"Aspides"
La UE aprueba la misión naval para proteger a los buques de los ataques de los hutíes
España se autoexcluye de esta operación militar en la que participan Francia, Alemania, Italia y Grecia
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE han dado luz verde este lunes a la misión bautizada como Aspides, “escudo” en griego, una iniciativa que busca proteger a los buques mercantes que navegan por el Golfo Pérsico, el Golfo de Omán, el Golfo de Adén y el Mar Rojo, frente a los ataques de los hutíes.
Esta misión militar tendrá un propósito tan sólo defensivo, nunca de ataque. Su función reside en escoltar a los buques y derribar los posibles misiles o drones que les lancen los hutíes Esta tarea de protección podrá tan sólo responder a los ataques en el mar y no los que tengan lugar en tierra firme. De esta forma, los países europeos han querido diferenciarse de la Operación Guardián de la Prosperidad comandada por Estados Unidos y que cuenta con la ayuda de Reino Unido y que sí se ha visto involucrada en operaciones terrestres. Esta iniciativa europea estará formada por cuatro fragatas de Francia, Alemania, Grecia e Italia. Este último país también colaborará con una patrulla aérea.
El comandante de la operación será el griego Commodore Vasilios Griapris, mientras que el mando táctico corresponderá al italiano Stefano Costantino. El cuartel general de la operación estará situado en Larissa, Grecia.
EEUU anunció a bombo y platillo a mediados de diciembre el despliegue de la “Operación Guardián de la Prosperidad” y dijo contar con el apoyo de 40 países, entre ellos Reino Unido, Bahréin, Canadá, España, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega y Seychelles. Tras estas declaraciones, España, Francia e Italia mostraron sus reticencias a unirse a una misión bajo el mando militar estadounidense. En un primer momento, España aseguró que sólo participaría en una iniciativa bajo el paraguas de la UE o la OTAN, pero después vetó el primer intento de crear una iniciativa de estas características. Borrell propuso a finales de diciembre que la misión Atalanta, encargada de disuadir contra la piratería en el Índico, ampliara su cometido para poder disuadir en el Mar Rojo. Tras el “no” español y la presentación de una nueva propuesta, el Gobierno de Pedro Sánchez se ha desmarcado de esta iniciativa europea, aunque ha dado luz verde para que los países que así lo deseen puedan unirse.
Los hutíes son un grupo rebelde procedente de Yemen (ocupan actualmente el 30% del territorio) y que, apoyados por Irán, han intensificado sus ataques en el Mar Rojo desde el pasado 19 de noviembre, como respuesta al conflicto entre Israel y Hamás que comenzó el pasado 7 de octubre. En los últimos meses los hutíes han lanzado misiles y drones contra el sur de Israel y han centrado sus ataques contra buques con banderas israelíes o cuyos dueños son propietarios procedentes del Estado judío. A pesar de esto, en los últimos meses también han entrado dentro de su radar los buques de otras partes del mundo, lo que ha hecho que las grandes navieras hayan cambiado sus rutas. Este lunes los hutíes han reivindicado un ataque contra un buque propiedad británica en el golfo de Adén, frente a Yemen.
Los hutíes tienen como principal objetivo los barcos que viajan a través del estrecho de Mandeb, un canal de 32 kilómetros de ancho bastante peligroso para navegar. El Mar Rojo es una de las rutas comerciales más importantes del mundo. Según la consultora S&P Global Market Intelligence, el 15 % de los bienes importados a Europa, Medio Oriente y el norte de África llegaron desde Asia y el Golfo por este mar, lo que incluye el 21,5% del petróleo refinado y más del 13% del petróleo crudo. Uno de los principales temores es que estos ataques causen problemas de suministro y un nuevo cuello de botella, tal y como sucedió tras la pandemia y que esto incida en la inflación y encarezca la cesta de la compra de los europeos.
En la reunión celebrada este lunes en la capital comunitaria se sigue también abordando el conflicto entre Israel y Hamás. El ministro español, José Manuel Albares, ha anunciado que España impondrá sanciones por su cuenta a los colonos israelíes que hayan cometido crímenes contra los palestinos en Cisjordania, en caso de que no haya avances en las cancillerías europeas. Varias decenas serán sancionados lo antes posibles y tendrá prohibido entrar en territorio español.
Hungría lleva semanas bloqueando esta acuerdo y esto está haciendo imposible la luz verde, ya que se necesita unanimidad. España se une así a otros países europeos como Francia y Bélgica que ya han dado este paso como modo de presión política. Fuera del bloque comunitario, EE UU y Reino Unido también han impuesto sanciones contra los colonos violentos.