Tragedia

Terremoto en Japón: ascienden a 64 los muertos mientras continúan las labores de rescate

El seísmo más potente de este lunes tuvo una magnitud de 7,5 en la escala de Richter, convirtiéndose en uno de los mayores temblores que han sacudido el país en los últimos años

Japón recibió el Año Nuevo sacudido por un fortísimo terremoto y varias replicas que llevó a emitir recomendaciones urgentes de evacuación para las áreas costeras, provocó cortes de energía en miles de hogares, e interrumpió vuelos y servicios ferroviarios en la región afectada.

El balance provisional de víctimas mortales ha ascendido a 64, al tiempo que las autoridades continúan las labores de rescate. La mayoría de los fallecidos se han registrado en la ciudad de Wajima, en la prefectura de Ishikawa, si bien las afectaciones se extienden a las prefecturas de Niigata, Fukui, Toyama y Gifu, tal y como ha informado la agencia de noticias Kiodo News.

El seísmo más potente de este lunes tuvo una magnitud de 7,5 en la escala de Richter, convirtiéndose en uno de los mayores temblores que han sacudido el país en los últimos años. Además, se declararon alertas de maremoto en Corea del Norte y Rusia, mientras que desde Seúl se instó a vigilar cambios en el nivel del mar.

El país del sol naciente emitió alertas de tsunami y ordenó evacuaciones tras una serie de terremotos que provocaron un incendio y atraparon a numerosas personas bajo los escombros en la costa oeste de su isla principal.

Violentos sismos sacudieron el lunes el centro de Japón, provocando importantes daños y tsunamis de más de un metro de altura en algunas zonas. Rápidamente se activaron los servicios de emergencia y se desplegaron equipos de rescate en las zonas damnificadas.

Gracias a que la central Shika de Hokuriku, en Ishikawa, la más afectada, detuvo sus dos reactores antes del desastre para realizar inspecciones periódicas no se vio afectada por el fenómeno.

7.5-magnitude earthquake hits Japan triggering tsunami warning
7.5-magnitude earthquake hits Japan triggering tsunami warningUSGS HANDOUTAgencia EFE

Asimismo, la Agencia Meteorológica informó de más de una docena de temblores frente a la costa de Ishikawa y prefecturas cercanas poco después de las 4 p.m. hora local, uno de ellos con una magnitud preliminar de 7,5. El organismo estatal emitió a su vez una advertencia de tsunami importante para Ishikawa y otros avisos de menor nivel para el resto de la costa oeste de la isla de Honshu, así como para la isla más septentrional de Hokkaido.

Por su parte la cadena de televisión pública japonesa NHK advirtió que torrentes de agua podrían alcanzar alturas de hasta 5 metros e instó a los residentes de las zonas litorales a huir lo más rápido posible hacia tierras altas o a refugiarse en la parte superior de edificios cercanos. Pero finalmente las olas alcanzaron un metro y se rebajaron las alertas de tsunami. No obstante, la mayoría de la población acató la advertencia, como demuestran las imágenes de larguísimas hileras de coches huyendo de la costa. Además, como medida de seguridad, las autoridades clausuraron varias centrales nucleares.

En los medios de comunicación japoneses se pudo ver cómo la gente aterrorizada se precipitaba a la calle, y cómo un incendio provocaba una inmensa humareda roja en un barrio residencial. Algunas fotografías mostraron a una multitud de ciudadanos de pie junto a enormes grietas que se abrieron a través del pavimento o ríos desbordándose. Además, se suspendió la circulación de trenes bala en la zona, se cerraron algunas partes de la autopista, se registraron cortes en los servicios de telefonía móvil y se reventaron numerosas tuberías de agua, según la NHK. Las instantáneas difundidas captaron el derrumbe de un edificio en medio de una columna de polvo en la ciudad costera de Suzu y una enorme grieta en una carretera de Wajima, donde algunas familias, presas del pánico, protegían a menores. El seísmo también sacudió edificios de la capital, Tokio, a unos 500 km de Wajima, en la costa opuesta.

El país asiático, conocido por su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, ha experimentado a lo largo de su historia una frecuencia notable de terremotos. Esta región se encuentra en un punto de encuentro de placas tectónicas, lo que provoca una intensa actividad sísmica. La interacción de la Placa del Pacífico, la filipina y la Euroasiática genera una gran cantidad de energía acumulada que, eventualmente, se libera en forma de seísmos.

Cabe recordar que el 11 de marzo de 2011, el país fue azotado por uno de los terremotos más devastadores en la historia moderna. Con una magnitud de 9.0 en la escala de Richter, este cataclismo desencadenó un tsunami masivo que arrasó la costa nororiental del país. Olas gigantes barrieron ciudades enteras, dejando un rastro de destrucción y desolación. Miles de personas perdieron la vida, mientras que muchas más quedaron desplazadas y traumatizadas. Además, el desastre desencadenó una crisis nuclear en la planta de energía de Fukushima, generando una amenaza radiactiva que aún afecta a la región. La catástrofe dejó una cicatriz imborrable en la historia nipona, recordándonos la fragilidad de la vida humana frente a las fuerzas descomunales de la naturaleza.

Además de la ubicación geográfica, la geología de Japón también contribuye a la frecuencia de los temblores. El país está compuesto por cadenas montañosas y una topografía compleja, lo que resulta en una mayor presión y deformación de las placas tectónicas y aumenta la probabilidad de actividad sísmica.

La preparación y la respuesta de la nación ante este tipo de catástrofes han sido fundamentales para mitigar su impacto, ya que ha desarrollado tecnologías avanzadas de alerta temprana y sistemas de construcción muy resistentes a estos. Además, la educación pública, una serie de estrategias efectivas y los simulacros periódicos han ayudado a concienciar a la población sobre cómo responder y protegerse adecuadamente.