Pudo sonar la campana, pero la victoria de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) se quedó en un sueño por cinco años más. A falta del comunicado oficial que se emitirá en pocas horas y con un 97,3% de los votos escrutados, el Movimiento Popular por la Liberación de Angola (MPLA) ha salido victorioso por quinta vez consecutiva en unas elecciones generales, con un 51,7% de los votos a su favor. El secretario de Información del MPLA, Rui Falcão, confirmó la victoria ante los medios y agradeció su apoyo a los votantes y a los militantes del partido.

El mismo partido que lleva gobernando el país desde hace 47 años, desde la independencia misma de Angola, gobernará ahora 52 años de corrido, más medio siglo, como mínimo hasta las próximas elecciones de 2027. Que se dice pronto. João Lourenço, actual presidente del país, seguirá siéndolo por cinco años más pese a las críticas a las que se ha visto sometido en los últimos años.

Pocos dudaban que el MPLA fuera a salir derrotado en estas elecciones de 2022, aunque tampoco cabe duda de que el panorama político angoleño se encuentra inmerso en un profundo proceso de cambio que viene confirmado por los resultados de hoy. En las elecciones generales de 2012, el MPLA triunfó con un 71% de los votos, frente al 18% que pudo meterse la UNITA en el bolsillo; en 2017, el MPLA consiguió arrancar al electorado un 61% de los votos, mientras la UNITA subió milagrosamente hasta obtener un 26%. Este año, el partido socialista angoleño ha conseguido una victoria pírrica con un 51% de los votos, y la UNITA, su contrincante histórico, se ha aproximado todavía más con un 44% del electorado de su lado. Y que los votantes del MPLA no están contentos con su líder parece evidente: una abstención del 54% como la vivida este año es algo nunca visto en el país sudafricano.

“Una fiesta de la democracia”

La Comisión Electoral Nacional de Angola emitió un comunicado en la madrugada del jueves donde se decía que el MPLA llevaba la delantera con un 33% de los votos escrutados. Un tercer comunicado, a falta del anuncio oficial y difundido durante las últimas horas de la tarde del jueves, daba la victoria definitiva al MPLA. La jornada electoral transcurrió con normalidad y sin incidentes a destacar, según reportaron a lo largo del miércoles las autoridades locales, aunque miles de personas se manifestaron en Luanda a medida que se fueron conociendo los resultados. Dinho Chingunji, líder del partido P-Njango, ha reconocido públicamente la victoria del MPLA y ha hecho un llamamiento al resto de formaciones políticas para que acepten este desenlace, asegurando que “los resultados son la voluntad del pueblo”. Consideró que estas elecciones deben de ser vistas como “una fiesta de la democracia”.

Otras formaciones no se han mostrado tan dispuestas. Es el caso de la Convergencia Amplia para la Salvación de Angola - Coalición Electoral (CASA-CE), principal opositor del MPLA junto con la UNITA. Desde el miércoles aseguraron que establecerían un sistema de conteo de votos paralelo al oficial y han amenazado con no aceptar los resultados si difieren de los que ellos mismos establezcan por su lado. El número dos de la UNITA, Abel Chivukuvuku, también anunció en la noche del miércoles que los resultados difundidos por la Comisión Electoral no eran fiables y reiteró lo dicho en días anteriores, que su partido publicaría próximamente sus propios resultados basados en un recuento paralelo.

Los observadores internacionales no han hecho comentarios negativos acerca de la transparencia de las elecciones. Los enviados de parte de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa han llegado a dar una nota positiva al proceso electoral, afirmando que se desarrolló siguiendo las exigencias internacionales y “fundamentalmente de acuerdo con las leyes angoleñas”.