Tregua en Gaza
Un atentado en Jerusalén desafía la frágil tregua
Hamás reivindica la autoría. Dos terroristas palestinos matan a tres israelíes, entre ellos una mujer embarazada, en una parada de autobús
Mia Schem, de 21 años y Amit Soussana, de 40 años, han sido liberadas por la tarde, mientras se espera que otras ocho personas regresaran de Gaza a Israel del cautiverio de Hamás. Mía fue secuestrada en la rave al aire libre cerca del kibutz Re’im. Es tatuadora y también tiene ciudadanía francesa. El 7 de octubre, según se supo con las reconstrucciones de los hechos, intentó escapar de la fiesta tras ser herida por disparos de los atacantes, pero fue capturada y llevada a Gaza. Schem fue la primera rehén que apareció en un vídeo filmado y difundido por Hamás, en el que se la mostraba recibiendo atención médica. Amit fue secuestrada de su casa en el kibutz Kfar Aza, es abogada. El 7 de octubre, les dijo a sus padres que se escondía en un armario dentro de la habitación segura de su hogar. Inicialmente se la consideró desaparecida.
Y así cada día, las historias de los secuestrados liberados y las historias de los que aún son rehenes. En un flujo constante de descripciones, anécdotas, informaciones a un público también rehén de la situación. Las familias exigen además que se empiece a negociar la salida de hombres y de soldados secuestrados por Hamás el 7-O.
En medio de la tregua, Jerusalén ha amanecido con un atentado, en la llamada «trempiada», un lugar donde los jerosolimitanos hacen «tremp», que significa «hacer dedo», una costumbre muy arraigada en el país. Allí dos atacantes árabe israelíes de Jerusalén Oriental, como después se supo, bajaron de un automóvil y dispararon a bocajarro con M-16 a quienes esperaban su «tremp» o el autobús, hiriendo de muerte a tres personas que después fallecieron en el hospital. Una maestra de 24 años, embarazada, un rabino de 73 y una señora en la década de los 60.
Hamás reivindicó la autoría del atentado a pesar de haber acordado una extensión del alto el fuego temporal con Tel Aviv. Agentes de la Policía y un civil armado mataron a los dos atacantes. Casi en paralelo la violencia en la zona seguía, en este sexto día de tregua entre Israel y Hamás. En las inmediaciones de la cárcel israelí de Ofer, en territorio Cisjordano, donde Israel liberaría por la tarde-noche a más presos palestinos a cambio de los rehenes que libera Hamás, en virtud del acuerdo mediado por Qatar bajo los auspicios de Estados Unidos, se produjeron enfrentamientos entre tropas israelíes y habitantes palestinos de los barrios colindantes. Como resultado, murió un joven de 21 años, Fadi Badran, según informaron las autoridades sanitarias palestinas, por disparos de las fuerzas del orden de Israel.
Poco tiempo después hubo un ataque con atropello en un puesto de control de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), en la zona del Valle del Jordán, en Cisjordania, en el que dos soldados, que resultaron heridos leve, dispararon y «neutralizaron» al agresor. Según el Ministerio de Sanidad palestino, 247 árabes han sido asesinados en Cisjordania desde el 7 de octubre.
Hamás ha difundido diferentes «informaciones» inquietantes sobre la suerte de la familia Bibas, la madre Shiri, su bebé Kfir y el pequeño Ariel. Conocidos como los «niños pelirrojos». El padre Yarden también fue secuestrado. El miércoles, Hamás comunicó, por goteo, que no los tenía, sino que estaban en manos de otra organización en Gaza. Después dijo que en realidad estaban muertos. Y difundieron un vídeo del padre Yarden, pidiendo desesperadamente al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que su familia sea enterrada en Israel.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, de visita nuevamente a Israel, dijo a los miembros del gabinete de guerra que si Israel no toma medidas para reducir el daño a los civiles en la siguiente fase de los combates en la Franja de Gaza, tendrá un pocas semanas para completar sus objetivos bélicos.
En su reunión con el gabinete de guerra, preguntó a sus miembros cuánto tiempo pensaban que durarían los combates en el sur de la Franja después del fin del alto el fuego, y les advirtió que los daños generalizados a los civiles o el deterioro de la región hasta un desastre humanitario, acortaría la cantidad de tiempo en el que Estados Unidos y otros países occidentales podrían continuar apoyando sin reservas a Israel.
Entre los 30 presos y presas palestinos liberados por Israel de varias instalaciones penitenciarias el miércoles por la noche se encontraba la destacada activista palestina Ahed Tamimi, quien adquirió notoriedad hace seis años, cuando tenía 16 y fue encarcelada por abofetear a un soldado israelí. También fue liberada el miércoles Suhir Ismail Musa Barghouti, de 64 años, una miembro de Hamás de Cisjordania retenida desde el 26 de octubre por sospechas no especificadas. Es la mujer de mayor edad entre los prisioneros de seguridad palestinos que estaban en la lista para ser liberados a cambio de rehenes civiles israelíes.
Sus dos hijos, Asem y Salih Barghouti, llevaron a cabo un ataque a tiros en diciembre de 2018 en la interseción Ofir, en Cisjordania, hiriendo gravemente a Shira Ish-Ran e hiriendo moderadamente a su marido Amijai. Como resultado del ataque, Ish-Ran, que en ese momento estaba embarazada, perdió a su bebé. Salih fue asesinado por las Fuerzas de Defensa Israelíes una semana después del ataque y Asem fue arrestado un mes después.
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