Bloqueo
La reapertura del canal de Suez puede llevar semanas con un alto coste para el comercio global
Equipos de Japón y Países Bajos se unen a los remolcadores egipcios para mover al carguero «Ever Given», que bloquea el paso marítimo desde el martes
El tráfico en el canal de Suez ha quedado completamente suspendido. Tras el incidente del martes, por el que el carguero taiwanés «Ever Given» quedó bloqueado en estas aguas, cerca de 150 embarcaciones se agolpan en sus accesos formando un cuello de botella. Los trabajos de las autoridades egipcias resultan infructuosos para mover un gigante de 400 metros de eslora y unas 220.000 toneladas de peso.
A los remolcadores y excavadoras locales se han sumado sendos equipos de Países Bajos y Japón, que intentan sin éxito mover el carguero. Las autoridades del canal no lo quieren reconocer, pero expertos calculan que los trabajos podrían durar semanas.
Las alternativas en estos momentos son tres. En primer lugar, drenar el canal a ambos lados del barco para conseguir que el «Ever Given» tenga suficiente margen de maniobra para moverse. En eso se centran actualmente los esfuerzos, aunque de momento no han conseguido nada. La segunda opción sería retirar arena debajo del casco, ya que el buque se encuentra totalmente atorado. Esta posibilidad requeriría más esfuerzos, debido a que habría que actuar bajo las aguas. La última de las posibilidades, que se trata de evitar a toda costa, sería descargar el cargamento. Una tarea titánica, pues el barco lleva consigo cerca de 20.000 contenedores, que no está muy claro dónde colocar.
Las compañías ya están pensando en otras vías para sortear el bloqueo del canal. La más sencilla sería bordear toda África por el Cabo de Buena Esperanza para poder llevar las mercancías a su destino. Sería tan fácil como costosa, pues la ruta se dilataría en miles de kilómetros, retrasando durante días la navegación. El canal de Suez es la vía más rápida entre los mares de Asia y Europa, como demuestra el hecho de que por él pase cerca del 12% del comercio marítimo mundial. La mayor parte del petróleo procedente de los países del golfo Pérsico con destino a Europa viaja por aquí, así como el crudo de Rusia con rumbo a Asia. El «Ever Given» es un barco taiwanés, con bandera panameña, que se dirigía desde China al puerto holandés de Róterdam.
En 2015, las autoridades egipcias inauguraron una faraónica obra, por la que el canal quedó desdoblado en uno de sus puntos para permitir el paso de barcos de mayor tamaño sin que tuvieran que esperar a que los que se encontraban en dirección opuesta finalizaran su recorrido.
Sin embargo, esta doble vía se encuentra en el tramo norte, mientras que el accidente del «Ever Given» se produjo en el nudo sur, donde sigue taponado el tráfico. Así, las vías de escape son pocas. Las mercancías a nivel mundial están sufriendo retrasos que están provocando pérdidas en los mercados.
El petróleo Brent, el de referencia en Europa, se encareció el pasado miércoles más de un 6%. Aunque hoy, tras la escalada, su precio sufrió una corrección para bajar un 4% al cierre de esta edición. Las compañías energéticas están lastrando las bolsas, que de momento tampoco se están viendo perjudicadas en exceso. Los expertos calculan que los efectos pueden ser mil millonarios, aunque aún es pronto para evaluar daños.
9.000 millones de dólares de pérdidas al día
La revista británica «Lloyd’s», especializada en el mercado marítimo, hizo una primera estimación que eleva las pérdidas hasta 9.000 millones de dólares por cada día que el canal permanezca bloqueado. Una cuarta parte de los contenedores que son transportados por mar a diario pasan por el canal de Suez.
El alcance global del incidente, motivado por una tormenta de arena que hizo perder la visibilidad al capitán del carguero y encallar, dependerá de cuánto se prolonguen los trabajos para sacarlo de donde se encuentra.
Las autoridades del canal de Suez ya no son tan optimistas como el primer día, con lo que todo parece que el desenlace será largo. Este jueves, se descartó que el motivo del accidente fuera un fallo técnico del barco. El propietario del «Ever Given», el empresario japonés Shoei Kisen Kaisha, emitió un comunicado en el que pidió «disculpas a todas las partes implicadas por el accidente, incluidos todos los barcos que tenían planeado atravesar estos días el canal de Suez».
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