Atentado
Al menos siete muertos en un tiroteo en una sinagoga de Jerusalén Este
Los medios israelíes hablan de “ataque terrorista”. El atacante ha sido abatido. Otras diez personas han resultado heridas
Terror en Jerusalén a la entrada del Sabbat. Mientras decenas de feligreses judíos rezaban ante la entrada del día del descanso judío, un palestino residente en la parte oriental de la ciudad santa entró armado en una sinagoga en el barrio de Neve Yaakov, abrió fuego con una pistola y mató al menos a siete personas e hirió a otras diez. La gravedad del atentado no tiene precedentes en los últimos años, y podría suponer la antesala de una escalada de violencia descontrolada.
El atacante, que intentó huir con un vehículo tras la matanza, fue abatido en el lugar por las Fuerzas de Seguridad, que evitaron una tragedia mayor.
“Vimos a una mujer y varios hombres heridos tendidos en el suelo con heridas de bala. No tenían señales de vida, y se confirmó su muerte al instante”, informó un paramédico desplazado al lugar. Los heridos, algunos de ellos de extrema gravedad, fueron transportados de urgencia al hospital Shaare Zedek de la ciudad.
Celebraciones
La Policía israelí se desplegó masivamente en la ciudad, mientras en las calles de Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza, palestinos celebraron efusivamente el ataque. Un portavoz de Hamás catalogó el ataque como la “venganza” por lo ocurrido un día antes en Yenín, donde nueve palestinos murieron durante una redada masiva del Ejército israelí.
“¡Muerte a los terroristas!”, clamaron decenas de enfurecidos judíos, que acudieron al lugar de los hechos ante la llegada de Itamar Ben Gvir, el ministro de seguridad nacional israelí. El dirigente, que evitó hacer declaraciones para “respetar el Sabbat”, replicó a los concentrados que “tenéis razón”, mientras se solidarizaba con los presentes. Durante la campaña electoral, el número dos de Sionismo Religioso prometió aplicar la pena de muerte a los terroristas.
Antes de convertirse en ministro, el dirigente acudía habitualmente a las escenas de atentados para caldear los ánimos. “Dejé a mi familia cenando la mesa. Tenemos que responder porque esto no puede continuar así”, prometió el líder radical.
Un residente de Neve Yakov se abalanzó entre lágrimas hacia el político, explicándole cómo logró salvarse de milagro refugiándose en su casa. “El pueblo de Israel vive”, expresó el superviviente del atentado. Entre los presentes también se oyeron gritos de “¡muerte a los izquierdistas!”.
Quién es el agresor
El atacante, de 21 años y procedente del barrio de A-Tur –con residencia jerosolimitana, que permite libre circulación en toda la ciudad-, no estaba bajo seguimiento de los servicios secretos. Se especula que actuó como “lobo solitario”, aunque no se descartó que alguien de su entorno cercano podría haberle ayudado a ejecutar el ataque. La inteligencia hebrea suele centrar sus esfuerzos en frenar posibles atentados procedentes desde Cisjordania, mientras que en Jerusalén Este existen “agujeros negros” alejados del radar.
El “premier” Benjamín Netanyahu se dirigió al lugar del atentado desde donde aseguró que “hemos decidido algunas acciones inmediatas, pedimos a la gente que no tome la ley en sus propias manos, fue un atentado difícil como no ocurría hace años”. Por su parte, Estados Unidos también condenó los hechos: “El ataque ha ocurrido trágicamente en el Día Internacional del Recuerdo del Holocausto, cuando se conmemora en todo el mundo la memoria de aquellos que perdimos en el Holocausto. Estados Unidos brindará todo nuestro apoyo al gobierno y al pueblo de Israel”, ha dicho la portavoz de la casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en un comunicado.
Mientras el gabinete de seguridad israelí estudiaba cómo responder al atentado, el líder de la oposición Yair Lapid mandó sus condolencias: “Mi corazón está roto, mi pésame a las familias de las víctimas y una rápida recuperación a los heridos. El terrorismo no puede alzar cabeza, estas amenazas deben ser respondidas con dureza”.
Ante las promesas de venganza de las facciones palestinas tras la redada en Yenín, el Ejército israelí se había puesto en máxima alerta en Cisjordania ante la posibilidad de un atentado inminente.
Tras el sangriento atentado de esta noche, la incógnita es si las tropas israelíes continuarán la política de persecución a militantes palestinos, o se apostará por frenar momentáneamente los arrestos para calmar las aguas. El atentado recordó al registrado en el barrio de Har Nof de la ciudad santa en 2014, cuando cuatro feligreses judíos fueron asesinados a disparos y cuchillazos por dos palestinos.