Ampliación
La UE da el primer paso para reconocer a Ucrania como candidato a la adhesión
Ante la amenaza rusa, los Ucrania, Moldavia y Georgia pidieron la semana pasada ser miembros de la UE. El club comunitario está dividido sobre un posible procedimiento exprés
La Unión Europea ha dado hoy el pistoletazo de salida al posible ingreso de Ucrania, Georgia y Moldavia en el club europeo. Los embajadores del club comunitario encargaron a la Comisión Europea un primer análisis sobre la idoneidad de los tres países, lo que supone el principio de un pedregoso camino que puede durar años o quizás décadas.
“Sin ustedes, Ucrania estará sola. Hemos demostrado nuestra fuerza, hemos demostrado que somos iguales que ustedes. Demuestren que están con nosotros, que no nos dejarán de lado,” imploró el primer ministro ucraniano, Volodímir Zelenski la semana pasada en una intervención telemática ante el pleno de la Eurocámara, sólo un día después de haber formalizado la petición de su país para adherirse a la Unión Europea.
Un paso que después fue seguido por Georgia y Moldavia, quienes han empezado a sentir el aliento de Vladimir Putin más cerca que nunca tras la invasión de Ucrania. Se espera que este tema sea abordado en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete que se celebrará estos próximos jueves y viernes en Versalles (Francia).
La entrada en el club comunitario es un proceso complejo y lleno de obstáculos para el aspirante, ya que obliga al país a una serie de reformas tanto económicas como institucionales o de lucha contra la corrupción, los denominados criterios de Copenhague. Ucrania no tiene instituciones democráticas y financieras lo suficientemente sólidas y precisamente su actual primer ministro, sin ninguna experiencia en el mundo de la política, hizo de la lucha contra la corrupción la principal bandera de su campaña electoral. Además – paradójicamente en el caso de Ucrania- para entrar en el club europeo es necesario solventar cualquier problema territorial. Antes de la invasión, la guerra en Donbás ya era un impedimento para que Kiev pudiera solicitar el ingreso en la Unión Europea.
Mientras los países del Este han pedido la activación de un procedimiento express para Ucrania, nunca visto hasta el momento, algunas capitales como París, Berlín, Roma o Madrid prefieren la prudencia y no lanzar las campanas al vuelo. La digestión de la entrada de los países del Este ha sido más pesada de lo esperado, debido a la deriva autoritaria de Polonia y Hungría y a su boicot a las cuotas sobre el reparto de refugiados sirios en 2015. De hecho, en Bruselas hizo fortuna el término, “fatiga de la Ampliación”. A esto se une que no existen mecanismos para echar a un país del club comunitario, si se dejan de cumplir los criterios exigidos para entrar. Tan sólo existe la opción de activar el artículo 50 de manera voluntaria, tal y como hizo Reino Unido con el Brexit. Hasta ahora, la única amputación que ha sufrido el club.
Como paso intermedio entre las dos sensibilidades dentro del club europeo, también abre la posibilidad de otorgar a Ucrania de manera rápida el estatus de candidato, el primer paso para un posible adhesión futura y que permite el desembolso de algunos fondos europeos. A su vez, esto sería un gesto político que permitiría insuflar algo de esperanza a la población.
Ante la creciente influencia de China y Rusia en los Balcanes, la anterior Comisión de Jean Claude Juncker decidió dar un nuevo impulso al ingreso de estos países en la UE. Este testigo fue cogido por el Ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen, pero algunos países como Francia tan sólo dieron el brazo a torcer para considerar candidatos a Albania y Macedonia del Norte, tras conseguir endurecer el proceso.
Actualmente, Turquía, Serbia y Montenegro están negociando su adhesión desde hace años y nada garantiza que lo acaben consiguiendo. Bosnia- Herzegovina y Kosovo todavía no han conseguido el estatus de candidato y sus propios conflictos territoriales y políticos parecen alejarles cada vez más. La última cumbre sobre los Balcanes celebrada el octubre de 2021, si bien siguió abriendo la puerta a los países de la región, prefirió no concretar ningún calendario sobre posibles nuevas entradas ante el temor a no poder cumplir las promesas.
El último país en entrar en el club europeo fue Croacia el 1 de julio de 2013.
En una de sus discursos más vibrantes de su mandato, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se refirió la semana pasada al ingreso de Ucrania en el club comunitario: “Hoy, la Unión Europea y Ucrania están más cercanas que nunca. Hay todavía un largo camino por delante. Tenemos que terminar esta guerra y deberíamos hablar sobre los próximos pasos. Pero estoy seguro: nadie en este hemiciclo puede dudar de que un pueblo que se levanta de manera tan valiente por nuestros valores pertenece a nuestra familia europea”, subrayó como respuesta a la petición de Zelenski.
✕
Accede a tu cuenta para comentar