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Antes y después

¿Qué fue de Sharbat Gula, la niña afgana de National Geographic?

La joven fue portada en 1985 para ilustrar un reportaje sobre refugiados de Afganistán, y en la nueva crisis de los talibanes, vuelve a ser tendencia

La niña afgana fue fotografiada por Steve McCurry en un campo de refugiados de Nasir Bagh, en Pakistán, a mediados de la década de los 80. larazon

Probablemente sea la ojeada más famosa del mundo. Dos ojos verdes que miran fijamente y de forma profunda, en un reportaje para “National Geographic”, con solo doce años y en medio de una crisis migratoria en Afganistán. Hablamos de Sharbat Gula, la niña afgana que fue fotografiada por Steve McCurry en un campo de refugiados de Nasir Bagh, en Pakistán, a mediados de la década de los 80.

«No hay una sola familia que no conozca el amargo sabor de la guerra», declaraba un joven comerciante afgano en el reportaje, fotografiado en 1985. Su rostro ocupaba aquel día la portada de una revista, y más de 35 años después, está metido en la retina de muchas personas. Sin duda, pasó a la historia por ser una de las caras más famosas a día de hoy.

De hecho, la icónica imagen entró en edición en el último momento, puesto que la que iba a ser portada en el reportaje, era otra: la misma Gula, cubriendo su rostro con el chal rojo, agujereado por quemaduras en unos fogones.

La imagen que, en principio, iba a ser portada de aquel reportaje de 1985La Razón

Tras 20 años de guerra en Afganistán, los talibanes han tomado el control de la mayor parte del país. Los insurgentes imponen la sharía y acaba con muchos derechos, en especial con los pocos de los que gozaban las mujeres. La última información de Sharbat es que estaba en Kabul, capital afgana.

Su ubicación ha sido una tremenda incógnita, aunque a lo largo de estos años, ha habido noticias de ella. A principios de siglo, en 2002, tenía 30 años y ya tres hijos. El autor de la famosa fotografía cuenta en su libro Untold: The Stories Behind The Photographs la historia hasta que pudo dar con ella años después. Vio varias fotos que le enseñaron sobre ella, pero en todas determinaba que no era ella. Conocía de sobra esos ojos verdes que le habían llamado la atención en el momento en el que decidió ilustrarlos. Un día, mostraron una imagen a un hombre de Afganistán que supuestamente había estado con ella en el campo de refugiados, y se ofreció para buscarla.

Cuatro hijos y una “pequeña estancia” en prisión

La encontraron, residiendo en las montañas cercanas a Tora Bora. Desde donde empezaron el viaje, tardaron tres días en llegar, seis horas en coche más otras tres de caminata “por una frontera que devora vidas humanas”. “Es ella”, fue lo primero que pensó McCurry cuando vio a una joven. No pudo olvidar su mirada. Se había casado con su actual marido, que trabajaba en una panadería, poco después de la fotografía en el campo de inmigrantes. Alrededor de 17 tardó en encontrarla, desde que se propuso volver a contactar con la chica.

En 2016, fue detenida en Pakistán por posesión ilegal de un documento de identidad de ese país. La llevaron a la cárcel, donde estuvo prisionera 15 días, donde contrajo hepatitis C y la tuvieron que llevar a un hospital. Después, la deportaron a Afganistán. Fue acogida por el ya expresidente del país, el fugado Ashraf Ghani, quien le prometió apoyo financiero y una casa en Kabul.

En enero de 2017, la BBC entrevistó a Sharbat Gula en Kabul, donde vivía entonces con cuatro hijos, tres de ellas féminas y un varón. Según se sabe ahora, su marido y su hija mayor habían muerto.

Sharbat Gula, una de las últimas imágenes que se tiene de ellaLa Razón

En Afganistán hay muchas mujeres que buscan dar educación a sus hijas, sobre todo ahora que gobiernan los talibanes. National Geographic Society creó un fondo de ayuda, el Fondo para Jóvenes Afganas, que trabaja con organizaciones sin ánimo de lucro para desarrollar oportunidades educativas destinadas a las niñas y las jóvenes afganas.