Los «tories» pugnan por un nuevo liderazgo

La carrera por el liderazgo del Partido Conservador -a cuyo ganador garantizará automáticamente las llaves del Número 10- ya ha comenzado. Según la encuesta de la web Conservative Home -biblia para los tories-, Ben Wallace, actual titular de Defensa, es el nuevo favorito por el papel que ha demostrado durante la invasión rusa. Un oficial de la Guardia Escocesa que también ha servido en el parlamento escocés, se le considera bueno gestionando crisis. Y con la guerra en Europa y la inflación en todo el mundo, los miembros conservadores esperan muchas crisis en los próximos meses.

Pero incluso sus compañeros más cercanos tienen dificultades para saber lo que piensa sobre la mayoría de los asuntos domésticos. Ha sido secretario de Estado de Irlanda del Norte y de Seguridad, pero no es dado a hacer discursos de gran alcance, por lo que su opinión sobre estas cuestiones sigue siendo bastante desconocida. Aquellos que ya están promoviendo a Wallace tienden a ser figuras cuyos principales intereses son militares. Pero, su estrategia para la guerra contra la inflación, que se espera supere el 11%, es mucho menos clara. Además, precisamente su buen hacer ante el conflicto Ucrania es para muchos su gran obstáculo porque nadie quiere ahora que renuncie a su puesto.

Otra de las grandes favoritas de Liz Truss, actual responsable de la diplomacia británica. En su día hizo campaña por la permanencia en la UE. No por convicción, sino porque pensaba que sería la opción ganadora. Pero tras el triunfo del Brexit, no tardó en cambiarse de bando. Su infancia pasó entre manifestaciones antinucleares y protestas en contra de Margaret Thatcher. Pero, para disgusto de los suyos, acabó siendo una gran seguidora de la Dama de Hierro a la que intenta replicar ahora en cada una de las fotos que sube a redes sociales. Su manifiesta obsesión por la “libertad”, el libre comercio, los impuestos bajos y la reducción de la labor del Estado la han convertido en la favorita del núcleo duro.

Aunque ahora ha encontrado un serio competidor,Nadhim Zahawi, el nuevo titular del Tesoro, que ya se ha manifestado a favor de revocar el aumento planificado del impuesto de sociedades del 19% al 25%. Sus partidarios señalan que su fuerza está en ser capaz de cumplir lo que promete, tal y como demostró cuando estuvo al cargo del exitoso programa de vacunación durante la pandemia. Habiendo llegado como un inmigrante kurdo incapaz de hablar inglés, la historia de fondo de Zahawi ciertamente encarna lo que Michael Howard llama el “sueño británico”.

Pero lo mismo ocurre con Sajid Javid. Hijo de un conductor de autobús que llegó a Inglaterra desde Pakistán en la década de 1960, luce orgulloso sus orígenes humildes como una historia de superación personal. El también admirador de Thatcher ha vivido unos años frenéticos en el Gobierno, ocupando seis puestos distintos en el gabinete. Su círculo cercano espera que haga un tercer intento de liderazgo, basándose en su historial de haber dirigido muchos departamentos y haber renunciado dos veces a su cargo -primero como Chancellor luego al frente de Sanidad- en protesta por el comportamiento de Boris Johnson.

Tampoco hay que pasar por alto a Penny Mordaunt. La exministra de Defensa ha cobrado una gran fuerza durante los últimos días en los debates. Reservista de la Royal Navy británica y actual responsable de Comercio, ha sido durante mucho tiempo una crítica en la sombra del líder conservador. Brexiteer convencida y alineada con el ala más liberal del partido, se encuentra actualmente posicionada como la candidata favorita para las casas de apuestas. Un ascenso meteórico que nadie se atreve a calificar como pasajero en la larga contienda por el liderazgo tory.

Por su parte, en la lista vuelve a aparecer Rishi Sunak, que el martes presentó su dimisión como ministro de Economía encendiendo la mecha para forzar la salida de Johnson. Durante meses fue el favorito para suceder al premier. Fue el rostro principal de los populares programas de apoyo financiero durante la pandemia y ha mantenido una presencia importante en las redes sociales y una apariencia joven y pulida que lo hace destacar entre las personalidades más grises y viejas de los tories. No obstante, la reciente introducción de diversas políticas de ajuste —como la subida de los impuestos— supusieron un considerable golpe para su popularidad, que se vio muy tocada por la revelación de que su multimillonaria esposa india, Akshata Murty, lleva años acogida al régimen fiscal de “no residente” en el Reino Unido. Pese a ello, el hecho de que se distanciara a tiempo de Johnson le vuelve a dar posibilidades.

Por último está Jeremy Hunt que quedó en segunda posición en las primarias de 2019. Puede ofrecer mucha experiencia por su paso por diferentes ministerios, así como distancia del proyecto Johnson, ya que rechazó formar parte de su Gabinete. Muchos conservadores en escaños que dan a los demócratas liberales consideran a Hunt como el mejor candidato, lo que simboliza un regreso a un gobierno conservador estable que no se haya visto afectado por los dramas de los últimos años. Sus seguidores están bien organizados y listos para apoyarlo. Su mayor problema es que a los afiliados de la formación no les gusta que les pregunten dos veces. Para muchos de ellos, sería como reconocer que votaron mal hace tres años.