo trabajo jurídico que ha asegurado un marco legal adecuado para su materialización garantizando el respeto a los derechos y la dignidad de los periodistas involucrados", según el comunicado de Prensa emitido por su defensa.
Para su entorno, su liberación "marca un hito significativo en favor de la libertad de todos los periodistas que se encuentran en estos momentos presos en diversos países".
Los otros personajes internacionales que fueron liberados son el periodista del Wall Street Journal Evan Gershkovich y el ex marine estadounidense Paul Whelan.
El presidente de EE. UU., Joe Biden aseguró desde la Casa Blanca que el trabajo diplomático puesto en marcha para “terminar con el calvario” de los detenidos fue arduo. "Hoy es un poderoso ejemplo de por qué es vital tener amigos en este mundo. Nuestras alianzas hacen que nuestra gente esté más segura", agregó el mandatario.
Aquellos que regresan a EE.UU. desde Rusia incluyen a Gershkovich, Whelan, la periodista ruso-estadounidense Alsu Kurmasheva, quien trabaja para Radio Free Europe, financiada por EE.UU., y el periodista y disidente ruso Vladimir Kara-Murza, residente permanente en EE.UU.
Los esfuerzos internacionales que terminaron concretando este intercambio fueron reconocidos también por el secretario de Estado Antony Blinken, quien expresó agradecimiento con Turquía por “proporcionar un lugar para el retorno seguro de estas personas”.
Turquía, por su parte, regocijó por haber desempeñado un papel clave en la “operación más extensa de los últimos tiempos en Ankara, y que involucró no solo a Whelan y Gershkovich, sino también a Rico Krieger, a quien identificó como un mercenario alemán encarcelado en Bielorrusia; al disidente ruso Ilya Yashin; y a Vadim Krasikov, un asesino estatal ruso condenado en custodia alemana, así como otros tres rusos bajo custodia en Estados Unidos.
Gershkovich fue arrestado en Moscú en marzo de 2023 y se convirtió en el primer periodista estadounidense desde la Guerra Fría en ser acusado de espionaje. El mes pasado, un tribunal ruso lo sentenció a 16 años de prisión, después de que el fiscal ruso lo acusara de trabajar con la CIA para recopilar información sobre una empresa de armamento rusa. Gershkovich, su empleador y el gobierno de EE.UU. negaron enérgicamente las acusaciones, y EE.UU. consideró que Gershkovich estaba detenido injustamente.
En un comunicado, Emma Tucker, editora en jefe del Wall Street Journal, dijo: "Finalmente podemos decir, al unísono, 'Bienvenido a casa, Evan.'"
Por otro lado Whelan, un veterano del Cuerpo de Marines que tiene ciudadanía estadounidense, británica, irlandesa y canadiense, fue arrestado en Rusia en diciembre de 2018 por cargos de espionaje que negó rotundamente. El 15 de junio de 2020, un tribunal de Moscú sentenció a Whelan a 16 años de prisión.
Su familia dijo a través de un comunicado que "Paul fue rehén durante 2,043 días. Su caso fue el de un estadounidense en peligro, retenido por la Federación Rusa como parte de su iniciativa fallida de usar humanos como peones para obtener concesiones… Y mientras estuvo injustamente encarcelado en Rusia, perdió su hogar. Perdió su trabajo. No estamos seguros de cómo alguien supera estas pérdidas y se reincorpora a la sociedad después de haber sido rehén”, reza el texto.
Este intercambio ha sacado a relucir las fibras de muchos que destacan el trabajo silencioso de los diplomáticos. Sin casi poder contener las lágrimas, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan expresó que “hoy fue un buen día” y reveló además que el opositor ruso Alexei Navalny era parte del grupo de prisioneros a intercambiar. Sin embargo, no llegó. Murió antes en una cárcel rusa en extrañas circunstancias.
El día en que murió Navalny, Jake Sullivan dice que se reunió con los padres de Evan Gershkovich para decirles que seguían comprometidos en liberar a su hijo, una promesa que hoy hicieron realidad.
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