EE UU
Así es la "dieta Trump": qué come el presidente de Estados Unidos y cómo consigue estar tan "lleno de energía" a sus 78 años
La alimentación que sigue el presidente sorprende por su avanzada edad y rompe con todos los cánones de la salud o el bienestar
Donald Trump volvió oficialmente a la Casa Blanca este 20 de enero tras celebrarse su investidura. Momentos de júbilo se vivieron por sus seguidores o compañeros de gabinete, entre ellos Elon Musk, durante todo el día, incluso días y semanas previas desde las elecciones estadounidenses de noviembre de 2024. Una de las mayores curiosidades es que el magnate, con 78 años, esté "más vivo y con más energía que nunca", algo que se puede ver en sus mítines, bailes con la canción de YMCA o intervenciones desde mucho antes de los comicios norteamericanos o campaña electoral. Y todo a pesar de su "curiosa" dieta y alimentación.
The New York Times publicó durante su primera legislatura la insólita dieta que seguía el empresario, y posiblemente no haya cambiado en estos años. De por sí, el tabloide publicaba que Trump tenía un botón rojo que únicamente era utilizado con el fin de solicitar latas de Coca-Colas dietéticas.
Litros de Coca-Cola, hamburguesas o tarta de chocolate: esta es la "dieta" de Trump para estar lleno de energía a sus 78 años
Así, el magnate confesaba que podría tomar unas doce latas de esta bebida al día, es decir, alrededor de cuatro litros. Algo poco beneficioso para cualquier persona, sobre todo a su edad.
También se hizo público que Donald Trump es fan de las hamburguesas, así como suele comer con frecuencia bastante comida basura de franquicias como McDonald's. Entre sus preferencias está el Big Mac con patatas fritas,pero la hamburguesa siempre sin pepinillos.
Otra de las cadenas favoritas del magante es Wendy's, muy popular en Estados Unidos pero que no ha llegado a países como España. El menú de esta empresa norteamericana es, precisamente, comida norteamericana, y está compuesto de hamburguesas, sándwiches o batidos, algo similar a franquicias que se pueden ver en nuestro país como Vips o Friday's.
Por otro lado, Trump también es fan de Pizza Hut, cadena de pizzas. Incluso, en 1995, Trump protagonizó un anuncio para promocionar la famosa masa rellena de queso de Pizza Hut. El magnate ha confesado alguna vez que "se come la pizza con cuchillo y tenedor" y que deja a un lado la corteza, centrándose en el queso y los ingredientes. En cuanto aperitivos, le gusta los Doritos (con sabor a ques) o Lay's. Medios estadounidenses especulaban con que su avión privado estaba repleto de estos snack o de oreos, también entre sus favoritas.
Más allá de comida rápida o alimentos para picar, medios estadounidenses también hablan de sus comidas, cenas o desayunos. Así, Trump suele disfrutar de un clásico para desayunar: huevos con bacon. Por otro lado, Trump es aficionado del pastel de carne o de los cereales estadounidenses, sobre todo los que están hechos a base de maíz.
Trump, a su vez, le gusta comer un buen filete de carne de res, bien hecho. Según explicaba uno de sus antiguos mayordomos a The New York Times, "le gusta la carne tan bien hecha que su filete se mecía en el plato". Así, le gusta acompañarlo con ketchup. Y más allá de las carnes, también es fanático del marisco, sobre todo del cangrejo o las gambas. En cuanto a postres, la tarta de chocolate es la debilidad del presidente norteamericano.
Una dieta un poco "peculiar" y no apta para cardíacos. Y además de verdad, ya que se sale de todos los cánones de la salud. Según The New York Times, Trump suele comer unas 2.600 calorías diarias, pero la mayor parte de su comida no es saludable. Aun así, le permite estar más vivo que nunca y con una energía descomunal a sus 78 años (cumplirá 79 el próximo 14 de junio).
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