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Rivera, a la oposición de Venezuela: «Cuenten con España»

Albert Rivera defiende en Caracas la Transición española como ejemplo para resolver la «triple crisis» que asfixia Venezuela en un duro discurso en la Asamblea Nacional en el que también aboga por el referéndum contra Maduro

El líder del partido español Ciudadanos (oposición) Albert Rivera asiste a una sesión especial de la Comisión de Política Interior del la Asamblea Nacional venezolana (AN, Parlamento) junto al presidente de la AN Henry Ramos Allup
El líder del partido español Ciudadanos (oposición) Albert Rivera asiste a una sesión especial de la Comisión de Política Interior del la Asamblea Nacional venezolana (AN, Parlamento) junto al presidente de la AN Henry Ramos Alluplarazon

Albert Rivera defiende en Caracas la Transición española como ejemplo para resolver la «triple crisis» que asfixia Venezuela en un duro discurso en la Asamblea Nacional en el que también aboga por el referéndum contra Maduro

Las amenazas no surtieron efecto. Pese a que Diosdado Cabello, el segundo hombre más importante del chavismo, ordenó la expulsión del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, apenas pisara suelo venezolano, el político español pudo entrar sin contratiempos en el país. Rivera llegó al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar con algunas horas de retraso y fue recibido por los familiares de los presos políticos, con Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, a la cabeza. En su visita de 48 horas, el presidente de Ciudadanos tenía prevista una apretada agenda que incluía una intervención ante la Asamblea Nacional y varias visitas a los lugares de reclusión de los llamados «presos de conciencia». Henry Ramos Allup, presidente del Parlamento, dio la bienvenida a Rivera y aseguró que cualquier ayuda para resolver la crisis política que atraviesa Venezuela es bien recibida. «Ayuda no es injerencia. Sabemos que Rivera es una de tantas personas que se hallan profundamente sensibilizadas por la crisis que vivimos. Te digo, Venezuela es igual que tu patria, España», afirmó Allup.

Para Rivera, Venezuela tiene un triple padecimiento: la crisis humanitaria, de inseguridad y de derechos humanos. Para solucionarlas ofreció su ayuda y la experiencia del pueblo español. Pero hizo especial énfasis en la crisis humanitaria que el régimen chavista insiste en negar. El político español pudo comprobar de primera mano las colas en los establecimientos de productos de primera necesidad y aseguró que «la gente en Venezuela tiene hambre. Éste es un país rico en recursos, pero pobre en libertad». «Un país con crisis humanitaria tiene que dejarse ayudar, no es una injerencia, es una obligación moral. Lo que he visto aquí y lo que vi en el aeropuerto me ha servido para darme cuenta que he hecho lo correcto, por muchas dificultades que haya, no podemos excusarnos. La situación de 30 millones de venezolanes es muy complicada, es muy cómodo mirar para otro lado. El enemigo de Venezuela es el hambre, la falta de medicamentos, la inseguridad. Los españoles somos amigos, no enemigos», sentenció Rivera, quien puso como ejemplo de reconciliación la Transición española.

Para que los venezolanos se puedan «reconciliar» e iniciar una etapa en la que no haya «ni vencedores ni vencidos» el pueblo esté unido y mirar hacia delante. «Hablar de más de 3.000 homicidios y convertir a Caracas, lamentablemente, en la capital con más delitos y delincuencia, prácticamente del mundo, no es propio de un país rico como Venezuela», añadió. Al igual que otros portavoces de la comunidad internacional, Rivera se refirió al diálogo entre la oposición y el oficialismo e insistió en la necesidad de que se produzca, pero con condiciones. Puntualizó que sin derechos humanos no hay democracia. «Tiene que haber urnas electorales y garantía a los derechos humanos, que los políticos estén en la calle, no en la cárcel. Tiene que haber diálogo con respeto a la Constitución», sentenció. «Apoyo que puedan defender esta Constitución y puedan defender el revocatorio como vía de escape para Venezuela», dijo ante los diputados de la Asamblea. «Si tan seguros están algunos de haber hecho bien las cosas, de lo bien que va la economía y de que no hay crisis humanitaria, que no teman a las urnas», reprochó el político español al Gobierno bolivariano.

Sólo un diputado oficialista, Héctor Breña, estuvo presente en la sesión especial de la Comisión de Política Interior de la AN en la que intervino Rivera. Exigió que se respetara la Constitución porque para ello es necesario que los problemas de los venezolanos sean resueltos por los propios venezolanos. Como respuesta, Rivera señaló que estaría dispuesto a entrevistarse con cualquiera del Gobierno que así lo desee.

Por la tarde, el líder de Ciudadanos se reunió con Antonio Ledezma, ex alcalde de Caracas, que se encuentra en arresto domiciliario. También tiene previsto acudir hoy a la cárcel de Ramo Verde para visitar a Leopoldo López, algo prácticamente imposible. Quien sí le recibirá será el líder de la oposición, Henrique Capriles.

La calle se rebela

Mientras la oposición sigue sumando apoyos de líderes internacionales para solucionar la asfixiante crisis que golpea a los venezolanos, la estrategia de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) sigue siendo presionar en las calles para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) active el referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro. No hay fecha, tampoco hoja de ruta, y para exigir que se den a conocer los periodos de tiempo que maneja el chavismo, hoy los opositores se concentrarán ante los principales tribunales del país con el objetivo de pedir que el cuerpo electoral respete la petición de quienes quieren que se realice una consulta para ver si el presidente sigue o no en el poder. «El pueblo venezolano hará que las cuatro rectoras del CNE respeten la Constitución y los derechos del pueblo. No crean que están por encima de la Constitución, tendrán que respetar el derecho que el pueblo tiene al revocatorio», insistió Capriles.

Sin embargo, Maduro sigue jugando sus cartas para alargar los tiempos y permanecer en el poder. Si la oposición fracasaen convoca el referéndum revocatorio antes de diciembre, el presidente venezolano podrá poner en su lugar –en caso de ser apartado del poder– a una persona de su confianza y prorrogar así el chavismo hasta las elecciones presidenciales de 2019.